Estoy a un año de cumplir la mayoría de edad en México. Me encuentro ensayando para la presentación que tengo próximamente en el centro comercial de la CDMX. Esta vez, como estrategia de los mercadólogos, pidieron que ensayara canciones de Luis Miguel porque estaba de moda. Fue extraño. Mientras practicaba mi madre, quien es mi manager, me habló para comentarme de una junta urgente con los organizadores del evento.
A veces pienso que mi madre tiene cierta similitud con Luis Rey porque siempre exigen la disciplina en la vocación. Me cambié lo más pronto posible y marchamos a la oficina.Encontrarme de nuevo con las oficinas de las organizadores no siempre era agradable. No entiendo por qué rayos iba a las juntas si mi madre no me dejaba ni hablar. Ella era la que se comprometía por mi y no dudo que la idea de presentar canciones de Luis Miguel haya sido de ella.
Hablaron de los mismos temas: el escenario, el audio, los músicos; y cuando me preguntaron que cómo iba con las canciones... sí, mi madre volvió a responder por mi. Les dije, ella se volvió así desde que inicié a los 8 años. Aún recuerdo que lo veía fácil, como un juego para mi.
Mi mente volvió a aterrizar en la junta cuando me di cuenta que un niño de ojos azules me veía fijamente. El señor que se encontraba a lado de él comenzó a hablar sobre un "dueto" entre Daniel (refiriéndose al niño) y yo. Saliendo hablaron los adultos como siempre. Daniel no me quitaba la vista de encima, parecía como si estuviera analizandome de pies a cabeza para saber si soy o no soy
Pasaron varios días y en mi lugar de ensayo entro Daniel con su padre, que es su manager, diciendo: "Hola, ya tenemos la pista que ambos tendrán que ensayar. Como ambos interpretaran canciones de Luis Miguel tendrán que aprenderse la canción de él con Lucero, todo el amor del mundo". ¿Enserio? ¿Cantar con un niño? Como siempre no tenía opción y tenía que dar lo mejor de mi.
Daniel, por lo que supe, acaba de iniciar su carrera y que el dueto conmigo nos iba a llevar a algo más grande. Un niño muy entusiasta. Si supiera que no tendra voz ni voto durante años...
Terminamos el ensayo y me fui. Daniel detuvo mi camino. Él, serio, afirmó: "te pareces a una niña la cual tenemos una fotografía de ella en casa". Yo, confundida le contesté que no. ¿Cómo rayos voy a parecerme a esa niña si el chiquillo es de nacionalidad española y yo mexicana?. De pronto de sus bosillos sacó un papel, era una foto, me la mostró y...
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No me puedes dejar así
Novela JuvenilA veces la fama puede convertirte en la persona más egolatra del mundo. Emma Hernández se encuentra en duda al momento de conocer a un niño que, al igual que ella, están dentro del medio artístico. Ella empieza a cuestionar sobre su origen y cómo fu...