3. Mochilas que vuelan = Nata y Vainilla + Chocolate y Nueces

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Jackson empuja a Stiles por las escaleras a última hora justo el último día clases.

Stiles realmente esperaba poder salir intacto de ese infierno llamado instituto.
Sus planes no salen como esperaba. Pero no le importa.

Porque el cansancio que siente es tan grande que el resto de emociones han quedado anuladas.

Se agacha para recoger su móvil.

La pantalla está rota.
Pero al menos el dispositivo se enciende.

Algo es mejor a nada.

Se asoma por la ventana del segundo piso y ve su mochila tirada en la arena del patio.

"Bueno", piensa, "podría haber sido peor".

Baja las escaleras de dos en dos. Y justo en el momento que dobla la esquina que conduce al patio se choca contra una masa de puro músculo.

Un auch se escapa de sus labios y su cuerpo se tambalea hacía atrás.

Él se resigna para el golpe, pero unos brazos fuertes brevemente conocidos le detienen en el último segundo.

- Siento ser repetitivo pero ¿Estás bien? -Y Stiles se ríe y la intensidad de las emociones que comienza a sentir le abruman.

Y es tan cliché que para él  mismo resulta subrealista. Pero ahí está.
Otra vez perdiéndose entre los brazos de Derek, de nuevo abriéndose ante él como si Derek fuera realmente algo más que un compañero agradable de clase.

Mientras los brazos de Derek se aferran con firmeza a su espalda, Stiles lo asimila y lo comprende.

Que hace tiempo que no siente ni ve a Derek como un simple compañero agradable de clase.

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Derek acompaña a Stiles a por su mochila y juntos caminan sin un rumbo fijo hasta que llegan a la heladería del barrio.

La tripa de Stiles ruge. Y Derek sonríe y tira de su mano dirigiendole dentro.

Stiles pide un helado de nata con chispitas de chocolate. Y Derek uno de vainilla con nueces.

Stiles insiste en pagar por ambos y Derek hace gala de su grandiosa agilidad para robarle la cartera e impedir que pague.

Stiles bufa indignado y palmea a Derek en el pecho, exigiéndole la devolución de su propiedad o habrá represalias en forma de denuncia por robo. Pero el moreno sólo se ríe, saca su propia cartera y acaba pagando él por los dos.

Desde ese momento, eso se vuelve casi una rutina.

Van a tomar helado juntos los lunes, jueves y viernes. Porque son los días que ambos tienen libres.

Y si uno de esos días, uno no puede, buscan la forma de arreglarlo y conseguir un instante juntos.

Erica e Isaac comienzan a mostrar interés de nuevo en Stiles un mes después de que acaben las clases.

Isaac le manda un mensaje, aunque, más bien es una invitación de esas que son fáciles de copiar, pegar y reenviar para que asista a una fiesta en la piscina de la casa de sus padres.

Stiles contesta con un rotundo y escueto 'No'. Y el tema queda zanjado ahí hasta la semana siguiente.

Momentos E Instantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora