Capítulo 4: El Encuentro|||McCree ver.

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|°Pensamientos de McCree°|

Japón no es tan malo como tenía en mente, es un lugar maravilloso, lleno de luces que iluminan las calles, el sonido de los autos incluso suenan armónicos y melodiosos al oído, tan perfecto, el aire de Otoño resoplaba por toda la hermosa ciudad de Hanamura haciendo que los pétalos de los cerezos se estremecieran creando unas olas de color rozado en el aire que envolvían con encanto y romanticismo a cualquier alma que pasara cerca de esos corazones neutrales que la naturaleza había creado para aquellos en busca de inspiración o tranquilidad dentro de si mismo, simplemente es una cosa indescriptible no encuentro palabras que articular para detallar cada una de las cosas que me atraen de este sitio... Gabe y yo decidimos salir por unos tragos después de reunirnos con los hombres del clan al que ahora pertenecemos, sin embargo Gabe continúa molestándome sin parar diciendo que el líder Haruki, no paraba de comerme con la mirada, lo cual fue bastante obvio ya que ese era el "objetivo" que me habían deparado cuando hablamos con Jack, todos ellos (Jack, Gabe y Moira) argumentando que eso haría que la confianza de el pez gordo cayera sobre nuestras manos, dándonos ventajas como el charloteo con los subordinados del cual podríamos extraer información con sencillez y casualmente, Moira decidió quedarse en el hotel diciendo que necesitaba pensar en nuestro siguiente movimiento y a Gabriel se le ocurrió la idea de salir a tomar algo, a lo cual con gusto acepte sin discrepancia, pero algo que aún no me cuadra es ¿Cómo puede ser posible que al estar en Japón no haya comido o visitado ningún lugar tradicional de aquí? Es algo que meramente no tolero, si alguna misión es en el extranjero procuro visitar o comer algo que solo este en ese lugar, es una manía pero es un hábito que se ha ido creando con el tiempo.

Gabe dijo que un buen lugar para tomar y pasar un buen rato sin tener que ir a una cantina, era un bar llamado Sakura Club supuesta fama entre los extranjeros al ser visitado solamente por personas de alto estatus o con un buen ingreso económico, al principio me pareció algo frívolo pero ahora que llegamos parece que pasaremos una buena noche aquí, es un edificio de varios pisos, al entrar nos encontramos con unos pergaminos colgando de las paredes pero aún así dándole un toque occidental dentro de el recibidor con algún tipo de escritura japonesa que aún no logro descifrar pero no le dí mucha importancia, sencillamente me apegué a seguir a Gabe como un niño confundido tras su padre yendo por primera vez a un parque de atracciones con temor a perderse entre la multitud, Gabriel pidió una mesa y nos llevaron al segundo piso, nuestra localización estaba a la cercanía perfecta del bar y la vista de la terraza, quedé anonadado ante aquella obra arquitectónica con tanta precisión y dedicación, nos sentamos y ordenamos unas cervezas y algo para comer.

---Gabriel: ¿Qué piensas Jesse? Impresionante ¿cierto? La primera vez que vine aquí fue algo "mágico" como diría Angela, fue en una misión de mínima importancia, Jack y yo vinimos a este lugar precisamente en una noche de Otoño a pasar el rato, pero acabo totalmente en lo contrario, ese día Jack me dijo como se sentía por mi, que él había estado enamorado de mí desde hace ya tiempo, yo no tenía ni idea de que él se sentía de esa manera, de haberlo sabido yo le hubiera confesado mis sentimientos hace mucho tiempo atrás, *da un suspiro* ese recuerdo es uno de los que brinda más nostalgia a mi memoria, pero basta de cursilerías, ¿Alguna mujer que haya atrapado tu atención?.

---McCree: No sabría decir Gabe, todas se me asemejan a otras, no logro distinguir muy bien sus rasgos, cuando encuentre a la persona indicada seras el primero en saber, créeme no sabría que hacer cuando ese día llegue.

---Gabriel: ¿Tu cuándo crees que suceda eso? Imagina que terminas enamorado de la mente maestra criminal de Japón *se hecha a carcajadas* eso si sería una gran sorpresa.

---McCree: Gabe *dijo mientras no apartaba su mirada de la entrada dándole un golpecito a Gabriel en el brazo* mira, ¿No crees que es hermoso? *sus ojos se iluminaron llenos de ilusión e intriga, ya que un hombre había entrado al establecimiento, de estatura promedio, de tez blanca como el mármol, ojos oscuros y profundos, vestía un traje oscuro con una corbata y con el cabello recogido por una cinta para atarlo, a McCree se le hizo agua la boca, observando tan preciosa obra de arte que el mundo le había regalado para deleitarse mirándole por la eternidad, Gabriel lo saco de su trance al darle un pequeño pellizco en la mano* ¡Auch! *dijo en manera de replica* eso dolió Gabe, ¿Por qué fue eso? ¿Acaso uno ya no puede apreciar la belleza?.

Ataques #McHanzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora