¿Aun eres mi amigo?

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Continuidad... disfrutenla y espero y les guste.

Alexander lightwood jamás culpó a Magnus por encontrar cobijo en los brazos de otro hombre, en gran manera el mismo tuvo la culpa de que él se haya ido; no es el mismo caso con Jonathan Herondale, el siempre procuró tener una estrecha relación de amistad con su amigo, jamás pensó que dejar a Jace cuidando de Magnus el traicionara su amistad y en vez de darle protección y cariño amistoso dejó que se enamorara de él, es una traición y rencor que le costará mucho olvidar.

Noche tras noche Alexander se lamentaba en su gran y solitario Loft la perdida de Magnus, copa tras copa lleno de un rico y abrazador wiskey tocaba sus labios mientras veía las fotos de sus viajes, de su luna de miel e inclusive de su boda con Magnus, hasta la foto del pequeño Presidente Miow veía ya que el pequeño gato se fue con Magnus. Mientras tanto amor es lo que se respiraba alrededor de la relación naciente de Jace y Magnus, viajes y noches candentes era la algarabía para la felicidad de Jace, el caía más y más en el engañoso juego del amor muchos te amos dichos por él, pero solo te quiero recibía de parte de Magnus, él sabía que algún día él le logrará corresponderle las palabras, aunque quizás nunca pase.

Cinco años después Alec se encontraba en una banca de central park leyendo su libro favorito historia de dos ciudades, la literatura clásica siempre fue su favorita y más los libros de Charles Dickens, pero más ese libro, sobre todo porque ese libro se lo regaló un desconocido de aquel entonces, hace casi 9 años aún recuerda como aquel extravagante y guapo hombre lo invitó a salir con solo regalarle un libro a un desconocido, fue gracias a ese libro que conoció a Magnus Bane.

-Sabe hace casi 10 años a un apuesto y timido hombre le regalé ese libro para invitarlo a salir – dijo una voz a su costado, Alexander por la sorpresa voltea inmediatamente su cabeza y allí sentado alado de él está el aun amor de su vida – Magnus – susurró

-hola Alexander – respondió Magnus. Despues de ese encuentro  no se volvieron a encontrar.

6 años Después

《 Ya han pasado seis años, son las dos de la tarde y está lloviendo como la primera vez, en esta carta quiero dejarte todo mi amor y decirte gracias por haberme ayudado, por haberme entendido, son las dos de la tarde y sigue lloviendo como la primera vez y quizás por eso me cuesta tanto... decir adiós...

Tu amor y amigo M. Bane.》

La cafetería Idris se encontraba semivacía, Jace sostenía la carta que le dejó Magnus antes de irse, el está  desesperado, lo quiere de regreso, sin Magnus el se considera perdido, minuto tras minuto, hora tras hora y día tras día leía la carta desde que el se fue hace casi un Mes atrás.

Se sacude el cabello en señal de nerviosismo, sus mejillas se hallan sonrojadas, se le puede observar como sus ojos estan irritados y brillosos, pero no un brillo de plena felicidad, no, un brillo triste, desanimado, un sentimiento de soledad que está empezando a nacer en su vida, las lagrimas se quieren desbordar de esos ojos que una vez vieron el amor.

Jace alzó la cabeza y se topó con unos ojos que el conocía a la perfección,  Alexander... pensó,  ambos siendo piezas sel juego del destino se hallaban en el mismo lugar en el que su amistad terminaba, Alexander queria huir y no toparselo, Jace predijo sus movimientos y lo llamó antes de que se fuera y Alexander viendose sin el coraje de huir se acercó a donde Jace se contraba sentado.

seis años que no se han visto y tenían mucho de que hablar.

- Que pequeño es el mundo,   Alec amigo, el destino quizo que  pudieramos volver a  encontrarnos despues de 6 largos años en el mismo lugar... lugar en el cual una bonita amistad de muchos años terminó.- decía Jace con aire melancólico.

- Sabes... soy como un vagabundo, sin sentido alguno, con una vida que me imaginé feliz está ahora llena de dolor - contó Jace a Alec.

Jace suspirando y haciendo una pequeña risa sarcastica continuó - él se ha ido amigo, tambien lo he perdido, ahora puedo comprender el dolor tan profundo que te hice pasar-

- Lo siento por ti viejo amigo - consoló Alec, - esa clase de amor es imposible de olvidar, yo lo sé muy bien, amigo mio lo siento en verdad, se que has perdido a un hombre maravilloso y atento - dijo Alexander posando una mano en un hombro de Jace, trantando de proporcionarle pequeños golpes de consuelo.

Jace en un rapido movimiento quitó la mano de Alec de su hombro y la sostuvo  diciendo - ¿Aún me guardas rencon?- pregunto.

- no... ya no lo hago- respondió Alec con una pequeña sonrisa tranquilozadora.

- Entonces Alec,  si aun eres amigo mio hazme solo un unicó favor -  dijo Jace - ¿Cuál? - respondió Alec imaginandose lo que Jace pediría - ayudame a buscarlo Alec, por favor... te lo ruego - pidió Jace...











Cerca de Central Park en un edificio lujos, Magnus se encontraba leyendo en la terraza del Loft, tenia una hermosa vista de Nueva York  y del Central Park mismo, tomando una copa de Martini, pasaba a la siguiente pagina de su libro, al pasarla observó una foto, dejando el Martini en la mesa prosiguió de inmediato en sostener la foto, cerró el libro no sin antes marcar la  pagina por donde se habia quedado y se quedó un momento observando la foto.

En la foto hay tres personas posando para la foto y atras de ellos una multitud de gente, todos ellos.cubiertos por abrigos  y gorros, el escenario era nocturno y luminosi Time Square, se observaba una pantalla gigante que proyectaba el momento en que marcaria las 12 am para celebrar el año nuevo, en esa foto habia una pareja y el amigo de esta, los tres felices sonriendo,  Jace y Alec sosteniendo a Magnus acada lado de su cintura, en ese instante no se le hacia extraño el comportamiento de Jace, no podia, estaba profundamente enamorado de Alexander, pero ahora sabe que ese comportamiento de Jace no era el adecuado, no.cuando su novia de aquel entonces tomaba esa foto. Sonrio con nostalgia y un pequeño calor en su pecho apareció cuando vió a Alec y Jace, se detuvo uno momento a ver a Jace, se sentía un poco triste al observarlo sonreir.

- Adiós Jace, ojala que tengas suerte si no vuelvo a verte - le hablo Magnus a la foto - perdoname porque sin querer te hice daño...  se que algun dia logrará entenderme y sabes que, aunque no me escuches, espero que seas muy feliz como lo he sido a tu lado. -  terminó de decir Magnus mientras se limpiaba algunas lagrimas que había soltado.

- ¡Cariño estoy en casa! - gritaron desde la sala - ¡Ya voy cielo! - respondio Magnus, él se encaminó a la sala y recibió a su novio con un beso lleno de amor y esperanza.

- ¿Qué tal te fue hoy? - peguntó Magnus - aghh, duro y dificil - contestó -  ¿ me quieres contar? - preguntó Magnus, - por su puesto, sabes que te cuento todo, me doy una ducha y lo platicamos comiendo helado, ¿te parece?- preguntó su novio - perfecto mi amor anda - respondió Magnus - eres el mejor- respondió su pareja, dandole un beso rapido y se encaminó a la habitación para bañarse, Magnus lo observó irse y sonrió, no se arrepentía de nada...












Desconcertado es como Alec se encontraba, por el descaro de esa petición de Jace.

- Ayudame a encontrarlo hermano del alma - rogó Jace - ¡olvidate de el! -exclamó Alec - olvidate y empieza de nuevo, si yo lo he conseguido, tu puedes hacerlo Jace.

-  ¡Ay! por favor Alec ayudame a encontrarlo, te ruego hermano - seguia pidiendo Jace ya con lágrimas en sus ojos

- ¡ ¿Qué no ves Jace?, todo esto es una locura Herondale!, despues de lo que  hiciste me pides ayuda... - contesto Alec un poco alterado pero tratandose de calmar.

Más calmado, y decidido, tenia que contarle lo que sabia, era lo mejor.

- escuchame un segundo... Jace - dijo Alec serio - No pensaba encontrarte, amigo del alma, Pero ya que estamos aquí, ya no me puedo ir sin decir la verdad - continuó, Jace lo veía con ojos espectantes y ansioso por lo que diria.

- Aunque el dolor sea profundo, sigue mi consejo y trata de olvidarlo, porque desde el día en que te ha dejado. . . - continuó diciendo

- A mi lado está...- soltó Alec Jace abrumado por la noticia abrió muchos los ojos  empujó a Alec  y salió de la cafetería.

Llegó a su departamento y gritó todo lo que pudo, estaba destrozado, el karma por fin le llegó, a manos de la misma persona de quien peor traicionó...

FIN...



Por ese hombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora