TOXIC ≈juego de la corona≈

Cap.VIII

30 minutos de una plática tan estúpida, la Princesa Adelaida se la ha pasado hablando de ella, ¿Qué no se supone que me viene a conocer mejor? No entiendo su lógica!!.

—Y el Reino ya tiene próxima Reina, Príncipe?— Porque? Porque todas preguntan lo mismo?.

—No aún no encuentro la indicada, pero mi padre ya esta muy encima de mi para que consiga esposa rápidamente — digo sin ganas.

—Eso debe de ser malo!— sonríe —Yo apuesto lo que sea a que no le faltan chicas — me mira como si de un escáner se tratara.

—Pues no! Millones de chicas quieren ser la Reina pero nolose ninguna se a atrevido a....— se escuchan galopes, dejó mi enunciado a medias.

Veo como varios soldados vienen en caballos y detrás de ellos una carroza, no entiendo nada, me levanto de donde estoy y camino hacia donde los soldados.

—Buen día Príncipe Evan— hago una media reverencia.

—Que pasa?— preguntó.

—Hemos encontrado dos cuerpos en la frontera con Irlanda —la Princesa Adelaida se sobresalta —Al parecer fueron a un viaje por esas tierras, según los lugareños, ellos viven cerca del bosque, un matrimonio joven—.

—Entiendo y supongo que los trajeron aquí—asiente—¿Porque?— cuestionó.

—Para reconocimiento— les doy la autorización y siguen su camino.

Reconocimiento? Talvez trabajaron para mi padre o eran familiares de alguien que trabajara en el castillo...

—¿Que se atrevan a que?— Wow esta chica aún recuerda lo que estaba diciendo, esta loca.

—Atrevido a ser menos ellas entiendes? — niega —Ósea que dejen por un momento la realeza, los modales, etc. —digo.

—Quiere a alguien más liberal?—sonríe pícara.

—Exactamente— asiento.

Veo como se acerca demasiado a mi, creó que me besará, no puedo levantarme literal ya esta casi encima de mí.

—Pues a la mierda los modales— susurra demasiado cerca de mi oído.

Sus labios se acercan demasiado a los míos, Dios salvame de esta loca, por un segundo creí escuchar el latir del corazón de Adelaida pero ahora solo escuchó gritos.

Me levanto y veo a Adelaida confundida, no se lo que pasa pero sea lo que sea me ha salvado de besar a la loca.

—Qué pasa?— cuestiona.

—Nolose— contesto —Ven, vamos adentro— me mira pícara, creó que a entiendo mal.

Una vez dentro veo como mi padre habla desesperado con los soldados con los que hable hace unos minutos.

—Tenemos que encontrarlo! — dice.

—A quien papá?— su cara palidece al verme, no se lo esperaba.

—Evan— mira a Adelaida —Princesa Adelaida Mayorquii un gusto volverle a ver— dice nervioso.

—El gusto es mio Rey— hace una reverencia, no puedo dejar que mi padre cambie más el rumbo de esta conversación.

—A quien tiene que encontrar?— digo ya sin carisma.

—Sientate y promete no hacer una estupidez — me esta asustado, asiento y continúa —Los soldados trajeron un par de cuerpos al parecer esposos pero de eso tu ya te enteraste, al llegar preguntaron por alguien y lo llamé, no sabia que esa persona conociera a la pareja, cuando le mostraron los cuerpos el comenzó a gritar y llorar como un loco y salio del castillo sin rumbo fijo — agacha su mirada.

—Bueno y quien era esa persona?—me abraza y al separarse me ve.

—Matteo — no puedo hablar, no puedo escuchar, todo lo que hago es levantarme lo tengo que encontrar.

—Evan!— grita mi padre y salgo de mi transe —Los soldados lo buscarán!—

—Tengo que encontrarlo papá por favor — digo casi de rodillas.

—Esta bien, pero no te separes de los soldados — asiento y veo a Adelaida muy confundída, me despido de ambos y le pido a mi padre que le explique la situación.

Corro hacia el establo donde esta Rainbow, un soldado ya le a puesto el asiento, monto rápidamente y comienzo a avanzar.

—Hacia donde Príncipe?—cuestionan.

—Hagamos cuatro grupos, cada uno buscara por el punto cardinal elegido, yo iré hacia el norte— varios soldados vienen conmigo.

Comenzamos a galopar, siento haber visto este lugar antes, pero aún no lo recuerdo bien.

Avanzamos y veo como un arroyo esta frente a nosotros ¡Es donde conoci a Matteo! Algo me dice que esta cerca de aquí.

—Vamos chicos —grito y avanzamos aún mas rápido.

Llegamos a una gran roca, no hay nada más, solo bosque y una cabaña a lo lejos muy bien protegida, estoy apunto de darme la vuelta para regresar cuando escuchó una voz muy familiar.

—Perdoname— el sonido es débil
—Perdoname Darcy— Darcy ¿Quien es Darcy?.

—Chicos lo hemos encontrado vuelvan con los demás al castillo, yo pronto llegare con Matteo— obedecen y se alejan.

Bajo de mi caballo, y lo sujeto a un árbol, comienzo a caminar de donde hace un segundo escuche la voz.

—Disculpame Darcy— su voz vuelve a sonar.

—Matteo?— escucho como se pone de pie rápidamente.

—Evan que haces aquí?— dice limpiando sus lágrimas y mostrando una sonrisa falsa.

—Te vine a buscar, no sabia como te encontrabas— sus ojos brillan.

—Pues estoy bien— dice con una gran sonrisa pero he vivido mucho tiempo en una familia disfuncional, se muy bien como se ven las sonrisas falsas.

Me acercó a el y le abrazo, escucho como rompe en llanto, me duele verle así, el no tiene la culpa de todo lo que le esta pasando.

—Porque a ellos?— dice entre lágrimas —Yo debería haber muerto en vez de ellos!— le abrazo más fuerte

—No digas eso, tu no tienes la culpa Matteo— le trató de consolar.

—Claro que la tengo— se separa —Yo soy el culpable de todo, de la muerte de Darcy y de mis padres!! — llora.

No se quien es Darcy, pero era la persona con la que hablaba hace un momento.

—Oh vamos no seas tan duro contigo mismo!— seco sus lágrimas.

—Lo mismo me decía Darcy y ahora esta muerta!— grita y al momento cae de rodillas en el suelo, se escucha como llora desconsolado, me siento a su lado y le abrazo.

—Quien es Darcy?— logró decir.

Sus ojos rojos se posan en los míos, me ve con profunda tristeza, temo a que diga algo que no quiero escuchar.

—Darcy era la persona más maravillosa del mundo—sonríe —Ella me pidió que cuando muriera la enterrara en nuestro lugar de juegos y lo cumpi— señala a la cabaña.

—Hace cuanto murió?— me mira.

—Hace un año, exactamente hoy, por eso mis padres regresaron antes de tiempo, para venir a vistarla a su lugar de juegos— llora.

—Debiste amarla mucho— un nudo se hace en mi garganta.

—Claro que si, ella me apoyo en todas mis facetas, me ayudo a crecer y a ser la persona que soy hoy— sonríe. —Su canción favorita es aquella que cantaba cunado te conocí — llora.

—"Tu canción", la recuerdo bien— le sonrio.

—Era la mejor hermana del mundo—