4.- Furia.

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Al ir a la cocina y terminar aquel remedio para este, tome el vaso y cuando salia de la cocina vi una nota en la heladera, que decía.

“Jackson, hijo, no llegaremos esta noche a casa, quizás lleguemos después de tu competencias, tenemos negocios en Corea hijo, deje dinero suficiente para ti si es que no puedes cocinar, cuidate, Te amamos.

Atte; Tu mami”

Era extraño que mi madre dejará a cargo la casa, nunca lo hacía pero solo sé, que ocurre algo extraño.

Algo muy extraño.

Deje la nota encima de la mesa después de leerla para llevarle aquel remedio a Jaebum, lo movi y salto de golpe asustado.

¿Te encuentras bien?

Pregunté mirando al chico mientras dejaba aquel remedio en la mesa de centro.

Oh, si solo que me asuste, es todo.

Me dedicó una leve sonrisa, le entregue el remedio y agradeció, dando un sorbo a este.

¿Que hora es Jackson?

Preguntó dejando aquel vaso de lado. Se acomodo en el sofá arreglando su cabello que estaba mojado y un poco desordenado.

Mire el reloj de mi pared, y vi que eran las 9 pm. Vaya el día a pasado demasiado rápido.

Son las nueve de la noche, puedes quedarte aquí.

Sonreí, aquel me miro levantando una ceja y preguntándome.

¿Y tus padres?

Di un suspiro y me encoji de hombros para luego sentarme al lado de él.

Pues salieron por negocios y no volverán hasta quizás cuando.

El chico asintio y tomo un último sorbo de su remedio para luego volver a agradecer devolviéndome la tasa.

Recibí la tasa y luego fui a la cocina para lavarla, secarla y guardarla en su lugar correspondiente.

Fui de nuevo a la sala para sentarme en el sofá. Sentí la mano de Jae acariciar mi pierna haciendo que me poniera nervioso.

Me miro, nos miramos al mismo tiempo.

Jackson, ¿estaremos solos?

Dijo cuando se acerco a mi a susurrarme en mi oído, un escalofrío sentí en mi cuerpo. Cuando me susurro recordé aquello pasado en el centro comercial, eso marcaría mi vida por años.

Sí, Jae.

Dije con mis labios sobre su cuello para dejar un beso en este, su respiración se sentia en mí oído, sus manos rodeaban mi cuello y nuestras mirada se juntaron.
Comenzamos a acercarnos cada vez más, acercó sus labios a los mios, susurrándome cosas que podían pasar esta noche.
Sentí algo sobre mis labios y moverse sobre ellos, que era lo que estaba pasando.

No, no podía pasar esto nuevamente. 

Me había besado.

No había mucho que decir, nuevamente nos comenzamos a besar y la verdad se sentía bien.

Lentamente comenzamos a aumentar el beso, cada vez se fue haciendo intenso, mordió su labio inferior y deje entrar su lengua en mi boca comenzando a hacer una “guerra” de lenguas.

DADDY - ᴊᴀᴄᴋʙᴜᴍ/ᴊᴀᴇsᴏɴ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora