Cap 3: celos peleas y distintas cabelleras

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Luego de un largo y horrible viaje, según el dragón Slayer, nuestro protagonista llega a la "pacifica" ciudad de Magnolia, donde Natsu tiene una de sus escenas donde le da un gran beso al suelo y jura con lágrimas nunca más volver a subir a esa "máquina de la tortura".
Inmediatamente emprendieron camino al gremio recibiendo saludos de la gente que los veía, aunque estos se sorprendían al ver a una niña pelirrosa tomada de la mano de este y en el otro brazo a una maga del tiempo muy apegada con una sonrisa de felicidad pura en su rostro.
Al llegar al gremio el dragón Slayer se había quedado petrificado frente a la puerta sin poder entrar, no tenía idea de cómo  tomaría el gremio la situación, no era que le importará mucho su opinión, pero no quería que nadie le hiciera nada a Akane como le hacían a él. Por su parte la pequeña noto la inquietud de su padre y lo miraba algo preocupada, sin entender muy bien la situación.
Akane: papa ¿pasa algo malo?—tanto su tono como su rostro reflejaban las emociones de la pequeña, era bastante perceptiva y se preocupaba por su padre. —
Ultear: mira Akane  —se había adelantado a Natsu y decidió contestarle ella a la niña para tranquilizarla y de esa forma quitarle un poco de presión al pelirrosa— en el gremio, no hay muchas personas que piensen que los demonios pueden ser buenos, digamos que tu  papa... no es muy bien recibido en el lugar —a su forma, intentaba explicarle a la niña la situación, de forma que aun teniendo 5 años lograra  comprenderla. —
Akane: mmmmm bueno... —dijo poco convencida la pequeña, estaba algo confundida y no terminaba de entender. —
Natsu, al notar como se estaba poniendo su hija,  le dio una sonrisa para tranquilizarla y luego procedió a patear la puerta como hacía en antaño, cosa que sorprendió a Ultear pues esta sabía que desde hacía mucho tiempo Natsu no hacia eso.
Natsu: YA LLEGUE! —grito a todo pulmón, ahora se encontraba feliz porque tenía una familia, una que ya no lo dejaría, y procedió a entrar al gremio seguido de Ultear y Akane. —
Ver esa escena era como viajar en el tiempo, pero no tardó mucho en hacerse sentir las miradas de odio al dragón Slayer, pero pronto estas pasaron a ser de sorpresa al notar como una niña de 5 años iba tomada de la mano del demonio y mientras intentaban analizar la situación notaron como un rayo salió disparado a plena potencia contra los recién llegados.
Natsu solo había atinado a empujar a Ultear y Akane hacia un lado para que no recibieran el impacto, tomándolo el de lleno, por su parte el autor del ataque solo empezó a reír con arrogancia.
Laxus: JAJAJAJA ¿vieron todos? ¡He matado al demonio! —Decía con una notable arrogancia mientras se regocijaba — ¡He eliminado a esa esco...! —antes de poder terminar su oración, sintió una gran presión mágica que se esparcía por todo el gremio, junto con instintos asesinos dirigido hacia él, Akane era la única exenta de la sensación y que no entendía la situación. —
Natsu: Laxus... —dijo con seriedad para luego soltar un largo suspiro, parado y sin inmutarse por el ataque mientras escamas empezaban a brotarse por cuerpo y cuernos le salían de la cabeza. —
Se notaba como Natsu no estaba enojado, si no furioso por cómo alguien había osado intentar atacarlo cuando tenía a su hija al lado, con el peligro de lastimarla. De un momento a otro Natsu levanto la mano en directo a Laxus.
Natsu: abajo... —fue lo único que dijo antes de que laxus callera de rodillas delante de él, la frialdad que había soltado en sus palabras helarían hasta a gray y  en ese momento fue cuando el mago del rayo reacciono, delante de él estaba END... tenía que tener cuidado— sabes, no me importa que INTENTARAS lastimarme, no lo lograrías de una u otra forma —dijo con arrogancia, hiriendo el orgullo del dragón Slayer — pero si intentas lastimar a mi hija... —procedió a  acercársele con un aura asesina a su alrededor, y se agacho hasta que le susurro algo en el oído— te matare sin dudarlo —la tranquilidad con la que decía esas palabras, lograron asustar a Laxus, que ahora tenía una mirada perdida y con impotencia.—
El gremio se encontraba aterrado, no era raro para ellos ver aquella escena, pero al oír afirmar que Natsu tenía una hija se llevaron una sorpresa, muchos quisieron quejarse, no les parecía la idea de que el demonio tuviera una hija pero el miedo les impedía actuar  o decir algo, no solo miedo a lo que Natsu les pudiera hacer si intentaban quitársela sino también miedo a que el maestro les dijera algo, porque él todavía le tenía cariño a Natsu y lo aceptaba aun con la maldición, idea que desagradaba en el gremio.
Akane: —luego de ver la extraña escena la niña se acercó a su padre   porque tenía algunas dudas. —  papi ¿Quién es ese hombre?¿porque te ataco? —la niña preguntaba con inocencia, aun sin comprender la situación totalmente, se dio cuenta de que si su padre estaba en esa forma no significaba nada bueno. —
Natsu: —al notar a su  hija, desactivo la maldición para luego tomarla de la mano con una sonrisa— no es nadie Akane, solo es alguien tonto así que tranquila —le contesto  con una mirada tranquilizadora mientras le acariciaba la cabeza— vamos a la barra que seguro tienes hambre —un gruñido del estómago de la niña se lo confirmo, por lo que ambos se acercaron a la barra pero antes de llegar a esta un gran dolor se apodero de Natsu, le indico a las chicas seguir a la barra mientras rápidamente se dirigió al baño fingiendo que todo estaba bien, al entrar no pudo aguantar más antes de vomitar sangre en una cantidad excesiva, cuando al fin paro tomo sus pastillas y limpio todo, al igual se limpió por qué nadie podía enterarse de su situación, absolutamente nadie. —
Luego de asegurarse que no había dejado evidencias, Natsu salió con una sonrisa para buscar a Akane quien en ese momento estaba jugando con Ultear junto a la barra.
Akane: papa! —grito ella para luego lanzarse a él corriendo feliz. — ¿pasa algo papa? —pregunto preocupada por su padre al notar como  se fue. —
Natsu: no Akane, no pasa nada tranquila —dijo con una sonrisa para tranquilizarla, ahí pudo apreciar la ternura de su hija, la que se había convertido en su razón de vivir...  no podía dejar que ella se enterara y por lo perceptiva que era tendría que cuidarse más para que ella no notara algo. — bien, vamos a pedir algo  para comer.
Al llegar a la barra Natsu sentó a Akane  mientras jugaba con ella y sonreía como en los viejos tiempos. Por otro lado una albina se les había acercado a atenderlos sin que ellos la notaran, por lo que decidió llamarles la atención.
Mira: ¿qué van a pedir? —se notaba algo de miedo en su voz, sabía que no podía hacer nada contra él, ósea era END, aun siendo Natsu seguía siendo un demonio ¿no? —
Natsu: —al notar quien los atendía, solo cambio su expresión a una seria porque el esperara que fuera Kinana la que los atendiera a ellos, ella era una de las pocas personas que lo trataban como antes— oh, solo eres tu Mirajane —dijo de forma fría y con decepción. Por su parte Mirajane se desmoronaba por dentro al ser tratada de esa forma,  no sabía por qué se sentía así pero tenía ganas de salir corriendo — solo dame dos filetes —le dijo sin siquiera mirarla, haciendo que ella se sintiera aun peor, por qué la trataba así estaba justificado, pero para ella no evitaba sentirse mal.—
En ese momento alguien  abre la puerta de una patada mostrando a un  chico de no más de 6 años y con el pelo azul, que aun sin aparentarlo era un mago muy fuere para su edad.
¿?: TIO NATSU! —dijo en un grito lleno de alegría mientras corría a abrazar a Natsu, este chico no era nada más y nada menos que el hijo de Gray y Juvia, este le tenía gran cariño al dragón Slayer para enojo del mago de hielo, pero en cambio Juvia siempre lo dejaba juntarse con él porque no consideraba mala persona a Natsu.
Natsu: Silver hacía tiempo que no te veía, has crecido bastante. —dijo con una gran sonrisa mientras le correspondía el abrazo al niño. —
Silver admiraba a su tío, era su héroe, alguien que era capaz de hacer todo y por eso  pasaba el mayor tiempo que podía junto a este. Luego de la emoción de ver a Natsu, el pequeño mago noto como había una niña sentada al lado de su tío que los miraba con confusión.
Silver: ¿quién es ella tío? —dijo señalando a Akane  la cual no entendía lo que pasaba y le daba una mirada de confusión, misma que silver le daba a ella al no saber quien era. —
Natsu: pues ella es mi hija por lo que ahora es tu prima, se llama Akane —dijo mientras le sonreía inevitablemente por lo feliz que estaba de tener una familia propia. —
Silver: pero yo sigo siendo tu favorito ¿no? — pregunto algo molesto ya que el apreciaba cada rato con su tío y si era el favorito podría pasar más tiempo con él. —
Akane: NO —dijo molesta de forma infantil— Akane es la favorita de papa —mientras lo decía miraba a Natsu con algunas lágrimas saliendo,  al parecer era celosa y no le agradaba mucho silver—
Natsu: perdón Silver pero ya la escuchaste, es mi hija, mi hermosa princesa —dijo feliz pero por un poco de nerviosismo, no quería que los niños empezaran a pelear por el.—
Silver: jump bueno —El niño estaba enojado, quien se creía esa niña para llegar y quitarle a su tío... a cierto su hija... pero igual, se encontraba molesto no solo porque la niña lo acaparaba, sino porque no podía hacer nada, si le hacía algo a ella sabía que su tío se enojaría y él no quería eso. —
La albina llego con los platos interrumpiendo la conversación, se notaba algo decaída y las marcas en sus ojos indicaban que había estado llorando mientras cocinaba y ni siquiera lograba entender porque.
Mira: aquí tienen —dijo con una voz depresiva, el dragón Slayer al notar eso se sintió preocupado por ella, aun le dolía el comportamiento que ella tuvo con el todo ese tiempo, pero no podía dejar  así a alguien que una vez considero una amiga. —
Natsu: Mira ¿Qué pasa? —pregunto serio con un leve tono de preocupación. —
Mira: no pasa nada Natsu —dijo intentando contenerse, estaba muy triste por pero no quería decírselo. —
Natsu: Mira, te conozco desde pequeño, puedes decirme —ahora no podía ocultar su preocupación por su amiga,  su tono de voz lo delataba y su mirada consoladora instaba confianza en su ex amiga. —
Mirajene al notar la preocupación de dragón Slayer se alegró bastante, una sensación cálida inundo su cuerpo mientras formaba una gran sonrisa, ahora lograba entender lo que le pasaba, no le importaba  si era un demonio se  sentía feliz al saber que ella le preocupaba y estar cerca de él, pero aún tenía un problema. Su novio, Laxus, odiaba a Natsu, no era un secreto pero ahora ella tenía que dejar esa relación toxica y acercarse al que una vez la salvo de la depresión luego de la supuesta muerte de lissana.
Mira: no pasa nada de verdad Natsu —dijo ahora con sinceridad al reconocer sus sentimientos por el peli rosa y saber que él se preocupaba por ella—  solo me alegro de que hayas encontrado una hija, sé que la cuidaras y amaras incondicionalmente, por eso estoy feliz por la niña... por cierto Natsu, una preguntita —dijo con una sonrisa  de algo tímida y una mano en su mejilla—
Natsu: muchas gracias Mira, pero la verdad es que yo soy el que está verdaderamente feliz de haberla encontrado... —al decir esas palabras no pudo evitar tener una sonrisa de oreja a oreja y una mirada enternecedora mientras pensaba en su hija—  bueno ¿Qué me querías preguntar?
Mira: dime ¿Akane tiene mama? Si no es así yo me puedo ofrecer para serlo  —dijo con una sonrisa algo descarada mientras veía pícaramente al peli rosa y le guiñaba el ojo,  ella no entendía lo que sentía en esos momentos pero si sabía que quería estar cerca de Natsu, por su parte el dragón Slayer con su inocencia casi infantil no entendió completamente a que se refería Mira, por lo que le contesto de forma normal—
Natsu: bueno... oficialmente no pero Akane  parece creer que Ul es su madre —en esos momentos la nombrada estaba jugando con la niña haciendo que se riera. —
Como era de esperarse la reacción de la peliblanca no se hacía esperar, ya que se escuchó como rompió algo cerca de ella y elevaba su poder mágico, la maga del tiempo, que entendía lo que sucedía aprovecho la situación para mostrar superioridad mientras seguía jugando con la niña.
Ultear: ¿Qué sucede Mirajane? ¿Celosa de que Akane   me considere su madre y yo sea la futura esposa de Natsu?    —quería molestar a Mira, no le había gustado como estuvo tratando a Natsu todos esos años y el cambio de actitud tan repentino que presentaba simplemente la incitaron más a hacerlo, aunque tampoco era que la tuviera muy difícil  dada la situación. —
La estrategia de la maga del tiempo había funcionado y la albina hervía en ira  mientras elevaba su poder mágico, por su parte el peli rosa estaba algo sonrojado al escuchar como Ultear había dicho ser su futura esposa sin ningún tipo de vergüenza, cosa que no ayudaba a tranquilizar a Mirajane.
Mira: ARA ARA, como puedes estar tan segura de eso Ultear? —algunos miembros del gremio ya se estaban asustando por el aura demoniaca que desprendía Mirajane, peor nadie se movía por el miedo. —
Ultear: porque MI Natsu me invito en una cita, y yo no veo que ande haciendo lo mismo contigo.
Mira:  Natsu... ¿lo que dijo es verdad? —dijo con una voz sombría mientras volteaba su cabeza para ver directo a Natsu. —
Natsu: "¡UL NO ESTAS AYUDANDO!" (Ahora lo que va entre comillas serán pensamientos, aunque no prometo usarlos seguido) —N-N-No  e-ntiendo  de lo q-que hablas Mira  —definitivamente no quería morir pero sabía que si en ese momento daba un paso en falso no encontrarían ni su cuerpo como para ser enterrado. —
Para buena o mala suerte de nuestro peli rosa, una maga peliroja de armadura anduvo escuchando toda la conversación que ellos tenían sin interferir,  por alguna razón  cada palabra que decían   despertaba una extraña sensación en ella, no entendía bien por qué pero parecía que toda esa charla sobre Natsu la estaba haciendo enojar, al escuchar que el dragón Slayer tendría un cita su cuerpo reacciono por sí mismo, antes de darse cuenta le había lanzado una espada al mago que por suerte sintió el peligro y se corrió lo suficiente como para que la espada solo le hiciera un leve corte en la mejilla.
Erza: ¡NATSU! —por primera vez en muchos años,  la maga peliroja había dicho el nombre de su compañero y amigo, casi hermano, al que dejo de lado como casi todo el resto del gremio al enterarse que  era END. —
Natsu: ¡HAI! — respondió de inmediato muy nervioso y asustado sin voltear a verla, pero un sexto sentido le aviso del peligro inminente, por lo que lentamente se empezó a girar para ver a la maga, al darse la vuelta completa pudo apreciar como la peliroja estaba con su armadura del purgatorio y una fija mirada de muerte— "MAESTRO, GILDARTS, POR FAVOR ALGUIEN VENGA A SALVARME!" — el dragón Slayer no dejaba de temblar de miedo, tanto que ni siquiera se percataba que la mirada de  muerte no era para él, sino para el par de magas detrás suyo y que hasta hace poco discutían sobre el peli rosa. —
Erza: Natsu... te voy a castrar y sin anestecia —dijo lentamente cada palabra y con una sonrisa maniática que helaba hasta los huesos,  el mismo Zeref se hubiera orinado en sus pantalones de estar vivo y en presencia de la maga, por su parte el peli rosa solo atino a tragar saliva y respirar agitadamente mientras rezaba por un milagro, cosa que llego en forma de una niña de 5 años. —
Akane: wow papi ¡mira su cabello es hermoso! yo quiero una mami así — (Akane, salvando natsus desde el 2018)
Al parecer mientras las otras dos magas prestaban atención a la extraña reacción de Erza, la pequeña Akane  se acercó a la maga, siendo su atención completamente capturada por el cabello de esta.
Todo los presentes habían quedado en shock de alguna u otra forma, Natsu se había sorprendido  por las palabras tan inocentes de su hija, pero le agradecía con toda su alma ya que pudo notar como titania se había detenido completamente y sus instintos asesinos habían desaparecido.
Eso no había durado mucho ya que dos magas empezaban a tener los mismos instintos, aunque todavía mucho más oscuros, ambas al escuchar las palabras de la niña habían quedado impactadas pero los celos no se hicieron esperar al punto de que ambas hubieran atacado a Erza de no ser por la niña.
Por su parte, Erza estaba inexplicablemente... feliz, feliz de estar en ventaja  de las dos que querían a Natsu para ellas... no malentiendan, ella estaba en una linda relación con Jellal desde hace años y no estaba mal, pero por alguna razón el estar cerca de la niña y pensar que podía tener alguna especie de oportunidad  con el dragón Slayer la calmaba extrañamente, por lo que solo le dedico  una tierna mirada a la niña mientras desactivaba su armadura.
Jellal, que había estado tomando en una mesa con otros magos mientras visitaba al gremio, había visto toda la escena, y como todo novio celoso hubiera hecho se paró y se acercó hasta su novia para luego tomarla de la cintura separándola de la niña.
Jellal: mira niña, va a ser imposible eso ya que Erza es mi novia y ella odia a ese demonio —esas palabras soltaban arrogancia en cada una de ellas y deprimieron por alguna razón a la peliroja mientras había logrado alegrar a Ultear y Mira, aunque enojando a la pequeña Dragneel. —
Mira: ara ara calma Akane, si quieres yo puedo ser tu mami, mi cabello también es muy hermoso mira —aprovechando la oportunidad, la peliblanca salió a la acción  dejando grandes mechones de cabello donde la niña pudiera tocarlos, y al hacerlo ella se puso a reír. —
Akane: jijiji mira papi, su cabello es muy suave y además es muy hermoso —estrellas parecían salirle de los ojos a la pequeña cosa que causo una sonrisa maternal en la albina y unas cuantas risas en Natsu. —
Mira: aunque el tuyo también es muy hermoso Akane —decía mientras le acariciaba la cabeza a la niña e ignoraba las risas de Natsu,  y provocando que auras oscuras se originaran en las otras dos magas —
Natsu: —se acercó a Mira y Akane que en ese momento parecían madre e hija jugando, cosa que era lo que le causaba gracia al dragón Slayer, y decidió interrumpir la linda escena para hablarle a su hija. — jajaja, tienes razón hija, Mira  posee un lindo cabello y también es muy hermosa, por eso ella fue una modelo.
Mira: —ese comentario fue suficiente para sonrojarla fuertemente y  provocaba que jugara un poco con su cabello como una pequeña niña enamorada—  Na-Natsu ¿de verdad crees que soy hermosa?
Natsu: por supuesto, todo el continente piensa que eres hermosa Mira —le dio una de sus características sonrisas mientras se rascaba la mejilla con un dedo, algo apenado por lo que decía —
Al oír eso la maga albina se desmayó,  mientras una sonrisa boba se formaba en sus labios. 
Natsu: "¿esto de desmayarse cada vez que digo algo es una moda o está pasando algo raro? es demasiado frecuente ya..."   —pensó con cierto nerviosismo, ya que  era cierto, no era la primera vez que pasaba, aunque las anteriores no habían sido con la albina. —
Y así pasaron la tarde.
Cuando ya el sol se ocultaba en la ciudad de Fiore,  Natsu  se había ido a su casa con Akane, quien dormiría esa noche con su padre hasta que le compraran una cama para ella.
Por otro lado Mira estaba muy nerviosa en la parte trasera del gremio, había citado a Laxus para terminar con él, y sin importar cuan decidida estaba de eso, no podía evitar sentirse un poco nerviosa, pues Laxus era un mago sumamente poderoso y no sabía que podía pasar.

Laxus: —apareció de un rayo como ya acostumbraba a moverse— ¿qué pasa Mira? Tengo cosas que hacer esta noche, así que apúrate —el tono con el que le hablaba era seco y áspero,  hasta se notaba enojado porque lo llamara, parecía no darle mucha importancia a la Albina —
Mira: Laxus.... Creo que.... Debemos dejarlo —dijo por fin con un tono serio mientras intentaba no mostrar lo nerviosa que estaba por dentro. —  no quiero seguir contigo —al fin había logrado quitarse un peso de encima, pero ahora solo cerraba los ojos esperando una reacción del mago,  temía que pasara, pero abrió los ojos algo sorprendida al no sentir nada. —
Laxus: tks... haz lo que quieras mujer, tengo miles de chicas muriendo por mí —dijo sin mucha importancia mientras se retiraba, y al fin la albina se daba cuenta, el solo la tenía como trofeo, por una parte ella estaba feliz, ahora podría estar con Natsu, pero por otra se sentía triste, había desperdiciado demasiado tiempo con el dragón Slayer del rayo. —
Entonces cada uno se fue por su lado, pero lo que no notaron (al menos la albina) fue que una peli roja  hervía en furia porque alguien se le había adelantado para acercarse al peli rosa.
Erza: no me ganaras mira, vas a ver como yo salgo triunfante, ni tu ni Ultear me ganaran —dijo con algo de enojo yéndose del lugar, tendría cosas que planear. —
Fin de este capitulo
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Notas de editor: desde ahora esperen capítulos entre un margen de 3 días como máximo cada uno
En cuanto a lo largo de este capítulo, no siempre esperen que sean así de largos, ya que es un trabajo en conjunto depende de la inspiración del escritor y de cuanto desarrolle el editor, por lo que tranquilamente pueden esperar un capítulo de tres párrafos (?)
Otra cosa, para el próximo capítulo cambiare el estilo de narración, incluyendo puntos de vista y otras cosas que ya verán, agradecería su comentario sobre cómo queda,  y si sale bien se quedara así.


Nota de escritor: ultimamente no tengo mucha inspiración asi que si alguna vez no cumplimos von la fecha  quiero que me perdonen pero bueno espero que les hayas gustado el cap





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