– Uh-m... ¿Un color que odies?. – Esta vez es él el que me esta haciendo preguntas; no me lo pensé mucho la verdad me parece gracioso pero el color que yo odio es el Amarillo.
– No me gusta el amarillo. – Conteste riéndome
Hubo un silencio antes de que él me contestara cuando escuchamos a lo lejos una conversación entre los policías.
– ¿Las rosquillas de siempre? – Seguimos callados para poder escuchar la conversación que tenían entre ambos, era nuestra oportunidad. Vimos como uno de los guardias se iba de su puesto. Pero uno quedaba en la computadora.
Me gire hacia Jules y lo vi confundida esperando alguna respuesta ante aquello que había sucedido.
– Se va en 5... 4... 3... 2... 1... ¡PUM! – Como si de magia se tratase el señor que estaba en la computadora se fue hacia otra dirección dejando la celda sola.
Jules se levantó rápidamente y sacó un incaible de su zapato, le mire atónita que tanto podía esconder este chico, pasaron 10 segundos y en un abrir y cerrar de ojos este abrió la celda.
Quede con los ojos en blanco.
– Si me permite señorita. Su salida. – Se hizo a un lado haciendo reverencia como si donde estamos fuese algo sin importancia.
Salí rápidamente y me sentí tan libre como la primera vez que salí de mi casa en mil años.
– ¡Hey, con calma que no estamos en una carrera!. – Este se burlo, y yo me gire hacia él aun sin decir nada, estaba con un nudo en la garganta no podía articular ninguna palabra.
– Gracias.
Le sonreí y esa vez pensé, que iba a ser la última vez que le vería sonreír a él también.
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Yellow
Nouvelles¿Quién iba a decir que él acompañante de celda se convertiría en algo más que eso?
