El amor no se busca, llega sin ser buscado

Capítulo 8

(Carla lleva ya un par de horas con el móvil, está un poco agobiada por el chico por lo que decide dejar de hablar durante un rato. Piensa que poniéndose su lista de reproducción de Spotify mientras que lee su diario se despejará algo. Tiene unas doscientas páginas, pero todas no quiere leerse, lo que hará será cerrar los ojos y abrir una al azar.)

Un tal viernes de marzo...

"No puedo más estoy cansada, físicamente como psicológicamente, de que mis compañeros me traten como si fuera un objeto de risas. Odio el instituto, mis "amigos", y lo peor... a mí misma. Por no ser capaz de defenderme con 28 personas, en contra mía. Me siento sola, no encuentro un pilar en el que apoyarme. Siempre he querido encajar en algún grupo de las populares, que me miren de otra forma y me traten distinto. Pero lo único que soy es una payasa, porque todo el mundo se ríe de mí. Lo peor de todo no es eso, es el hecho de que las personas se divierten de mí pero yo no. Me hacen daño, sobretodo de forma psicológica. Por si fuera poco todo, no son cinco minutos, son las seis horas que estoy en el instituto, da igual si hay maestros, la cuestión es burlarse... dejarme humillada. Nadie hace nada por evitarlo, ni si quiera yo. Delante de ellos me hago la fuerte, como si nada afectara ni doliera, aunque por dentro me está matando lentamente, pienso que si sigo así se acabarán rindiendo, aunque eso llevo pensando desde hace tres meses. Solo espero que todo esto acabé, sino no duraré mucho aquí en Tierra."

No puedo seguir leyendo –dice ella en voz baja.

(Y de repente, cuando menos se lo espera...)

Brrr brrr brr

-Diga?

+Carla, baja que estoy en tu calle.

-Pero quién eres?

+Nena soy Antonio.

(La chica cuelga la llamada, sin decir nada. No piensa salir, no puede hacerlo con los ojos llorosos, por no hablar de que esta desmaquillada. Deberá pensar alguna excusa para decirle a él que no bajará.)