La perdida, nunca nadie la quiere en la puerta

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Cuando pierdes a alguien sientes en el pecho un vacío, tu corazón tiene un agujero, es como si fuera un agujero negro que va chupando todo, y sientes que las pulsaciones aceleran cada vez más hasta que no puedes respirar, pero metafóricamente no sientes los latidos, te sientes muerta, sin sangre recorriendo por tus venas. Amarrada al dolor, una fiel ancla que está y se presenta cuando menos queres, cuando menos esperas y cuando menos preparado estas. Durmiendo, levantándote, apunto de dormir, en clase dando una lesión oral, esperando el colectivo. Viéndote tan lejos y sintiéndote cada vez más inalcanzable.
Hay lesiones que son las mas dolorosas de entender y aún más crueles que aprender. Dicen que así debe ser es un ciclo y que todo tiene un fin, me gustaría poder sentirlo de ese modo.
Pero perder a alguien no es lo mismo a perder otra cosa que sabes que puedes hallar, es un daño irreversible sin vuelta atrás, sin despedida y sin una carta que  espera ser leída. Todos sentimos y aveces en extremos, aveces demasiado y aveces nada, aveces odias a una persona y no te interesa que este y otras veces amas a una persona y sentís que no podes vivir sin ella. A veces tu vida tiene sentido, ponerte a prueba y cambiarte, es como si te prepararas para un examen en donde te sabías el libro de memoria y aún así fallaste, ¿Que es lo que me falto decir? Saber que no puedes volver atrás a cambiar algo para aprobar, esa incertidumbre y sed inagotable de querer regresar antes, cambiar algo, una visita, un llamado, un "te quiero y espérame que ya voy". Tal vez fue mi culpa, tal vez no pero lo que sabes con certeza es como se siente el estar ahora y no poder decirlo, decir esas palabras reflejando la importancia de tu compañía, lo sabías pero tenía que decirlo de todos modos, tenía que hacerlo.
No somos rocas, no somos hielo, no somos fuego ni somos intocables. Todo nos llega de distintas maneras pero toca, empuja fuerte una vez que caes en conciencia, te pincha y te sangra, te deja una cicatriz que no quieres mostrar pero sabes que está ahí y así se va a quedar.
Apegada a tu alma y esencia como una pulga chupando sangre, junto a mis pesadillas siempre va a estar. Se siente real e imparable, pero se siente vivo sin extinción, aveces más aveces menos. Solo quiero decirte que te quiero y eso nunca va a acabar.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2018 ⏰

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