Capitulo 3

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─ ¿Estás enfermo?

¿Eh?

─ ¿A qué te refieres? ─Mi cara seguro era todo un poema, de verdad, no entendía de qué estaba hablando.

─ Me refiero a que si tienes alguna enfermedad ─Contesto con obviedad. Como si eso respondiera alguna de mis dudas.

─ Eh… No ─Respondí de manera lenta, tratando de averiguar si su pregunta tenía algún otro significado que yo no captaba.

─ Ah, pensé que si ─Dijo regresando su mirada al frente, con intención de seguir prestando atención al profesor, pero yo todavía seguía muy confundido y no pensaba dejar la situación así.

─ ¿Por qué crees que tengo una enfermedad? ─Pregunte llamando su atención.

─Porque eres muy pálido. El color de tu piel no te hace ver muy sano… ¿Estás seguro de que no tienes nada? Deberías ir al médico.

─ …

¿¡PERO QUE MIERDA!?

¡ESTE PENDEJO SE PODIA IR MUCHÍSIMO A LA VERGA!

─ Estas rojo, ¿Te sientes bien?

BIEN ME VOY A SENTIR CUANDO TE PARTA ESE CU-

A ver Yoongi, cálmate.

Inhala.

Exhala.

Inhala.

Exhala.

Si… definitivamente, esto de respirar no sirve para una mierda.

No puedo creer que este idiota me diga algo como eso. Ya sé que mi color de piel no es muy normal, la vida siempre se las ha arreglado para no dejar que lo olvide. Durante toda mi infancia los demás niños se burlaban de mí, poniéndome apodos que hoy en día me parecen muy estúpidos, pero en su momento eran muy hirientes.

El tema de mi tono de piel, es un nervio que no debes tocar si te gusta vivir. Todos mis compañeros lo saben, me encargue de dejarlo en claro después de que un chico de mi clase, Dohyung, intentara bromear diciendo que parecía un muerto y casi le rompo la cara si no fuera porque los demás me separaron de él. Al final de la clase, Dohyung me dijo que solo estaba jugando y se disculpo conmigo, así que pudimos quedar en buenos términos. Después de ese incidente, nadie cometió el mismo error.

─ Oye, te estoy habl… ─Cortó al ver mi expresión. Yo puedo ser muy tranquilo, pero cuando me enojo, parezco otra persona. Su rostro se mantuvo serio, pero en sus ojos destello un sentimiento que no supe descifrar, sentimiento que se fue tan rápido como llego.

Desde ese momento, no volví a hablarle al chico con cara de bebe, a pesar de que ya había pasado una semana. Hoy era lunes y, la verdad, el fin de semana se acabo demasiado rápido para mi gusto.

Había llegado temprano hoy. Solo estaban sentados un par de estudiantes a parte de mí, mientras yo perdía el tiempo pensando en el chico nuevo. Seguía molesto con él, pero no por lo que había dicho, sino porque no había intentado disculparse o arreglar las cosas. En cambio, empezó a ignorarme y eso me hacia enojar.

Vi entrar a Jimin al aula y dirigí mi vista hacia la ventana para no verlo cuando se sentara a mi lado, como había estado haciendo durante toda la semana pasada, pero la silla nunca fue movida. Disimuladamente, inspeccione el salón en su búsqueda.

Él… Jimin se había sentado en otro lugar.

Yo me había quedado solo, otra vez.

Raramente, eso me hizo sentir mal. Jamás me había importado que los demás no se sentaran conmigo, ¿Por qué ahora si?

El salón se fue llenando, poco a poco. Todos dirigían miradas extrañadas a Jimin al verlo sentado en otro lugar que no fuera a mi lado, pero él parecía no inmutarse.

La clase estaba por empezar y todos los puestos se encontraban ya ocupados, excepto el que antes era de Jimin. Jisoo fue la última en entrar. La chica buscaba un lugar donde sentarse, pero su cara reflejo un claro pánico, al percatarse de que el único asiento vacío era el que estaba junto a mí.

Sus pasos eran lentos y pesados, como si no quisiera llegar a su destino. Cuando por fin se encontraba a un lado de la mesa, la vi dudar. Seguramente se estaba debatiendo entre si debía sentarse o no. No entiendo por qué no se sentaba de una maldita vez, ¿Cuál era el problema? No es como si yo fuera un violador pervertido o algo por el estilo, ni si quiera me iban mucho las chicas.

La situación se volvió incomoda y todos los demás estaban observándonos. Los oí susurrar cosas como “Que miedo”, “Yo tampoco me sentaría” o “Pobre, no le queda de otra”, ¿Acaso estos estúpidos no sabían susurrar? Por lo menos que tengan la decencia de hacerlo bajo, para que yo no escuche.

Por fin Jisoo reaccionó, pero lo que hizo no era lo que yo, ni nadie, esperaba. La maldita se había llevado la silla y prácticamente había obligado a sus amigas a hacerle espacio en su mesa. Todos me miraban fijamente y en silencio, esperando alguna reacción de mi parte, pero mi atención se mantenía en el chico de mejillas hermosas que se encontraba unos puestos más adelante. Jimin me miraba con tristeza, ¿Por qué me miraba así?... ¿Acaso estaba sintiendo lástima por mí?... Justo ahora, debía verme como el ser más patético del mundo o por lo menos así me sentía.

Clavé mi vista sobre la mesa, en un intento desesperado por fingir que la situación no me afectaba ¿Tanto me odiaban? No recuerdo haberles hecho nada como para que me trataran así, entonces, ¿por qué me hacían esto? Entiendo que no soy la persona más sociable o simpática, pero no podía hacer nada, no se comportarme de otro modo aunque lo he intentado. De todas maneras, no creo que mi forma de ser sea un motivo suficiente como para que todos me repudien. Simplemente, no me lo merezco.

Mi garganta comenzó a picar y mi vista se volvió borrosa. La impotencia recorría todo mi cuerpo y sentía que en cualquier momento iba a explotar.

No. No podía llorar aquí. No frente a todas estas personas.

De la nada, algo cálido y suave cubrió mi mano derecha, que se encontraba hecha puño sobre la mesa. Al alzar mi vista me tope con la habitual expresión seria de Jimin, pero a diferencia de las veces anteriores, ahora me brindaba una mirada reconfortante y llena de tranquilidad que me hacía creer que todo estaría bien.

Al parecer, mientras yo estaba encerrado en mis pensamientos, Jimin movió su silla hasta mi puesto. Ahora, se encontraba sentado en su antiguo lugar, mientras que con su mano daba leves caricias circulares sobre la mía, con la intención de calmarme. Ya nadie me prestaba atención, puesto que el profesor había llegado hace unos momentos y comenzó a dar la clase. Pero a Jimin eso no le importó, él mantuvo su mirada fija en mi, como si solo fuéramos él y yo. Pude sentir mis nervios florecer ante la situación tan intima en la que nos encontrábamos y un inevitable rubor cubrió mi cara.

¿Por qué Jimin vino hasta mí? ¿Por qué acaricia mi mano? ¿Por qué me mira de esa forma?

Pero lo más importante…

¡¿POR QUE MIERDA MI CORAZON LATE TAN RÁPIDO?!

Tenía tantas dudas, y ninguna parecía tener una respuesta.

Lie《거짓 속에 빠져있어》♡ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora