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hair cut

tomaron un día libre porque ambos de los jóvenes estaban sin preocupaciones. luke en parte, quería librarse de ellas. nuevamente estaban montados sobre la bicicleta, con luke pedaleando, le advirtió a michael que al lugar donde irían iba a ser bastante lejos.

ese día era muy parecido como la última vez que salieron. el sol estaba poniéndose en el horizonte, su iluminación teñía las nubes de rosa fuerte y anaranjado, uno que otro tonos de violeta claro y rojo. los ojos de michael contemplaban la imagen que el cielo le proporcionaba el asombroso atardecer. michael estaba secretamente enamorado del cielo, amaba alzar su cabeza y observar detenidamente los detalles que tenía sobre su cabeza no importara el estado en el que esté dicho cielo. era una lástima que los edificios taparan el panorama. cerró los ojos por unos segundos para relajarse debajo de la brisa que tocaba su rostro, la velocidad fue disminuyendo cuando iban llegando lentamente a destino y michael abrió sus ojos al darse cuenta que el viento no recorría alrededor suyo con la misma intensidad.

luke dejó la bicicleta guardada en un sendero especial para este transporte, se encontraban en un lugar parecido a un muelle. michael observo a luke preguntándole con la mirada porqué estaban allí.

"nunca tuve la oportunidad de venir aquí." luke reposó sus manos en su cintura mirando con detenimiento el mar ante sus ojos y muy de lejos, la estatua de la libertad. "hay un tour en un barco de dos horas, al atardecer."

michael sonrió, mirando al mar al igual que luke.

por suerte quedaban las últimas entradas para el tour que estaba por comenzar en unos pocos minutos. michael no dejaba de alzar su cabeza hacia arriba para observar la paleta de colores que se extendía en el cielo, luke hacía lo mismo imitándolo. ambos abordaron al pequeño barco junto con muchas personas más.

sin que ellos se dieran cuenta, el tour comenzó.

el barco no tenía techo, eran asientos pares. los chicos eligieron los últimos. un hombre hablaba a través de un micrófono, opinando sobre su alrededor. este tour era más que nada para turistas, por lo tanto luke y michael no escucharon nada en lo absoluto. hablaron sobre diversos temas, tantos a la vez que luego michael ni se acordaba de lo que habían hablado e incluso ya había pasado más de una hora (la mitad del tiempo del viaje). lo que de seguro recordaba era que ambos habían pasado un buen rato, sobretodo por luke; su felicidad no abandonó su rostro en ningún momento.

el cielo se fue tornando más oscuro a medida que el tiempo pasaba.

"deberías intentar nadar devuelta." sugirió luke al pelinegro quien miraba al agua salpicar a su costado por el movimiento del bote, luke estaba en el asiento del lado del pasillo. michael volvió a posar su vista sobre él. "que hayas tenido una mala experiencia en nadar no significa que te mueras al entrar al mar."

michael se encogió en su asiento.

"pero igual me da miedo." murmuró sintiéndose raramente avergonzado ante el tema, desviando su cabeza devuelta al agua observándola con miedo después de haber contado su historia a su amigo. "lo intenté varias veces pero sigo teniéndole miedo."

luke tuvo la repentina idea de cobrarse la broma que michael le jugó el día en que él le enseñó a andar en bicicleta (cuando casi los chocaron). empujó bruscamente a michael provocando que se balanceara sobre su asiento, como si fuera que en verdad lo iba a tirar por la borda al chico. michael del susto gritó extremadamente alto, captando la atención de todos los pasajeros de aquel barco hasta incluso del hombre que dirigía la visita sobre el mar, haciéndolo callar. luke mordió su labio intentando no estallar a risas pero su estúpido intento falló cuando michael lanzó torpes golpes hacia su persona. las personas se aliviaron de que nada haya pasado y el guía turístico continuó con su viaje. michael se ocultó detrás de luke, ocultando puntualmente su rostro que había tornado un color rosa en sus mejillas.

never stop •muke•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora