La saga del Mal | SNK | [TERMINADA]

Soberbia: La Hija del Mal

“Jajaja...¡Ya arrodillate ante mí!”

En un reino lejano, donde gobernó la Princesa Christa Reiss.

En un reino, donde no se tenía que rebelar ante su alteza la Princesa o podrías ser decapitado por un capricho suyo.

La Princesa, heredera al trono con tan solo 14 años de edad, caprichosa e infantil, vivía en el gran castillo real, su sirviente más fiel igual a ella en comparación de nombre Armin.

Durante su reinado, ella gobernó con mano dura, cruel, malvada, si algo le llegaba a molestar no dudaría en quitarlo de su camino, nunca le preocupo el dinero.

—Alteza el pueblo sufre de hambre necesita hacer algo al respecto.

—¿Y para eso has venido a interrumpirme? Que tonto...

—Por favor alteza debe entender es su pueblo, sus súbditos, debe de atenderlos.

—Retirate... no me interesa en lo más mínimo.

—¡Deje de ser infantil y asuma su responsabilidad!

Gritó furioso aquel sirviente, la Princesa quien estaba acariciando un bello canario solo sonrió y dijo con voz tranquila y amable:

—Guardias llevense a este inútil quiero que sea decapitado.

Los guardias llegaron y sujetaron a aquel hombre quien le pedía piedad a la Princesa.

—Por favor no me haga esto ¡Piedad!

—Ninguno debe enfrentarme...
¡Ya arrodillate ante mi!

Aquel hombre se arrodilló, luego fue llevado a la guillotina donde fue degollado, mientras la Princesa disfrutaba de su cena tranquilamente.

Al castillo llego una carta donde se le anunciaba a su alteza la visita del Joven Príncipe Eren Jaeger, quien venía del reino Vietel, la Princesa mando a hacer todos los preparativos para la llegada del joven príncipe.

El joven llego en la noche, fue llevado a la sala del trono donde La Princesa Christa estaba esperándolo, al entrar en la sala el Joven príncipe hizo una reverencia.

—Alteza, es un gusto verla.—Hablo el joven príncipe mientras hacía una reverencia ante la princesa.

—Lo mismo digo, por favor llámame Christa.

—De acuerdo, ¿Le gustaría pasear por el jardín mi lady?

—Será un honor, Príncipe Eren...

El Príncipe estiró su mano y la Princesa la tomó pero... Ella se sonrojo, aquel príncipe era muy guapo, vestía un elegante traje azul.

La princesa se enamoró.

Pasaron la noche paseando, hasta que tuvieron que retirarse a dormir, la Princesa estaba feliz pues había encontrado el amor en ese joven con la sangre azul real.

A la mañana siguiente se dispuso a desayunar con el Príncipe Eren mientras platicaban animadamente, jugaban, reían, paseaban, bailaban juntos.
Todo era perfecto.