Carmesí Parte 5

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Advertencia: Lime, escena que puede ser perturbadora, anti-Sakura, lea bajo su propio riesgo, se recomienda discreción.

Al día siguiente, Konoha estaba conmocionada, la muerte de aquellas jovencitas era la noticia principal mientras las familias de ambas trataban de esclarecer el asunto y no creían que sus hijas fuesen capaces de hacer semejante acción.

Todo era un caos, primero la muerte de la primogénita de los Hyuga, ahora la primogénita de los Yamanaka y la muerte de Karin Uzumaki, Sakura quedó impactada ante la noticia y dudaba de que ellas se hubiesen atravido a hacer algo como eso, sabía que Ino era fan de esas cosas, pero, de eso a suicidarse, era algo que no creía posible, sin embargo, todo apuntaba a que eso era lo que había ocurrido y la pelirrosa se lamentaba por haber perdido a sus amigas de esa trágica manera.

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Había pasado un mes de aquello y el asunto de la muerte de Karin e Ino había quedado cerrado dictaminando que efectivamente había sido suicidio, aunque quedaban muchas dudas como la inusual falta de sangre y unas pequeñas perforaciones en el cuello de ambas, sin embargo, se reportó que era parte de lo que fuese que estuviesen haciendo esas chicas ese día, quedando zanjado el asunto.

Los chicos de Konoha ya no eran los mismos al haber perdido a tres de sus preciadas compañeras y amigas, Sakura fingía que el asunto le seguía importado pero ya había superado aquello y le daba poca importancia, al final había optado por aceptar el reporte oficial de la policía y creer que sus amigas habían ido más allá de los juegos que solían hacer y habían optado por un camino muy poco ortodoxo, empezando a llevar su vida con normalidad después de una semana, no obstante, debía guardar las apariencias ya que era muy cercana a ellas, acaparando la atención y los mimos por parte de la población masculina y las demás chicas de su salón de clases compadeciendola.
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Cierto día Sakura caminaba por la noche muy enojada por haber sido plantada por un universitario, cuando de pronto vio a un chico extremadamente guapo con los ojos negros como el carbón, pensó que sería su oportunidad de atrapar a un buen partido y fingió caer cerca de él para ser atrapada por éste, el hombre la miró un rato y ella comenzó a hacer su papel de chica buena, coqueteando descaradamente con el hombre que parecía llevarle el juego, haciendo que la acompañase hasta su casa y despidiéndose descaradamente de él.

Al día siguiente se lo volvió a topar y siguió con su coartada de chica inocente, repitiendo éste patrón por un mes.

Siempre lo veía de noche porque aunque él no hablaba le había dicho que de día estaba muy ocupado y no podía verla, cosa que a ella inusulmente no se le hizo extraño.

Había pasado otro mes con el mismo patrón decidiendo la chica que quería algo más, así que sin consultarlo rento un apartamento alejado de la casa de sus padres y la noche que vio al "hombre misterioso", le dijo que ella quería ser su novia y que era una mujer independiente mientiendo descaradamente sobre su edad, invitándolo a pasar todas las noches que quisiera con ella, dejando así su carita de inocente y pasando a una personalidad más "permisiva".

El hombre no había aceptado ser su novio pero ella lo había tomado como un sí ya que él nunca le dijo lo contrario, más sin embargo paso otro mes y él no pasaba de la puerta de su apartamento, así que a ella se le ocurrió la grandiosa idea de decirle que fuesen a vivir juntos, pero él volvió a ignorar sus insinuasiones, haciendo interesar más a la chica la cual se estaba enamorando de él.

Paso otro mes y el hombre misterioso le había por fin tomado la palabra, "yendo a vivir con ella", sin embargo, pese a lo que ella pensaba, él no le había hecho ninguna caricia, ni dado ni siquiera un beso, yendo solo de noche y desapareciendo de día, incluso trató de seguirlo pero  siempre lo perdía y al preguntar por él nadie nunca había visto a un sujeto con su descripción, se le hacía extraño pero aún así no le importaba, él era justo lo que buscaba, guapo, atlético y mayor, así que no queriendo perderlo, una noche se vistió provocativamente para él pero éste ni siquiera se inmutó, solo hizo lo de siempre y trató de llevar la conversación a otro sitio y después desapareciendo en el otro cuarto que había en la casa, dejándola sola y deseosa, pero no se rendiría, sabía que tarde o temprano acabaría cayendo en sus encantos.

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