❝ Me llamaba veneno como si fuera hiedra venenosa bendecida con belleza y rabia❞
Era la hora del almuerzo y la cafetería estaba a reventar. Todo el bullicio de alumnos ocasionaba un tráfico y parloteo enorme desconcentrando a Scott que trataba de seguir la fila para comprar algún comestible.
— Pero si es el marica de Scott ¿Qué haces estorbando entre la comida y nosotros? ¿Por qué no contestas, acaso te comió la lengua el ratón?
— Quill — mencionó el pelirrojo con un dejo de desprecio en su voz — ¿Estás ciego? Porque parece muy obvio lo que hago, además si tu grupo de amigos retrógradas y tú llegaron tarde no es mi problema, no pienso hacerme a un lado y cederte mi lugar.
— Tienes agallas Lang, contestándome así sólo estás ganando un boleto directo a la enfermería.
— ¿Eso es una amenaza? Vaya Quill creí que eras más inteligente y capaz de usar tu boca para algo distinto a sólo maldecir al mundo. ¿Has perdido el toque o te ablandaste porque se acerca el fin de curso?
— ¿Quisieras que usara mi boca para algo que tú harías? Me ofendes Scottie, a diferencia de ti yo no ocupo mi boca para cosas sucias. — recalcó la última palabra de la manera más despreciable que pudo, dejando a un pelirrojo qué más que ofendido estaba perturbado por la imagen que había aparecido en su mente, traicionándolo de último minuto eliminando la manera de replicar a esas palabras venenosas.
Scott se retiró con un nudo en la garganta, había estado a punto de ganar un asalto verbal en contra de Peter pero al final y como siempre sucedía, el rubio había hecho un comentario mordaz y casi inteligente hiriéndolo en el proceso y haciendo reír a todos los presentes. Odiaba lo débil que era ante las palabras de Quill, al menos faltaban menos de tres meses para graduarse y nunca más volver a ver a ese imbécil de ojos azules.
Había llegado a esa escuela cinco meses atrás con la esperanza de concluir felizmente el bachillerato e iniciar la universidad especializándose en ingeniería eléctrica. Tristemente lo único que pudo obtener de aquella ilusión fue que en menos de un mes se convirtiera en el blanco de insultos gracias a cierto rubio con quien nunca había hablado en más de dos ocasiones. Una de ellas fue por una tarea y la otra un breve conversación cuando pensó que podría mantener una camaradería con él.
Scott no podía negar que en realidad Peter había llamado su atención cuando lo vio por primera vez en su clase de geografía, estaba interesado en la astronomía y aunque Lang no fuera partidario de ello, le parecía casi gracioso y tierno como un adolescente se decantaba por algo que si suele interesarle a bastantes, la mayoría era a niños pequeños. El pelirrojo había comenzado a observarlo desde la lejanía después de verlo actuar tan infantil durante la clase y pensó que no estaba mal; estatura un poco alta para su edad, ojos azules, cabello rubio y un cuerpo atlético, Scott mentiría si negaba que al comienzo pudo haber sentido atracción hacia Quill; lo que obviamente se arruinó semanas después cuando comenzó la tortura constante.
Después del primer ataque verbal Scott había llegado a llorar por horas a su casa hasta quedarse dormido, parecía casi una broma de muy mal gusto que todo terminara así ¿Por qué no podía siquiera llevarse bien con Peter? ¿Qué había hecho para que lo odiara de esa manera? Se sintió como un fracaso de ser humano durante el primer mes que duró todo aquello. Los días se habían vuelto una tortura constante dejándolo al final agotado y con una herida psicológica más grave que la anterior. Al final, se había resignado a que el rubio que en un inicio le había ocasionado un crush lo detestaba ¿por qué? No lo sabía, pero incluso así, no lo odiaba además tenía a Nadia y a Jonathan, sus ahora mejores amigos para sobrevivir al resto del semestre.
Scott durante los últimos dos meses restantes pudo notar una mirada de disculpa por parte del rubio en más de una ocasión cuando coincidían en algún lugar, dejándolo como si fuera alucinación desechó la idea ¿cómo podía ser cierto? No había manera alguna de que lo mirara con cara de dolor por aquellas palabras dañinas. Olvidando el asunto dejó que las cosas tomaran su curso natural con el paso del tiempo; a él no le dolían aquellos comentarios, en todo caso le daba pena la probabilidad de que Peter sufriera algún tipo de problema en su hogar porque en una ocasión había leído que las personas tienden a refugiarse en ese tipo de actitudes cuando tienen situaciones estresantes a su alrededor.
Durante el transcurso del último mes de clases las cosas entre ellos se habían tranquilizado, Peter ya no hacía comentarios humillantes, de hecho parecía como si fuera incapaz de mirar al pelirrojo. Lucía como si toda aquella situación nunca se hubiera suscitado y se encontrara dentro de una realidad alterna donde Peter Quill nunca había sido el bully de Scott; lo que terminó de comprobar sus sospechas fue lo ocurrido durante el cambio de clase de ningún día en particular.
— Estorbas marica, muévete. — gritó empujándolo uno de los amigos de Peter mientras trataba de guardar sus libros en el casillero.
— Tienes todo el pasillo libre, no seas imbécil — replicó el pelirrojo molesto mientras veía sus libros en el suelo.
— Déjalo Adam — mencionó el rubio restándole importancia a lo que había sucedido — Lo siento — susurró de manera apenas audible para Scott mientras pasaba a su lado alejándose del pasillo, dejando a un más que confundido pelirrojo que no encontraba razón para aquella repentina disculpa que había recibido.
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Appearances |Starant|
Fanfiction❝La razón por la que hacía aquello era mi propio miedo, la inseguridad de verme reflejado en él. Porque podía reconocer aquellos mechones rojizos complementados con un par de curiosos ojos azules donde fuera, lo peor era que me atraía la idea de des...