Capítulo 3.

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¡Puta mierda! ¿Por qué salió eso de mi boca?

Porque quiero saber. Los ojos de Nate se abren y luego quedan molestos.

—Julianne, si me hubieras prestado atención durante los últimos meses, habrías notado que no estoy interesado en ninguna mujer, excepto tú.

Oh. ¿En verdad?

Él sube sus mangas hasta los antebrazos y pasa las manos por su cabello con frustración y mis ojos se clavan en sus brazos.

—¿Qué es eso? —me acerco a él y no consigo evitar pasar mis dedos por su brazo.

—Un tatuaje. —Una sonrisa aparece en sus labios y yo también le sonrío.

—¿Recorre todo el camino hasta tu hombro?

—Si.

Oh mi Dios, es tan sexy. Parece tribal, y rodea su antebrazo, luego arriba de su muñeca desapareciendo bajo su camisa.

—Entonces, bajo una apariencia conservadora y trajes, ¿mi jefe tiene un tatuaje y un piercing en su pene? —pregunto con una sonrisa.

Nate ríe y da un trago a su cerveza.

—Sí. Pero no pareció que te importase mi piercing dentro de ti, si recuerdo correctamente.

Y es así que mis bragas se empapan y estoy en llamas. No, no puedo recordar eso.

—No, no me importa. —Sonrío—. No lo esperaba. ¿Hace cuánto tiempo que lo tienes? —Paso mi dedo por su brazo nuevamente y Nate agarra mi mano y la besa, luego entrelaza sus dedos con los míos y descansa nuestras manos en su regazo.

—Desde mis veinte y algo de años.

—¿Eras un chico malo? —preguntó, provocándolo.

—Ah, creo que aún lo soy un poco. —Él está sonriendo, una amplia sonrisa que me quita el aliento.

—Tú no sonríes a menudo —murmuro.

—¿Yo no sonrío?

—No, tienes una hermosa sonrisa.

—Gracias. ¿Quieres saber un secreto?

—Definitivamente.

Nate aún está sonriendo y tiene un mordaz brillo de chico malo en sus sexys ojos grises. Levanta sus lindos pies sobre el sillón frente a él, cruzándolos sobre el tobillo.

—La mayoría de mis dientes delanteros son falsos.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque se rompieron.

—¡Oh Dios! ¿Has tenido un accidente? —¿Qué diablos sucedió con él? Nate ríe y estoy totalmente confundida.

—No, me los rompí luchando.

—¿Luchando con quién?

—Con otros chicos que se inscribieron para eso.

—Estoy confundida. —Y frunzo mi frente para él. ¿De qué diablos está hablando?

—Solía ser un luchador de UFC2, Julianne. —Él todavía está sonriendo, feliz consigo mismo.

—¿Has luchado MMA3? —pregunto. No me debería sorprender, es exactamente el tipo de cuerpo que ellos tienen.

—¿Conoces las artes marciales mixtas? —pregunta, las cejas levantadas casi hasta la línea del cabello.

—Nate, tengo cuatro hermanos mayores y un padre. No solo todos me han enseñado algunos golpes para defenderme, también me han hecho sentar y mirar esa porquería o jugarla en la Xbox todo el maldito tiempo. Y para consternación de todos, amo usar maquillaje y amo todo lo que es color rosa.

Fight With Me #2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora