¨Bronies¨ El fandom una historia a la vez...

Mi Viaje a Equestria

Mi Viaje A Equestria

¡Buen día a todos los bronies y pegasisters! Soy Miguel, pero aquí en Wattpad soy mejor conocido como @Tlilcuauhtli (alias, «el águila solitaria»); y hoy les voy a contar sobre cómo llegué al mundo de My Little Pony, su fandom, y especialmente, explicar la influencia que ha tenido éste en mi vida pasada, presente y futura.

Sin más que decir, muchas gracias a todos por su atención y que disfruten esta historia...

Todo comenzó el año del 2016.

Yo estudiaba el segundo grado de la Secundaria y prácticamente muchos creían que sólo era un estudiante más como cualquier otro. ¡Qué pobres de aquellos por estar tan lejos de la verdad! Sinceramente, desde hace mucho tiempo —e inclusive hasta en la actualidad— he tenido que enfrentarme a una enfermedad que me provoca un gran debilitamiento y dolor en todos los músculos de mi cuerpo; lo cual me conducía en aquel tiempo a soportar no sólo a las altas ausencias y descuidos hacia mis estudios escolares, sino también a que fuera testigo de los altos procedimientos médicos que siempre intentaban buscarme un bienestar pero rara vez funcionaban para evitar que se formaran contracturas en mis articulaciones.

A decir verdad, yo sentía que la misma rutina nunca cambiaba para nada.

Pero durante esas fechas todo mi mundo se obscureció más por varias razones: los costos de las terapias iban en aumento, lo cual afectaba cada vez más la economía del hogar y el estado emocional de mi mamá; por haber faltado tanto a la escuela empecé a bajar un poco de calificaciones, cuyas fechorías me pusieron en un peligroso estado porque corría el riesgo de perder mi beca; mi cabello comenzó a caerse inesperadamente, por lo que empecé a deprimirme más porque supuse que todos los de la escuela se irían a burlar de mí; pero lo que más me afectó fue que sufrí un rechazo por parte de Alexia. Ella era una compañera de mi salón desde que comencé mis estudios a partir del primer grado de Secundaria y, sin embargo, desde que me reintegré a la comunidad educativa del segundo grado descubrí que empezaba a enamorarme de ella; lo cual me llevó a declarármele un día donde las nubes cubrían con suavidad los rayos del sol.

Todavía recuerdo sus ojos abiertos como platos y su rostro tan pálido cuando le arrojé la bomba:

—E-Eh... —Seguramente ella jamás se imaginó que yo fuera capaz de confesarle mis sentimientos a nadie, y mucho menos a ella. Comenzó a carraspear—. E-Esto e-es... impresionante viniendo de ti. De verdad, no me lo esperé.

Una pequeña sonrisa empezaba a formarse en mi rostro, y eso que era completamente extraño que yo sonriera en aquel tiempo porque casi siempre mis expresiones faciales eran forzadas (como en las fotografías) debido a que nunca he sido lo suficientemente "expresivo" para socializarme con los demás. Yo realmente creía que ella iba a aceptarme tal y como soy: que no me viera simplemente como un amigo más que sólo padece una enfermedad y actúa de forma distinta a los otros compañeros del salón, sino como un hombre perdidamente enamorado. Pero su respuesta fue, ¡sí, adivinaste!, el resultado opuesto al que anhelaba:

—Oye, yo pienso que eres muy guapo, amable y sincero —se aclaró la garganta—. Pero yo ya tengo alguien más que me gusta y, no te ofendas si te lo digo, la verdad yo no sabría cómo socializar y llevarme con alguien con tu... Eh, ¿condición de salud? —Concluyó mientras trataba de fijar su vista en la mía, pero sólo observaba por encima de mi hombro.— ¿Entiendes lo que digo?