Puso sus manos sobre mis manos,
mis mejillas se sonrojaron,
pero ¿por qué?¿Por qué esas manos, y sus palabras,
alucinógenas,
se preocupaban por mí?Dime, ¿por qué me miraste aquel agosto?
Casi lloro.
Me besó...
Después de eso, sonreía, como si fuese una tonta.
YOU ARE READING
Quizás algun día dejes de gustarme.
Romantik"Pasar por un lugar y acordarte de ése día, en ése mismo lugar, con ésa persona."