Es una falla - Lizkook -

[1]

— Mierda - Dije en casi un grito haciendo que el personal me mirara preocupados -

— Sucede algo, señorita? - Pregunto la Secretaría -

— No, lo siento - Dije para voltear y tomar mis cosas -

Subí a mi auto despidiendo a mis unnies, ellas me miraron preocupadas pero no le presté atención, luego la llamada que temía llegó

- Llamada -

— Diga - Dije en un tono firme pero mi mente estaba en caos -

— Hola, lisa veo que estás bien. Aunque no fuiste capaz de decirme directamente - Dijo con firmeza -

— No creí que importará tanto para alguien que me vendió simplemente - Iba a colgar pero su última oración me petrificó -

— Los Jeons deben estar llegando a Seoul, buena suerte - Así fue como colgó la llamada -

- Fin de la llamada -

Que maldita mierda, es lo peor que pudo pasar, mi anillo en casa y mi esposo sabrá Dios donde, así que decidí llamarlo

— Hola? - Una voz femenina se escuchó en la línea, sólo suspire -

— Puedo hablar con Jungkook por favor - Dije sin que se notará mi molestia -

Pero, porque estaba molesta? No lo sé, y eso lo odiaba

— Conejitaa - Su voz sonaba soñoliento -

— Necesito que vengas a casa hoy - Dije ignorando su apodo -

— No puedo - Su voz cambio -

— No te estoy preguntando - Dije sin dejar intimidarme su voz -

— Estoy ocupado lisa - Dijo otra vez sin ninguna pizca de importancia -

— Tus padres están en casa - Solté de la nada. Y el pego un grito -

— Por que carajo no dices eso antes - Dijo gritando -

— Me da igual, namjoon oppa dijo que no tenías ensayos, por lo que no tienes excusas

— Otra vez Namjoon hyung? - Dijo con tono molesto,pero lo ignore -

— Llegarán en 10 minutos, trata de llegar antes o por lo menos lleva algo como un buen esposo - Dije y corte la llamada, escuchando un *joder* de su parte -

Llegué a casa, y salí casi corriendo del auto. La  mamá  de mi esposo no sabe que nos odiamos, por lo que tenemos que fingir también en casa, hasta que se vallan de casa. Subí corriendo a la habitación de Jungkook, su ropa la tiré un poco en mi cama y puse sus zapatos en la puerta por lo menos debe parecer que dormimos juntos, luego fui a mi habitación y tome los anillos me coloqué el mio y puse el de él en mi bolsillo

Mientras bajaba las escaleras se escuchó la puerta

— Jungkook donde mierdas estás - Dije para mi misma -

Fui a abrir con la mejor de mis sonrisa

— Hola, es un gusto verte querida - Dijo la señora al pasar -

— Hola señora dije con una sonrisa - Odiaba mucho estas actuaciones -

— Y mi hijo donde está? - pregunto mirando a todas partes -

— Señora, el tiene ensayos para su próximo concierto, casi siempre llega tarde - Dije rogando que el maldito no fuese a meter la pata cuando llegara -

— Oh, pero tú no tienes concierto también? Aún así vienes a casa temprano, eres una buena esposa -Dijo otra vez mirando todo -

Hahaha buena esposa claro que sí. Lástima que me guste mas el amigo de mi esposo que mi propio esposo

— Llegué Li... - La voz ronca de Jungkook se hizo presente y me tense -

— Mamá, porque no me dijiste que venías... - Dijo e iba a darle un abrazo pero yo jale su mano el me miró confundido -

— No te molesta que me lo robe un momento, cierto - Dije mientras envolvía mis brazos en su brazo, su mamá sólo sonrio -

— Para nada. Vallan - Dijo haciendo un gesto con la mano -

Lo jale hasta la cocina, cuando llegamos el me soltó

— Que mierda haces? - Dijo mientras miraba para atrás que su madre no viniera -

Sin decir una sola palabra, metí mi mano en mi bolsillo y saque su anillo y se lo di, el iba a decir algo pero no dijo nada y me jalo hacia el

— Suelta..... - No me dejó terminar cuando posó sus labios en los mio, un beso lento tan lento que torturaba -

— Oh, lo siento, no quería interrumpir - su padre había entrado a la cocina y el me soltó -

— Papá!! - El se volteó y me guiño un ojo -

Odiaba demasiado a Jeon Jungkook y en ese momento me lo volvía a recordar....

| 2 años antes |

— Hija, tengo que hablar contigo - Mi mamá me decía mientras se sentaba a mi lado -

— Mamá, no puede ser luego? Necesito escribir esta canción si no mis unnies me mataran - Dije desviando mi vista y volviéndola hacia los papeles frente a mi -

— Cariño, tu papá - No la dejé terminar -

— El no es mi papá, el sólo es el hombre con el cual te casaste - Dije ahora mirándola -

— Callate, el es tu papá y se acabó, y mañana te irás a vivir sola - Dijo ahora mirándome fijamente -

— Y? - Volví a lo que estaba haciendo -

— Te casarás - Todo en mi mente se blanqueo -

— ¿Que? Imposible - Le dije sorprendida levantándome del sofá -

Era imposible, ahora que por fin iba a realizar mi sueño. El viene y destruye lo que volví a construir desde cero. No lo permitiré, jamás lo haré