Feliz de haberme animado a escribirle a Alex, y es que debo admitir que además de que esté buenísimo, es un hombre con el que puedes hablar de todo, sin sentir vergüenza, aunque nuestras conversaciones sólo sean por WhatsApp, admito que si estuviéramos el uno frente al otro, tampoco lo sentiría, no lo sé, es algo qué sé, pero no el porqué...
Ya de camino a mi casa, decido que no me vendría mal comprar una deliciosa pizza (sí, soy una amante de las pastas, y mucho más de esta deliciosa creación) un buen kilo de helado, para cenar hoy, por lo que paso por el restaurante que para mí,elabora de las mejores que puedas llegar a probar en todo Buenos Aires.
Rebosando alegría hasta por los poros, y con una sonrisa poco común en mí, entro en el acogedor local, para encargar mis dos pizzas preferidas, y mientras espero a que estén listas para llevarlas, percibo que otra persona entra en el local por el sonido de las campanitas que, al abrir la puerta, suenan.
Y como si el destino se empeñara en hacer que nos encontráramos en los momentos que menos esperamos, la persona que había entrado hace apenas unos segundos, y que por cierto está justo a mi lado, es ni más ni menos que Alex Weiss. Y se preguntarán cómo supe que era él, es que con tan solo su presencia y el escuchar su voz (calro, tenía que hacer su pedido no?), pasé de estar muy felíz, a sentirme nerviosa, pero no me malinterpreten, es que la emoción que me invadió de saber que lo tenía tan cerca fue algo placentero y extraño a la vez, que ni yo misma me entendía en ese momento. Es que ni siquiera lo conozco bien, y tras pasar una semana entera sin poder sacar de mi mente sus ojos, sus labios... Qué va, todo de él, ahora no sé cómo reaccionar ante su presencia y este mar de sensaciones nuevas que estoy sintiendo.
¿Sentirá esta sensación electrizante en el aire que siento yo, en estos momentos? Quizas, ni siquiera haya prestado atención a quién tiene al lado suyo en estos mometos. O sea, yo. Tantas cosas cruzan por mi mente, que ya ni recuerdo qué estaba haciendo, por lo que cuando la persona que atendía en el mostrador del pequeño restauranre se acercó con las dos cajas de mis deliciosas pizzas, tarde varios segundos en volver a la realidad y poder tomar las cajas para irme, pues ya había pagado cuando realicé el pedido.
Dándole las gracias y una buena propina, estaba lista para salir del local, pero lo que no esperaba es que justo en el momento en el que di media vuelta, me topara de frente con Alex, quién me miraba de arriba a abajo con una encantadora sonrisa rompe-bragas. Por lo que siendo de lo más común comenzar con un saludo, me animo a hablarle:-Hola Alex, no esperaba cruzarte por aquí. (Oh vaya, qué más podría decirle.. ¿Qué el día estaba bonito?)
- Hola Ali, yo tampoco lo esperaba, pero cómo no hacerlo, si aquí hacen las mejores pizzas de toooodaaaa la ciudad, ¿no lo crees?
Ali? Nadie me había llamado así, en realidad no tenía ningún diminutivo u apodo, por lo que me pareció raro, aunque viniendo de sus labios, siento que está más que bien, que me llame como quiera, y es que con esa voz, no me molestaría ni siquiera que me diga que soy fea.- En eso estoy de acuerdo contingo, es por eso que siempre que me dan ganas de comer una pizza pasó por acá, además me queda de pasada, no vivo muy lejos de aquí. - no sé porqué acabo de decirle por dónde vivo, es decir, no podría invitarlo, ya que no sé si a Esteban le agradaría-. En fin, se me está haciendo tarde y no quiero que estas delicias se enfrien mucho. Así que tengo que irme, fue un gusto encontrarte...
Pero antes de que pudiera seguir con lo que estaba diciendo, en un fallido intento por huir del restaurante, él se acerca más a mi y me dice:
- ¿No quieres que te invite a mi casa así cenamos y charlamos más? No malpienses, mis intenciones son solo el de conocerte, sé muy bien que estás casada Ali, qué dices... ¿Aceptas?
No sabía que decisión tomar, realmente quería aceptar, conocerlo más, poder ser amigos, no lo sé... Es que todo con respecto a él es tan nuevo para mí , es decir, no es normal que con tan solo haber cruzado unas palabras con él luego de ese episodio vergonzoso en el que nos conocimos, no pueda sacarlo de mis pensamientos, y mucho menos es el hecho de tener sueños eróticos en el que el protagonista sea él...
Por otro lado estaba Esteban, ¿qué le diría?, ¿la verdad o tendría que mentirle?
Y como si el mundo estuviera a mi favor, me llega un mensaje de Esteban en el que me dice que tiene que salir de viaje de negocios, por lo que sólo piensa pasar a buscar sus cosas e irse directo al aeropuerto.
Ahora solo estaba en mí el aceptar o rechazar la propuesta de Alex, solo estaba en mí la decisión de hacer lo que debería o lo que mi corazón siente y quiere...
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Libérame
RomanceMi vida es un desastre, vivo sólo para hacer feliz a mi familia. Estoy casada con alguien a quien no amo y llevo una vida en la que no puedo ser yo misma, sino lo que otros quieren que sea. Pero luego, llega Alex, en el momento menos esperado para c...