Capítulo 2:

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Era aproximadamente la 1:00 am y no conseguía dormir. Me sentía diferente, rara, como si algo en mi vida faltara. En partes sabía que era, o por lo menos creía.

No sabía exactamente lo que tenía, así que decidí ir a la cocina por un vaso de leche tibia, dicen que estimula el sueño, veremos si es verdad.

Agarré el vaso con leche y decidí ir cerca de la piscina. Me gustaba ese lugar, de noche no tenía mucha iluminación, y hacía algo de frío, lo cual lo volvía relajante. Me senté en una de las sillas más cercanas a la orilla y me quedé observando la piscina. Un recuerdo vino a mi vida cabeza, un recuerdo triste de la última vez que hablé con mis padres.

-Papá, por favor, esto es lo que siempre quise, es lo que amo, sé que esperabas que sea doctora o abogada, pero mi pasión es la música y ahora que tengo una oportunidad no puedo desperdiciarla.

-¡No! ¡Ninguno de mis hijos tendrá que ver con la televisión! ¡Ese es un mundo ridículo! -dijo mi padre claramente molesto.

-¡Tú sabes como soy! No me dejaré influenciar por eso, y tampoco creas que todos son así. -dije molesta.

-¡La mayoría lo son! ¡Y lo sabes _____! -dijo amenazadoramente- No quiero que seas igual.

-Pues es lo que me gusta, y quieras o no, es a lo que me dedicaré. -dije mirandolo fríamente a los ojos.

-Nunca serás feliz. No tendrás una vida decente. -dijo mi madre.

-Eso es lo que crees, pero amo la música, y a eso quiero dedicarme. Puede que digas que no seré feliz, pero en realidad no lo seré siendo lo que ustedes quieren que sea, sólo déjenme decidir por mi misma. Es mi futuro y lo decido yo. -dije decidida.

-Bien, firmaré el permiso. Pero yo no me haré cargo de ti. No quiero que vuelvas a poner un pié en está casa. -dijo serio.

-Está bien. Si eso quieres. -dije claramente molesta y triste. El único motivo por el cual no me ponía a llorar como una condenada era porque nunca fui llorona, para mi, llorar es señal de debilidad, y yo no me considero débil.

Al recordar esa discusión, no pude evitar sentirme triste. Mis padres siempre me decían que me apoyarían en todas mis decisiones, pero, parece que esta no contaba.

Agradezco a mi tía por apoyarme en esto, sinceramente no sé que haría sin ella. Muchas veces pensé en volver para ver como estaban mis padres, si me extrañaban, pero siempre decidía que era mejor no ir. Aún me comunicaba con mi hermano de 12 años, Andrew, hablábamos de vez en cuando, el me contaba como iba en el colegio y todo lo que pasaba con él, me decía que la casa no era lo mismo sin mí y que me extrañaba. El y yo teníamos una buena relación de hermanos, difícilmente peleamos.

Entre todos esos pensamientos, me quedé dormida.

-_____, despierta. -podías escuchar esa voz, aunque estaba algo lejos- _____, ¡despierta y levántate de una vez! -gritó.

-Ya me desperté, estoy aquí, ¿qué pasó? -dije alterada y confundida.

-¿Qué estás haciendo aqui? ¿Dormiste aquí? Te vas a enfermar, el primer concierto de la gira está cerca. -dijo Bratt, mi manager, en tono de reproche.

-Pareces mi padre, tranquilo. No pasa nada.

-¿Y si pasa? Nunca sabes, sueles ser algo descuidada, bueno olvídalo. No sé si Justin te avisó de la...

-¿Entrevista? Sí, lo hizo. - ¿Descuidada, yo? Tiene que estar de broma.

-Bueno, respecto a eso, la fecha fue cambiada. La entrevista será hoy.

-¿Por qué la cambiaron? -pregunté tranquilamente.

-No lo sé. -dijo Bratt.

-¿Y Justin ya lo sabe?

-Sí, lo supo primero que tú porque al contrario de ciertas personas el se levanta temprano y contesta el celular.

-¡Pero si sólo son las 8:00 am!

-Como digas. -dijo riendo- No te olvides que la entrevista es hoy.

-No lo haré.

Londres - Inglaterra.

-Niall, ¿quieres que los chicos y yo te busquemos en tu casa para ir a la universidad o van a llevarte? -dijo Louis a través del celular.

-Ven a buscarme. No quiero ir de autobús, o peor aún, llegar en el carro de mi mamá.

-rió- Estamos llegando.

Llegando a la universidad los cinco chicos bajaron del auto y entraron al gran edificio color blanco. Saludaron a todos los que estaban cerca a ellos, pues eran conocidos en la universidad, en otras palabras, "populares".

Hannah, la chica popular de clase alta de la universidad, era la enamorada de Harry, otro chico popular, aunque se podría decir que él era más conocido porque siempre se llevaba bien con todos, el era de clase media-alta. Últimamente los dos estaban algo distantes pues ella lo había engañado con James. Harry la había perdonado, porque la quería mucho, aunque la relación no volvió a ser lo mismo.

Harry prefería pasar el tiempo con sus 4 mejores amigos, nombrados anteriormente.

Hannah era de aquellas personas pegajosas, a las cuales les gustaba siempre estar cerca de su pareja para que todos vieran, y esta ocasión no era diferente.

-Hola amor. -dijo Hannah con una voz irritante y sensual.

-Hola. -dijo fríamente Harry.

-¿Hasta cuando vas a estar así? -dijo jugando con el cuello de su camisa- Ya te pedí perdón muchas veces.

-Hannah, sólo dame tiempo. -y se fue con los otros 4 chicos dejandola ahí parada.

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Hola queridos lectores. Espero que les esté gustando esta FanFic. Quería dedicarle este capítulo a mi prima Sarah, ella es muy importante para mí. Bueno, eso es todo, un saludo a todos, besoos.

-Shanda Lindsay.

Mundo Paralelo. {Harry&Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora