Capítulo 4

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Oscar despertó más o menos a las 11 de la mañana, no había dormido tanto hace años, estaba agradecido que las vacaciones ya hubiesen empezado, porque en serio las necesitaba.

Lo único que le molestaba era que las de Celeste aún no empezaran, la pobre estuvo hasta las 3 de la mañana estudiando un viernes, no se imaginaba como sería entre semana. le dejó un pequeño mensaje para el futuro, porque después de haber trasnochado hasta tan tarde, seguro aún estaba durmiendo, el mensaje decía "¡Buenos días! ¿A qué hora te dormiste?, espero hayas dormido bien, recuerda que nos vemos hoy a las 4."

Conectó el teléfono al parlante bluetooth y puso "Custer" de Slipknot, la canción con la que se duchaba todos los días, su vida era muy rutinaria, a decir verdad, y su adicción también.

Empezó a fumar desde hace año y medio, después de la muerte de su hermano, nunca se lo dijo a nadie, pero su hermano fue una figura de autoridad para él, siempre quiso ser como su hermano, y de hecho fue su única figura paterna, porque su padre era de todo menos un padre, alcohólico, maltratador, y un estúpido sin causa, fue lo peor que le pudo pasar en su infancia, y el día en que le avisaron que murió atropellado se rió, fue probablemente la única vez en su vida en que una muerte no le afectó para nada.

¿Pero su hermano? Oh, su hermano le dolió demasiado, nunca había caído tan bajo con una muerte, sus notas se fueron al suelo, y estuvo a punto de dejar la universidad, el cigarrillo destruyó su vida, era su única salida de la muerte de su hermano, y aunque ya lo tenía un poco controlado, ele cigarrillo ya era parte de su vida.

Dejó de indagar en su adicción y se metió a la ducha, y empezó a indagar acerca del sueño, ¿qué significaba eso? No soñaba mucho sobre la muerte, principalmente porque le aterraba, llegó a la conclusión de que era una tontada, y no debió haber pensado en eso.

La canción terminó, y estaba a punto de salir de la ducha para cambiar la canción, cuando de repente, se reprodujo una canción que no tenía en su celular, pero que reconoció al segundo, "Y en un espejo lo vi" de Canserbero. Llevaba demasiado tiempo sin escuchar alguna canción de Canserbero, ya que su hermano lo introdujo a él, y le dolía escucharlo. Pero esa canción, simbolizaba para él la muerte de su hermano, sobre todo por la parte que decía "Supo que murió su hermano y aunque no le han preguntado le causó un grave dolor" las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos.

Tiró el parlante al suelo por la ira que le causó, la canción siguió en el teléfono, Oscar se secó rápidamente y se dispuso a cambiarla, cuando de repente, la canción de cambió otra vez. Sonó otra canción de Canserbero, se llamaba el primer trago, pero no empezó en el principio de la canción si no que en la parte que decía "Al fin y al cabo la muerte va tan segura de ganar que de ventaja te da una vida" Y la canción paró.

Eso no podía ser cualquier cosa, el sueño definitivamente significaba algo.

Se dio cuenta de que Cele le había contestado, no sabía si quiera como era posible, pero no la iba a dejar esperando.

- Hey Manson. ¿Cómo amaneces?

- ¿bien? No sé, me acaba de pasar algo muy raro. De todas formas, ¿cómo es siquiera posible que estés despierta? Te trasnochaste hasta tardísimo.

-Eh, tuve que pasar de largo, demasiado estudio

-Espera. ¿no dormiste nada?

-No, nada.

-Pues ve a dormir, ya que tienes tiempo, ponte una alarma para nuestra reunión.

-Gracias por preocuparte, hasta luego.

-Descansa.

Oscar llamó a su perro, y ya venía con el collar en la boca. Agarró la bolsa que había comprado el día anterior, la verdad, en su vida le había recogido la mierda al perro, solo usaba la bolsa para aparentar, porque habían prohibido dejarlas ahí hace unos cuantos años, y la multa era bastante alta.

Bajó la montaña de nuevo, como el día anterior.

Paró en la tienda, como el día anterior.

Compró unos Marlboro, como el día anterior.

- Buenos días

- Tardes, son las 3:30

- ¿perdone?

- ¿no me ha preguntado la hora?

- eh, no, y son las 11 y media de la mañana. como sea, unos Marlboro, por favor.

- Tome, lamento el mal entendido.

-No se preocupe – sacó su cartera, pagó, y se fue...

Como el día anterior.

Se sentó un rato en el parque, mirando hacia el bosque, pensando en el sueño. Y cuando dejó de divagar, una voz le habló.

- ¿Manson? ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Dos minutos, tal vez -mintió-

- ¿Qué pasó?

Oscar le contó todo el sueño, a detalle, y fue tan minucioso en los detalles que le dieron hasta las 4:30 hablando. terminó de contarle y hubo unos cuantos segundos de silencio, hasta que de repente, Cele estalló en carcajadas.

- ¿Me has traído aquí por una simple pesadilla? - Dijo entre risas –

-No fue una simple pesadilla, no después de lo de esta mañana...

-Cele dejó de reír- cuéntame.

Oscar sacó un cigarro de su bolsillo, lo encendió y empezó a hablar, otra media hora. Terminó de hablar, terminó el cigarro, terminó con lágrimas en los ojos. Celeste se quedó en un profundo silencio hasta que habló.

- Lamento mucho oír eso, en serio, lamento haberme reído.

- no hay problema, tranquila.

- Como sea, no me gusta verte así, Manson – le revolvió el cabello- sé de un lugar que te gustará, te acompaño a tu casa a dejar al perro, y vamos. ¿te parece?

No lo dudó ni un poco, estaba harto de la rutina. Subieron la montaña, y Oscar hizo la misma presentación que solía hacer a sus amigos cuando entraban a su cuarto.

- ¡Bienvenida a mi cueva, mortal!

- Bonito hogar, demasiado negro, me gusta.

- Muchísimas gracias, joven plebeya.

- ¿Actuarás así todo el rato?

-Perdona, perdona -dijo mientras cerraba la puerta.

Ambos bajaron la montaña una vez más. Cele tomó su mano cuando llegaron al pueblo, y al pasar la tienda siguieron recto, hacia el bosque.

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