SUEÑOS Y LETRAS - CANCELADA

Capitulo 26: "¿¡El es mi amor anónimo!?"

Álvaro P.O.V

La vi, la vi entrar a su apartamento con las flores y la carta, la miré a los ojos, pues vio a mi puerta, no sé si sintió que la estaba mirando, pero eso no me preocupa, sólo quiero saber que pensó con la carta, ¿Será que se habrá emocionado? Necesito saberlo, necesito seguir con esto. Pasaron las horas y yo dormí tranquilo, seguramente por haber hecho lo que hice, aunque espero que me haya salido todo bien, me lavé la cara y me peiné, para al final volver a mi rutina, ver por la mirilla a ___ a ver si sale o algo parecido, cuándo lo que vi me impactó; La vi salir arreglada, con un bolso pequeño cruzado, comer un donut y caminar hacía el ascensor, ¿Será que lo que le escribí, funcionó? ¿Fue a trabajar de nuevo a la cafetería? me arreglé como pude, estaba nervioso, obviamente no me aparecería por ahí de repente, la vería de lejos, sólo quiero asegurarme de que si fue ahí, y si lo que escribí para ella había funcionado, saqué a Matt ahora más temprano, para aprovechar y verla, bajé y efectivamente estaba en la cafetería, la miré, estaba poniéndose ese delantal con el que se veía hermosa, sonriendo a los clientes y hablando con ese tal Danniel, me sentí contento, había logrado algo, en ese caso, tendría que seguir con eso, y seguir buscando que más decirle en aquellas cartas "Anónimas".

___ P.O.V

Llegué al trabajo con mi jefe, disculpándome con él y por haber dejado el trabajo tan repentinamente, aceptó mis disculpas y me aceptó de nuevo en su café, vi a Danniel, demasiado animado, fue gracioso, ya que lo primero que hizo al verme fue abrazarme y decirme que estaba contentísimo de verme tan bien, la mañana se pasó volando como siempre pasa en un trabajo como este, hasta que un chico,  de más o menos 22 años, cabello castaño, bien peinado, pero no parecía que se haya peinado con gel, con barba apenas creciendo, debo admitir que era atractivo, estaba sentado en la mesa más escondida en una esquina, me miraba, con un libro en la mesa, y con sus lentes puestos, que eran un poco en plan hipster, camisa a cuadros y pantalón negro con botines café, me acerqué sonriendo, como le sonrío a todos mis clientes

-¿Ya ha pedido algo?-pregunté amable, él sonrió

-No, pero que bueno que has sido tú la que ha venido a por mi orden-sentí que mis mejillas ardían, otra persona que no era Álvaro acaba de decir algo lindo para mí

-Bueno, sólo somos dos y mi compañero está atendiendo a una señora-le regresé una sonrisa

-Pero las cosas, por mas insignificantes que parezcan, pasan por algo, ¿O me equivoco?-Dijo mirándome fijamente

Bueno, eso si, pero.. entonces, ¿Vas a pedir algo?-le dije, mientras pasaba por detrás de mi oreja un mechón de cabello

-Si, un frappé, de cajeta, por favor-desvió su mirada a su libro

-Y tu nombre es..?-dije nerviosa, no quería interrumpir si ya estaba leyendo

-César...-me miró-tú cómo te llamas? Tienes cara de que te llamas, mmm... ¿___?..-me miró aún pensativo, ¿Acaba de decir mi nombre? ¿Pero... cómo? 

-Pues... si, aunque no lo creas, así me llamo-sonreí nerviosa, el rió fuertemente

-¿En serio? ¡Prometo que no sabía nada!-volvió a reír

-Pues vaya que es raro-reí-pero bueno, tengo que ir a trabajar-sonreí de nuevo, aunque todavía un poco avergonzada-ahora te traigo tu capuccino

-No, frappé-dijo mirándome 

-Ah si, lo siento-reí nerviosa-tu frappé, si

-De cajeta, para César, no lo olvides-rió de nuevo, asentí y me dirigí al mostrador de nuevo

Comencé a preparar su frappé, inventándome una canción en la que decía "lalala frappé lalala cajeta lalala para carlos lalala" para que no se me olvidara e hiciera algo vergonzoso. Terminé el frappé, le puse el nombre en el vaso y le llamé por el micrófono