¡Es mío!|Yoonmin

II

Bajé corriendo las escaleras del edificio gracias a que los elevadores están en mantenimiento.

De los 365 días que hay tuvieron que escoger hoy, justamente hoy.

Los detesto.

Y si, estoy llevando los tontos tenis blancos que están algo sucios, sin embargo antes de salir agarré un paño y el limpiado de ventanas para poder hacerlos ver más presentables, no es la mejor decisión de mi vida pero ya no dispongo tiempo.

Ya saliendo del edificio pude notar un taxi vacío, limpio, bonito y listo para llevarme a mi entrevista.

GRACIAS SER OMNIPOTENTE.

A punto de abrir la puerta de copiloto, en la manija, una mano se asienta al mismo tiempo que yo.

Levanto la mirada y veo a un chico de cabello negro, y piel pálida con ojos pequeños y felinos mirándome.

—¡Yo lo vi primero!— intenté quitar su mano pero no pude

—No, yo lo vi primero, así que hazte a un lado. —Me empujo, pero no le cedí el paso.

—Tengo una entrevista de trabajo en...—miré mi reloj—doce minutos así que dame el taxi— sonreí forzadamente.

—Ah mira, te felicito, pero sucede—se rio un poco—que yo igual tengo una entrevista de trabajo que seguramente es más importante que la tuya, hazte a un lado—me empujo nuevamente, pero seguí ejerciendo presión

—Deja el maldito taxi, lo necesito más —lo miré seriamente

—Yo necesito más el taxi, quítate y deja de dar vergüenza— me miro

—¡Hay otros taxis, vete en otro!— intenté quitar su mano pero no me dejó

—¡¿Y por qué tu no buscas otro?!— me miro

—¡POR QUÉ YO VI ESTE PRIMERO, PEDAZO DE NEANDERTAL!— debería calmarme

—¡YO LO VI PRIMERO!— Me gritó

—¡SOLO SUELTA LA MALDITA MANIJA!—

—¡SUELTALA TU!—afianzo más su agarre

—¡NO QUIERO!—Le grité mientras ponía mi mano en mi cintura

—¡PUES YO TAMPOCO QUIERO!— me dio una sonrisa forzada

—Oigan, ¿Quién me va a pagar por qué...— interrumpimos al ya irritado taxista

—¡TÚ CÁLLATE! — gritamos al mismo tiempo

El taxista pareció ofenderse pues encendió el motor del auto y se fue.

Casi me arranca el brazo si no hubiera soltado la manija a tiempo.

—¡Se fue el maldito taxi!— gritó el chico mientras se agarraba el puente de la nariz.

—Buen trabajo descifrándolo, SHERLOCK— ya estaba a dos del colapso

Sólo se me quedó viendo, yo solo suspiré.

—¡Llegaré tarde, maldita sea!— grité mirando el cielo

—¡Por tu culpa se fue el taxi!— me miro mal

—¡¿Disculpa?!, ¡Ambos le gritamos!, ¿Captas eso?, AMBOS— le dije señalándonos a ambos

—¡Pero tú empezaste! — me miró mal

—No, no, no, mira, si hubieras...—me interrumpieron

—¡Oigan par de tontos! — ambos lo miramos— puedo llevarlos a ambos si gustan— nos sonrío