Cuando tienes siete años, generalmente, deberías pasarte tarde y noche correteando o haciendo alguna travesura; comer dulces y hacer berrinches si no te los dan; detestar los vegetales y hacer a tu madre enojar; no querer estudiar y hacerlo a regañadientes. Típico de un niño.Pero el caso de Jimin era particular. A él le gustaba quedarse en el jardín de su casa y, acompañado de su abuela, cuidar con todo su amor las plantas que la mujer poseía; comer frutas y verduras; leer libros acerca del cielo, las nubes y las estrellas y todo misterio que le llamase la atención; ser cuidadoso en todo ámbito; obedecer a su madre y, por supuesto, no decir ni una sola mala palabra ¡Papá le lavaría la boquita con agua y con jabón si llega a ocurrir eso!
Al pequeño Jimin no le gustaba jugar en los parques. Había tierra y gérmenes por todas partes, sus manitas se ensuciarían y había posibilidad de que se enfermase. Pero si se trataba de cuidar plantitas y ayudar a su abuelita, el pequeño azabache estaba dispuesto a manchar sus regordetas manitas.
Si si; Jimin quería mucho a su abuelita.
—Jimin-ah, vamos a lavar esas manos y a comer alguna manzana. —habló la mujer de grisáceos cabellos, limpiando alunas gotas de sudor que caían por su arrugada frente a causa del potente sol.
—¡Sí! —contestó eufórico el niño. Dio un brinco de su lugar y correteó hasta el interior de la casa.
—Abuelita ¿Te sientes bien? —volteó hacia su abuela preocupado observó como la mujer de varios años caminaba dificultosamente hacia el interior de la casa.
—Aigoo. —expresó SunHee al llegar hacia la casa—. Creo que ha sido por el tiempo que hemos estado bajo el sol. Jiminnie, tráele algo fresco a la abuela.
Este acató al pedido de su abuela y algo cohibido tomó algunas pastillas y se las entregó a su ser querido, con una clara intención de obligarla a tomar las pastillas que la ayudaban a llevar su vida.
—Abuelita, tienes que tomar tus pastillas. —dijo casi en un susurro esperándose a que su abuela reaccionara mal, tercamente, como lo hacía siempre.
En cambio, la mujer tomó tranquilamente ambas píldoras y las colocó en su boca. Tragó las cápsulas con ayuda de un poco de agua y le sonrió a su nieto para que este se tranquilizara.
Jimin le devolvió la sonrisa y corrió escaleras arriba hacia la habitación de su hermano mayor, sin darse cuenta que la mujer de grisáceos cabellos escupió asqueada las pastillas que su nieto le había entregado.El pequeño niño de oscuros cabellos, torpemente, correteó por el pasillo y tocó la puerta que correspondía a la desordenada habitación de su hermano mayor. Esperó un poquitito hasta poder ver la figura de Yoongi. Un joven de dieciocho años con menos ganas de vivir que una roca.
—Mochi ¿Qué sucede? —preguntó el mayor mientras daba paso a su pequeño hermanito.
—Abu está algo exhausta, creí que tú y y-...Oh ¡Hola Jungkook Hyung! —saludó con una reverencia el pequeño.
Yoongi, el hermano mayor de los park, sonrió ante el educado gesto de su hermanito. Aunque le hubiera gustado tener un hermanito a quien llevar al parque y jugar a la pelota, Yoongi estaba más que conforme con el caballerito azabache que tenía de hermanito.
—Jiminnie~. —alcanzó a decir Jungkook antes de acariciar dulcemente la cabellera oscura del niño.
Yoongi y Jungkook eran mejores amigos mucho antes de que Jimin naciera. Ahora ambos tenían la misma edad y los mismos sentimientos de claro amor por el otro. Pero era secreto.
El entorno era cómodamente silencioso, hasta que un fuerte golpe en planta baja erradicó el silencio y alertó al mayor de todos. Los hermanos park se miraron mutuamente, el mayor con clara preocupación desvió su vista y la posó en su enamorado para luego salir corriendo de la habitación hacia planta baja.
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Clouds ☁️-Nammin.
KurzgeschichtenDonde Jimin tiene siete años y es cuidado por un joven Namjoon de veinte. HolyKass™️ ☁️-Especial Nammin. ☁️-Fluff. (Esta vez si es fluff) ☁️-TwoShot ☁️-Parejas secundarias: VHope; YoonKook. Namgi ☁️-⚠️No copias ni adaptaciones⚠️ ✨Iniciada el 20...