CAPITULO 4

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Narra _____

Estoy saliendo. Ahora mismo estamos yendo al coche para ir al aeropuerto. Falta poocoo
6:35

Valeee yo la verdad no he dormido nada hoy estoy nerviososooossso
6:48

Yo tampocoooo
6:48

Estaba de camino al aeropuerto. La verdad es que tenía un poco de miedo en el viaje. Cuando me metí en el coche de mi tía sentí algo raro. Como... un dejavú. Mi tía de vez en cuando me preguntaba como estaba. Se me notaba que estaba nerviosa.

— Segura que estas bien? -preguntó
— Si, si enserio, estoy bien. Solo un poco nerviosa por conocerlos al fin. Y me refiero a no verles tras una pantalla el día de Navidad, o recibir una postal sobre Venecia. Les voy a conocer de verdad. -dije entusiasmada, aunque un poco nerviosa.
— Espera, ¿y si no les caigo bien? ¿Y si me echan? -pregunté aun más nerviosa.
— ¿tu eres tonta? Son tu madre y tu hermano. Tu madre fue quien te trajo a este mundo. Me refiero, si no les caes bien, creo que tienen un grave problema. -dijo tranquila.
— Esta bien -dije suspirando
— Ya casi estamos, ¿estas lista? -preguntó
— Nop -dije nerviosa.
— Tomaré eso como un si -añadió.

Llegamos al aeropuerto. Creo que nunca he estado tan nerviosa en mi vida. Me temblaba la mano. Cuando era mi turno para pasar los controles, mi tía se quedó atrás, ya que ella no podía cruzar. Antes de entrar me dio un gran abrazo y me deseó suerte. Me dijo que me vendría de visita de vez en cuando.
Crucé el control sin problemas y al mirar hacia atrás vi a mi tía saludándome con la mano, y guiñándome un ojo. Sin duda había sido la mejor tía que una puede pedir.
Entré al avión, y como era menor, tuve que ir con una azafata a mi lado. Era bastante maja, pero no hacía más que levantarse del asiento cada dos por tres. Era bastante molesto la verdad. Me puse un poco de música y me dormí al momento. Al despertarme, miré la hora y vi que ya eran las 15:45 había estado más de 5 horas en ese avión. Me estaba empezando a poner nerviosa a si que me fui al baño para lavarme la cara. Hice pis y volví a mi sitio. Como imaginaba, la azafata estaba levantada, así que no tuve ningún problema para entrar.
Me volví a dormir, lo se, soy una marmota. Pero me había levantado súper pronto y no había dormido nada por los nervios. Al levantarme, ya casi habíamos llegado. Y empezaron las turbulencias. Nunca antes había ido en avión y mi primera reacción fue cogerle la mano a la azafata, que me miró sonriente y no soltó mi mano hasta aterrizar. Era bastante vergonzoso, pero la verdad es que he tenido suficientes disgustos últimamente.

Llegamos. Por fin. Era el momento. Estaba nerviosísima. Cogí mi mochila y bajé del avión. Bajé las escaleras y me fijé en lo grande que era el aeropuerto. Me metí en el aeropuerto y fui a recoger las maletas. Las recogí y fui al lugar de espera. Miré un poco alrededor y vi a un grupo de personas apelotonadas con cámaras. Suponía que era Noah así que me acerqué. Mi madre, al verme, me dio un gran abrazo acompañado de un enorme beso. Me apartó de la multitud para poder hablar. Mi hermano, al verme, se abrió paso entre la multitud y vino corriendo a donde estábamos mi madre y yo y me dio un enorme abrazo en el que casi me tira al suelo del impulso.

Narra Noah

— Hermanita!! —grito para que mi hermana me oiga.
Voy corriendo a abrazarla abriéndome paso entre las fans. Casi la tiro al suelo. Pero fue verla, y correr a sus brazos.

— Por fin nos vemos cara a cara -le dije. Casi se me escapa una lagrima, pero al ver que ella también estaba llorando, mi madre y yo echamos a llorar.

— Si, por fin -me dijo aún abrazándome.

Al soltarnos, le vi la cara. Era muy guapa, me quedé mirándola un rato.

— Tengo monos en la cara? -dijo con una sonrisa.
— No. Simplemente me alegro muchísimo de verte. -dije sonriendo.

Narra _____

Mi hermano, como bien caballero que es, me cogió una maleta para que no tuviera que cargar con las 2. En el camino le pararon unas fans, que hasta se quisieron hacer fotos CONMIGO. Lo cual me pareció RARÍSIMO, pero bueno. Supongo que me acabaré acostumbrando a que la gente pare a mi hermano para fotos y autógrafos. Estuvimos en el coche hablando durante mucho tiempo. Había cosas que no habíamos contado, más que nada porque por videollamada no era la manera de contarlo. La verdad el viaje se me paso volando, y era bastante tiempo, ya que no vivían en Nueva York ciudad, vivían un poco más a las afueras.
Cuando por fin llegamos, vi una casa bastante grande, aunque no mucho. Es tal y como me la había imaginado.

— A donde miras? A los vecinos? -dijo Noah señalando a otra casa al lado de esta.
— Esa es la casa?? -pregunte asombrada.
— Si. -dijo.

Era una casa enorme, con piscina, y columpios

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Era una casa enorme, con piscina, y columpios. Era la típica casa que sueñas que tienes pero luego te despiertas y dices: ni de coña.

— Corre, entra, te enseño tu cuarto. -dijo Noah.
— Tenéis uno para mi? -pregunte
— Tenemos 4 habitaciones y una de invitados. Solo usamos 2, o sea que te damos la más grande de las 3 que quedan. Tienes balcón y baño propio. Es casi igual que la mía de grande. -dijo

Entramos a la casa, y lo primero que se veía era un sofá súper grande con una tele más grande que yo.
Un comedor súper grande también, y un baño.
Subimos al segundo piso y ahí estaban las habitaciones. Noah me enseñó la suya, que era azul con una cama enorme, una tele, y un sofá.
Tenía varios posters de Marvel y un funko de Stranger Things. De Will, obviamente.
Tenía muchísimas cajas, fui a verlas curiosa, había bastantes cosas dentro, algunas estaban envueltas en papel de regalo. Supongo que me quedé bastante tiempo mirándolas, porque Noah de repente soltó:

— Son cosas que me dan las fans en eventos, y premiers.
— Oh, jajjaja, perdon - dije.
— Tiene que ser guay. Ya sabes, el ser famoso. Que te conozcan en todos sitios, o simplemente el echo de viajar por el mundo por eventos y cosas.
— Si, la verdad. No mucha gente vale para esto. O simplemente  no te quieren para esto. Pero no todo es bueno. Por ejemplo, la mayoría de las veces que hoy a cualquier sitio, todo el mundo sabe donde voy, con quien, y cuando. Y además te suelen shippear con gente a la que quieres como amigos, y al final acaba estropeando la amistad.
— Wow, no sabía nada de eso. -dije
— Tranquila, ven, vamos a tu cuarto

Salimos de la habitación de Noah y había una puerta enfrente de la de Noah. Abrí la puerta, y vi una gran habitacion. Era preciosa.
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Hoola
Este capítulo tiene 1179 palabras. O sea que es bastante laargo
Os dejo con la intriga de cómo va a ser la habitaccionnn
Chhaau❤️

{ Finn Wolfhard, el amor imposible }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora