Capítulo 2: Lista para enamorar a Bugaboo

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1. Deja de coquetear con todo parís, eso incluye también a Ladybug.

Una semana después de su plática con Rena Rouge un akumatizado ataco a los parisinos, pronto Ladybug y Chat Noir se hicieron presentes para acabar con la maldad, pero algo se sentía fuera de lugar, por un momento Ladybug sintió como si hubiera sido insertada en otra dimensión, una donde el comportamiento de Chat Noir fuera decente y en lugar de prestarle su total atención, se centrará plenamente en su trabajo, no podía decir que le molestaba porque incluso habían estado más compenetrados que cuando él se distraía aprovechando cualquier oportunidad para coquetear con ella, por lo que Ladybug no se atrevió a preguntar sobre tan repentino cambio, al fin de cuentas, ese era su trabajo.

2. No insistas en que salga contigo, eso sólo la alejará.

Chat Noir estaba sorprendido de que la lista de Rena Rouge para enamorar a Ladybug estuviera realmente funcionando, le había costado mucho de su autocontrol para no irse de bocazas y soltar los miles de cumplidos que quería decirle cada vez que sus miradas se cruzaban o la veía tan radiante peleando contra los malos, en varias ocasiones tuvo que morderse la lengua para callar una que otra vergonzosa invitación para salir y sólo en sus pensamientos podía escribir tan magníficas palabras que sólo él escuchaba para describirla.

3. No cruces la línea de su espacio personal.

Sin embargo, no sólo tuvo que guardar sus cumplidos, también tenía que mantener cierta distancia con ella, no una donde se sintiera la tensión o incluso qué pensará que Chat Noir estaba molesto con ella. No, es más bien la clase de distancia que le das a alguien cuando hablas con ella y no la clase de distancia que se recorre en segundos cuando intentas besarla.

Al principio Chat Noir se sintió frustrado de no poder volver a contemplar sus pequeñas pecas, de sentir el calor que irradiaba su cuerpo o el aroma de su perfume, pero cuando ambos combatían contra los akumas, él disfrutaba de los pequeños toques, de la cercanía de sus cuerpos y sus manos entrelazadas o sobre el hombro del otro, el choque de sus puños era una explosión de emociones para Chat Noir, era una combinación de felicidad y tristeza, en la que su corazón latía con fuerza queriendo revelar los más grandes secretos de su corazón. Sin embargo, él sabía que si lo hacía todo su esfuerzo se iría a la basura.

Porque a pesar de sentir que todo lo que hacía era una tortura, al final del día él tenía su recompensa; cada paso que retrocedía, era un paso que Ladybug daba en su dirección, porque sin darse cuenta ahora era ella quien le seguía, quien se acercaba interrumpiendo en su espacio personal.

4. Ten detalles únicos con ella, pero tampoco abuses de ellos.

-Es una noche hermosa ¿verdad? my lady. – interrumpió Chat Noir los pensamientos de la peliazul, quien esperaba tranquilamente en lo alto de la torre Eiffel a que llegará el minino de traje negro para comenzar con la rutina de su patrullaje nocturno. Chat Noir se acercó sigilosamente hasta ella tomando de detrás de su espalda una rosa roja que entrego inclinándose con una pequeña reverencia hacia su lady, ella tomo la rosa entre sus manos y antes de que pudiera preguntar la razón de tan bello detalle, Chat Noir salto por los tejados dejándola completamente confundida.

Esa no fue ni la primera, ni la última rosa o detalle que recibió del minino. Sin embargo, siempre lo hacía en momentos inesperados y eso hacía sentir a Ladybug frustrada, ella creía saber todo de su compañero, conocía todas sus tácticas de conquista y acercamientos, aunque desde hace semanas que no le comprendía, Chat Noir no sólo dejó de coquetear con ella y todos, también era considerado, un excelente compañero, hasta ahora no tenía quejas de él y eso cada vez la ponía más ansiosa como si ese gato no fuera el suyo, claro que nunca dejo de hacer sus bromas tontas o el juego de palabras, se podría decir que de cierta forma ella extrañaba su cercanía. A veces creía que Chat Noir por fin se había desenamorado de ella, pero cada vez que el minino le daba un detalle, su mente le decía lo errada que estaba.

Enamorando a Ladybug - MiraculousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora