-¿Dios? ¿Y tú qué sabes exactamente sobre él?... Acaso ¿Has visto siquiera su trono? ¿Sabes cuántas columnas lo sostienen? ¿Conoces el largo de su espada? ¿El color de su cabello? ¿El perfume de su habitación? ¿Sabes cuántos ángeles le honran con ob...
Todo alrededor de esa recién nacida creatura parecía latir con la misma vibración de perfección y hermosura. Incluso la brisa del viento, que movía el follaje del árbol bajo el que se encontraba, desprendía un dulce y confortable aroma; una tenue luz iluminaba cándida, alegre y hasta donde alcanzaba la vista se percibía una enorme sensación de paz y tranquilidad.
Aquel ser primigenio se incorporó y miró sus manos: ¡Qué perfecta anatomía! ¡Qué increíble diseño! Cada dedo estaba formado con dulzura y amor, con delicadeza y detalle. Pasando por los dedos y el dorso la mano, la inspección continuó hasta los fuertes brazos esculpidos de manera artesanal. Cada parte de su cuerpo rebosaba de vitalidad y hermosura y todo, incluyendo sus vestiduras, era sublime y perfecto. El creado se colocó en pie y al instante, dos pares de grandes y magníficas alas de luz se desplegaron para su sorpresa e incrementaron su emoción; ahora podría explorar sin problemas el asombroso planeta donde estaba, pero... hablando de ello... el lugar que le rodeaba parecía vacío, ¿acaso él sería el único habitante de aquel vasto y admirable mundo? Si bien, todavía no había amanecido, el lugar donde ahora se encontraba parecía ser un verdadero paraíso. Plantas exuberantes y bellísimas flores adornaban las columnas y el barandal de un mirador cercano, esculpido en piedras preciosas. Desde allí, se podía alcanzar a ver una extensa y verde planicie, pero todo parecía bastante silencioso y vacío.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Quién sería el responsable de tan formidable y bella creación? ¿A quién se le debía la honra por tal magnífico trabajo de diseño y planificación? Aquel increíble mirador y su banca hecha de zafiro no podrían haber llegado ahí solos, alguien debía estar detrás de tanta belleza.
En todo esto aquel ser perfecto meditaba, mirando hacia el bosquecillo que crecía detrás del mirador, cuando una enorme sensación de pequeñez se apoderó de él.
‒ Pero ¿qué? ¿Qué es esto? ‒ Miró hacia el suelo y poco a poco, éste se comenzó a teñir de un azul profundo y cristalino, similar al zafiro de la banca y entonces, de repente, mientras él daba pasos hacia atrás, una potente luz destelló a sus espaldas e impulsivamente cubrió su cuerpo con sus dos pares de alas y se inclinó a tierra. ‒Este lugar es increíble ¿No lo crees? ‒ ‒ Esa voz... ‒ pensó pasa sí el recién creado. Esa voz había sido tan dulce, llena de melodía y, sin embargo, también había sido una voz potente, elocuente, poderosa. ‒Ah... sí... yo... yo...‒ intentó contestar ‒Acércate amigo mío, no tengas miedo. Vamos... levántate, quiero que me conozcas‒
Tímidamente, el creado se colocó en pie, casi como si tuviera miedo y sin voltear, por fin se atrevió a hablar:
‒ Te... Tengo muchas interrogantes‒ ‒Adelante, pregunta lo que quieras‒ ‒Primero que nada ¿Quién...? ¿Quién eres? ‒ ‒Yo... yo soy el Verbo, soy el Alfa y el Omega, el Primero y el Último; soy Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz; soy la Imagen de Dios Todopoderoso, soy el Rey de reyes, Señor de señores, Creador de todo el universo y de todo cuanto en él hay... soy el gran YO SOY. ‒