Capítulo seis.

104 16 1
                                    

Me senté sin decir nada en la silla de la cafetería, al rato se nos acerco una chica. 

Era la mesera, no tendría más de veinte años, cabello rubio, muy delgada, que envidia. La chica no podía quitar la vista de mí acompañante, lo cual no me molesto, si fuera ella estaría de igual manera, supongo. 

- Buenas tardes, ¿qué desean servirse?. -preguntó, sólo mirándolo a él. Él levanto la vista y me miro. Negue con la cabeza, no tenía hambre. No dejaba de mirarme, insistía con la mirada. 

- Un café. - logré decir. La chica asintió y luego miro al ojiverde. ''Lo mismo'' dijo él. 

La chica se fue en un dos por tres y nos quedamos solos, él no quitaba su mirada de mí y eso me incomodaba. Nunca he sido de las personas a las que le intimidan las miradas, es más, siempre fue al revés, yo intimidaba con la mirada, pero ésto es distinto. Es todo lo contrario, me intimidan sus ojos, su mirada sobre mí, me quema. 

- Lamento lo del otro día. - dijo él con media sonrisa. Sonreí sin querer también. Me encongí de hombros. 

- No importa. - dije. 

Y sucedió lo que no quería que pasara, silencio. Y no de los silencios comodos, era un silencio incómodo, me removí incómoda en la silla y mire el lugar, era bonito y cálido. Paredes de color verde oscuro y piso de madera, había una gran chimenea, la cual estaba prendida y hacia que el lugar estuviese caliente, dado que a fuera estaba demasiado frío. 

- Tuve un problema con un amigo, mi mejor amigo. - Dijo él, me miro y levanto las cejas. - ¿Puedo confiar en ti?. - preguntó y me causo gracia. Asentí, después de todo, ¿a quién le iba a contar lo que él me diga?. - Se intento suicidar. - Abrí los ojos como platos. ¡Cuánto sabía yo!.- No pienses mal.

- No lo hago. - respondí. 

- Es adoptado, y hace unos meses su novia fallecio. - Oh Dios mío. - de leucemia, desde entonces desarrollo un tipo de depresión y lo único que quiere es morir, no habla de otra cosa, llora siempre. Me da una tristeza horrible. 

- Te entiendo, es bastan.. - no pude continuar, porque me interrumpio. 

- Es broma, el idiota fue arrestado y tuve que pagarle la fianza. - Me quedé sin habla. ¿Con qué clase de estúpido me encontraba sentada?, digo, ¿quién mierda juega con eso?. 

- Idiota. - logré decir y él rió. La rubia mesera apareció con bandeja en mano y en ella dos cafés, los cuales deposito en la mesa, uno para Harry y el otro en mi lado. 

- Gracias, linda.- Dijo él. Sentí como si tuviera un felino dentro del estómago y rasguñara y dijiera ''no, no y no''.  Tomé un sorbo del café. Agh, asqueroso. Lo corrí a un lado y mire mis manos. - ¿Crees que debería pedirle el número?. -Me preguntó sonriendo.- Es linda, y uff, mira que trasero es ése. - Dijo y mordio su labio. Que asco. 

- Sí, ve. - dije sonriendo. Él se rió y dijo ''No, no lo haré.''- ¿Y por qué lo arrestaron?. -pregunte para imponer un tema. 

- Por drogarse en un lugar público. - dijo como si nada.- ¿Tú te drogas, Charlotte?. -preguntó. 

- No, ¿y tú, Harry?. - pregunte, aunque creo que ya sabía la respuesta. 

- Tampoco. - Rayos, si ésto fuera un concurso de adivinar perdería.- ¿Y qué hacías en el bar ésa noche, Charlotte?. - preguntó y me encongí de hombros, ya lo había olvidado. 

Una canción que se me hacía conocida comenzó a sonar, y él hizo una mueca. ''Espera un momento'', me dijo y asentí, salió de la cafetería y contesto a fuera, se veía enojado. Entro y me miro como diciendo no-sé-si-esto-te-agrade.

- ¿Quisieras acompañarme a la estación de policías?.-dijo rojo como un tomate y reí. Asentí y me pare. Él lanzo diez dólares a la mesa y salimos de la cafetería subimos a su auto y comenzó a manejar. 

                                                                              ◄ ► 

Mire su perfil por varios minutos, por todo el trayecto en realidad, no quiero olvidar ese perfil. 

Luego mire hacia el asiento de atrás, el chico, Cooper, estaba pálido, y a ratos se le escapaba una risa. Por lo que me contó Harry mientras íbamos a la comisaría, Cooper, sí era adoptado, pero aquello no le importaba, me decía que se drogaba porque le gustaba el efecto. 

- Harry, ¿quién es ella?. - preguntó Cooper cuando Harry paro en un rojo.- ¡Es linda! - dijo y toco mi cabello. Que mentiroso. - ¿Cómo te llamas?. 

- Charlotte. - respondí y sonreí. 

- ¿Puedo besarte, Charlotte?. -preguntó él y estiro los labios. 

Harry lo tiro hacia atrás con el brazo y volvió a manejar. Luego de quince minutos nos detuvimos frente a una pequeña casa de color rojo, Harry bajo y luego bajo Cooper, entonces Cooper lo abrazo y entro a la que de seguro éra la casa de sus padres y Harry volvió a subir al auto. Ahora la próxima dirección era mi casa, no nos tardamos mucho en llegar. Cuando llegamos Harry detuvo el auto y me miro con media sonrisa. 

- Sana y salva. 

-Gracias.

- Te besaría, ¿sabes?. 

Oh. Oh. Oh. 

- No, no lo sabía. 

- Pero es la primera cita, no soy una perra. 

- No, no eres una perra, Harry.

- ¿Podría haber una próxima cita?

Reí. 

Quizás, Harry Styles. 

- Me gustaría una segunda cita, luego una tercera, luego una cuarta. 

- Tal vez, nos vemos. 

Dicho eso, me baje del auto y comencé a caminar hacia la puerta para poder entrar a la casa. 

- ¡Eh, Charlotte! - Me gritó y voltee. - Que tú también tienes un trasero que mata. - Y arranco el auto. 

 _______________

Años sin escribir.., exageración. Ojalá alguien lea el capítulo:( creo que no quedo tan indecente. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 11, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Breathe Me |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora