Ichigo ha perdido a su familia a manos de un grupo criminal muy peligroso, decide entrar a trabajar para la policía de Karakura y poder encontrar a los que arruinaron su vida.
Es asignado al departamento de crímenes violentos, donde es puesto compañ...
advertirles que esta historia va a progresar lenta muy lentamente, aun
asi espero la disfruten y aprecien mis locuras :P ....
bueno sin mas a leer
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Toda la semana se había pasado encerrado en aquellas cuatro paredes, en un pequeño cubiculo con un escritorio marron a rebosar de papeles. Estaba harto de aquello, esta no había sido su idea al entrar al departamento de policía. Sabía que sería difícil llegar a donde quería pero nunca había esperado que además sería tedioso, sentía que era una burla lo que le estaban haciendo, odiaba la papelería el prefería ir de lleno a la acción, pero no, su comandante lo habia relegado al rincón de los papeles. El maldito de Urahara solo se había reído de él cuando le dio su primer encargo. Nisiquiera lo habia dejado decir algo, pues había entrado a su oficina cerrando la puerta detrás de él.
Durante la tarde se había dedicado a ordenar todos esos papeles quese acumilaban y no les veia fin, esa era su rutina de la semana, ya estaba harto, se sentía desanimado. de reojo podía ver a los demás oficiales entrando y saliendo llevando a cabo sus deberes. El quería estar afuera, hasta empezaba a envidiar al oficial de tráfico, y pensaran solo había pasado una semana y que tal vez se alargaria mas, para él era ya era demasiado, tenía ansias de empezar a hacer trabajo de verdad.
Tiro una de sus pilas de papeles al escuchar el berrido de una mujer, se agacho a recoger mientras escuchaba -Kisuke, ehh, maldito holgazán, dejaste al muchacho nuevo tu trabajo- al principio la voz de aquella mujer lo había espantado, pues sonaba bastante agresiva, no podía ver su cara desde donde estaba, así que no sabía cómo podía lucir una mujer que hablara así, la manera de hablarle a su jefe era bastante irrespetuosa además que dejaba ver que habia algo de confianza en ello. termino de recoger los papeles y os acomodo en la pila de donde se habian caido, dejo lo que estaba haciendo pues cayó en cuenta lo que había dicho aquella mujer, se molesto un poco con su jefe al descubrir que le daba la papelería que el tenía que hacer, pero no era como si se pudiera quejar el tenia que cumplir las órdenes de su jefe.
Miró a la mujer,no era lo que había esperado. Era una muy atractiva mujer de piel color ébano, ojos color oro y cabello color violeta, tenía rasgos salvajes, como un felino al acecho, la vio entrar a la oficina de su comandante y cerrar tras ella, después de unos minutos de escuchar ruidos extraños dentro de la oficina la oji ámbar salió de la misma con una sonrisa acercándose a su mesa, aquello lo dejó desconcertado y algo nervioso, no podía negar que aquella mujer era candente y mas con aquella manera tan sensual de moverse.
