Mientras estaba ahí en la orilla tirado al lado de Andreina no pensaba en nada mas, vi morir a la que iba a ser mi esposa, y yo aquí desangrándome, veía con dificultad a los hombres marchándose a lo lejos, ¿por que me dejaron vivir? ¿Por qué aun no estoy muerto?. Al cabo de un rato empecé a escuchar sirenas, no distinguía si eran de los policías o alguna ambulancia. Estaba perdiendo mucha sangre y solo sentí cuando me cargaron y subieron a una camilla. Mi visión se nublaba, veía la parte de adentro de la ambulancia y algunos rostros moviendo sus labios. Tenia un respirador en mi boca y trataban de reanimarme para estabilizarme de camino a algún hospital cercano. No recuerdo en que momento la ambulancia perdió el control saliéndose del canal vehicular y cayendo del puente hacia un rio. Todo se empezó a llenar de agua. Yo estaba atado a la camilla, con un golpe en la cabeza que me dejo inconsciente y sin opción de nada. Esta vez iba a morir.
6 meses después desperté en un hospital. No recordaba quien era, no sabia mi nombre, no sabia porque estaba aquí. Uno de los doctores dijo que había estado en coma por un accidente en una ambulancia y por suerte desperté. Por esa razón era mi perdida de memoria, la cual poco a poco con ayuda podría ir recuperando. Me contó también la razón porque venia en esa ambulancia. Un ataque directo de un grupo Ruso que dejo 130 muertos y al menos 35 heridos. Me comentó que a diario venia un hombre a visitarme. Esperé a que apareciera ese día. Un hombre blanco, de cabello negro y ojos marrones entro.
---- ¡QUE MIERDA! ¡ME DUELE VERTE ASI! ---- decía
Abrí mis ojos y pregunté
----¿Quién eres?
Sus ojos se abrieron con suma alegría y algunas lagrimas.
----¡DESPERTASTE! ----dijo emocionado---- ¡SOY YO, JUAN! ¡LA UNICA FAMILIA QUE TE QUEDA!
----¿JUAN? ----pregunté confundido
----¡Se que perdiste la memoria, pero quizás esto te ayude en algo! ----agregó.
Me puso un video en su celular donde estaba acompañado de el, una mujer a su lado y una mujer junto a mi. Varios fragmentos del pasado con el vinieron a mi cabeza.
----¡JUANSITO! ----dije
----¡Si hermano, soy yo! ----dijo mientras apretaba mi mano---- hay mucho que contar y del cual hay que ponernos al día, pero primero ayudarte a recuperarte---- finalizó.
Dos semanas después me dieron de alta en el hospital. Juansito cuidaría de mi. Llegamos al apartamento donde nos quedaríamos. Durante esas dos semanas que siguió visitándome me conto varias cosas y algunas pude recordarlas. Después de varios días en el apartamento me dijo que pudo recuperar alguna de mis cosas que habían quedado en la playa y que tenia la policía. Agarró mi teléfono y puso a reproducir el ultimo video que grabé. Veía lo que había pasado en esa playa, veía gente morir, me escuchaba gritar por alguien, y vi como le disparaban a esa mujer. ¡ANDREINA!. Me quedé inmóvil y recordé todo perfectamente como sucedió, recordé lo que había pasado antes, mi mente volvió. Mis lagrimas caían mientras lloraba de impotencia, era mas difícil, dolía mas recordar de nuevo todo. Al día siguiente Juan se sentó frente a mi y me contó porque había pasado esto.
Al matar a Diego por tomar venganza de la muerte de mi hermano hicimos lo peor, Diego no era un hombre, eso lo sabíamos, era una organización que trabajaba para la DEA, eso también lo sabíamos, lo que no sabíamos es que era una operación fuera de la jurisdicción de esta agencia que trabajaba clandestinamente para proteger la droga y darle total inmunidad a cuatro mafias que respaldaban con dinero esta operación para su beneficio colectivo. Los Rusos, Los Chinos, Los Gringos y Los Árabes. Alguna de estas mafias supo de la creación de mi droga, el Magnum, la cual ya no existía y la formula exploto con Diego en ese auto la ultima vez que lo vimos. Eso era lo que querían para lucrarse mas, pero nunca lo tuvieron.
YOU ARE READING
Debi Morir
ActionSecuela del libro -DEBIERON MATARME- Daniel luego de recuperar su vida con Andreina deciden viajar a Ibiza, un paraiso tropical para empezar de nuevo, pero pronto las deudas del pasado vendran a saldar las cuentas y no habra manera de escapar esta...