Drake Russell entro corriendo a la sala de espera, el lugar estaba casi desolado y un ambiente tétrico llenaba la sala.
Regulo su respiración y se acerco lentamente al escritorio de la enfermera.
Era curioso ver a un hombre con su apariencia a punto de vomitar, preso de los nervios.
Al otro lado del escritorio la enfermera le sonrió cálidamente.
- ¿En qué puedo ayudarle?
-Me informaron que mi hijo esta por nacer en este hospital- respondió todavía inquieto.
-Claro, ¿me puede decir su nombre?
-Drake Russell.
Inmediatamente la sonrisa de la enfermera se borro y miró al hombre al otro lado de su escritorio con pena y tristeza.
-Permítame un momento, llamaré a mi superior.
Drake asintió y vio como la amable señorita se retiraba lentamente, sentía el corazón en la garganta, aún recordaba su reacción cuando camino a una importante reunión del consejo recibió una llamada, primero se sorprendió mucho ya que su relación con esa mujer termino en muy malos términos y ambos juraron no volver a cruzarse jamás.
Pensó en ignorar la llamada para evitar problemas, pero después de un instante su curiosidad pudo más y decidió contestar.
Lo que le dijo la persona al otro lado de la línea lo dejo de piedra, iba a ser padre, no lo podía creer.
Todavía en shock Drake dio la vuelta al auto y tomo rumbo al hospital de la ciudad.
Cuando llego se bajo del auto en una especie de trance y ahora se encontraba solo, de pie en la sala de espera, a solo unos metros de donde estaba la mujer que más odiaba y una de las personas que más llegaría a querer.
Unos minutos después la enfermera volvió acompañada de un señor con rostro cansado, gafas y cabello casi blanco, la expresión de ambos lo puso inmediatamente alerta.
- ¿Es usted el señor Drake Russell? -pregunto el doctor.
-Así es, ¿pasa algo? -lastimosamente nada podría preparar a Drake para lo que estaba por venir, al fin y al cabo, aunque se entero de la existencia de ese niño hace unos minutos, ya sentía que lo quería con todo su corazón.
-La señora llego con un estado de embarazo bastante avanzado- comenzó el doctor con voz monótona- pero por razones que aún desconocemos sufrió una hemorragia, hicimos una intervención inmediatamente, pero era un procedimiento muy difícil y la vida de ambos corría peligro, así que se le pidió a la madre que firmara unos documentos indicando quien sería la prioridad y ella indico que pusieran su vida por sobre la del bebe, aunque tratamos de salvarlos a ambos hubo complicaciones, la madre perdía mucha sangre y nos estábamos quedando sin tiempo, así que detuvimos la hemorragia de la señora, pero la niña se quedo sin oxigeno y no sobrevivió, lo siento mucho.
El mundo se detuvo, todo a su alrededor se quedo en silencio y un sudor frío lo recorrió, un molesto sonido de instalo en sus oídos y la vista se le torno borrosa, la expresión de incomodidad del doctor y la de lastima que tenia la enfermera lo trajeron de vuelta a la realidad.
Las palabras se repetían en su cabeza una tras otra, sin tener congruencia alguna, pero una resonó con mas fuerza que el resto, niña, iba a tener una hija, una adorable pequeñita, pero esta murió sin que él pudiera hacer nada.
La ira lo recorría y peleaba con la impotencia y la tristeza, por gobernar en su cabeza, era uno de los seres mas poderosos del planeta y no pudo hacer nada por salvar a su pequeña bebe, a su hija; no pudo tenerla entre sus brazos y decirle lo mucho que la quería, porque a pesar de todo ya la quería; decirle que la defendería de todos sin importar que y que jamás la abandonaría.
Lágrimas de frustración y tristeza se deslizaban por su rostro, por primera vez estaba haciendo lo que alguien de su posición no se podía permitir, llorar en público.
Salió del hospital sin siquiera preguntar por el estado de la madre, ya nada le importaba y ahora mas que nunca estaba decidido a no volver a cruzarse con esa bruja, que lo único que había hecho era destruir su vida.
Él había cometido un error y el destino decidió cobrárselo arrebatándole a la pequeña que probablemente se convertiría en una de las personas mas preciadas de su mundo junto a su otro hijo.
Drake sentía el corazón destrozado mientras se alejaba lentamente del hospital donde dejo una parte de su alma, conforme avanzaba, maldecía al destino por ser tan cruel y traicionero sin saber que este lo estaba escuchando dispuesto a hacerlo tragarse todas sus palabras.
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Enseñándote a querer
Werewolf¿Qué sentirías si te dijeran que toda tu vida siempre a sido un engaño? Alma Ross descubrió que vivió en un infierno durante 19 años y nunca trato de hacer nada porque pensó que era normal vivir así. En su vida solo conocía el dolor y el sufrimiento...