New life

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Jasón llego a su departamento completamente agotado, no es que trabajar en una construcción fuese tan terrible, después de todo su condición física le permitía soportar ese tipo de esfuerzo y más, pero aguantar a algunos de sus compañeros de trabajo podía resultar en una verdadera tortura.

- ¿Cansado Todd? - pregunta una voz irónica desde la sala, incluso antes de que terminase de cerrar la puerta por completo.

- El trabajo honesto apesta. - informa al tiempo que se deja caer en el sillón justo al lado del muchacho que aunque no lo admitiera le ha esperado pacientemente toda la tarde. - ¿Qué tal la escuela mocoso? - se anima a preguntar al ver que su acompañante tiene la mesita de centro llena de libros y papeles.

- Aburrida. - informa su acompañante al tiempo que bufa con fastidio. - La medicina es interesante, pero no implica ningún reto a mi intelecto. - añade altanero el muchacho y Jasón no logra evitar que una carcajada escape de su pecho ante tales palabras; apenas deja de reír para arrastrar al muchacho cerca suyo y besarle hasta dejar al mocoso aturdido y a él feliz pero deseoso de más.

- Iré a ducharme. - aviso el ex-forajido y Damián aun en un limbo de sensaciones atino solamente a asentir con la cabeza.

- No tardes. - informo un poco más recuperado. - Porque no pienso calentar la cena dos veces. - añadió con aquel tono altanero que ni siquiera las aguas del pozo de Lázaro habían logrado arrebatar aun cuando si le quitaron todo lo demás.

10 años antes

Corría con desesperación entre los arboles de aquella selva amazónica, temiendo con su alma llegar nuevamente tarde. Red Robín, Batman y Nightwing buscaban cada uno en lugares sagrados distintos, todos seguros de que su elección era la correcta. Sin embargo él era el único que en verdad tenía una idea de donde se podrían encontrar los pozos de Lázaro, más específicamente aquel pozo maldito en el que Talía deseaba sumergir a su hijo.

Un hijo al que horas antes no le había importado herir casi de muerte con tal de llevarle consigo. Fueron ingenuos, idiotas es la palabra que él preferiría, se dejaron sorprender por la asesina, creyeron que sus hordas ataban la ciudad con el propósito de atraer a Batman hacia sus fauces, se concentraron tanto en seguir las órdenes del múrcielo que no se dieron cuenta de que Talía a quien en realidad deseaba era a su hijo.

Jasón fue el primero en notar que Robín ya no respondía a los llamados por la línea segura, cuando le exigió su ubicación y no recibió respuesta un mal presentimiento le ahogo de inmediato y olvidándose del trato entre el que alguna vez fue su padre y él, elimino rápidamente a todos los asesinos para salir corriendo hacia el centro a donde se supondría Damián estaba ayudando con los civiles. Dick fue el segundo en reaccionar y mientras la motocicleta de Red Hodd se encontraba a medio camino de su destino, la de Nightwing en los suburbios emprendía la misma dirección.

Cuando finalmente llego a su destino, el forajido se encontró con una escena digna de Shakespeare o quizás de Dante considerando la cantidad de cadáveres rodeándole. Talía sostenía entre sus brazos a un maltrecho Robín, cuya respiración era dictaos y preocupante, la sangre corría de sus múltiples heridas y los ojos esmeralda, ahora libres de la máscara, observaban suplicantes al recién llegado. "No dejes que me lleve" parecían gritar aunque la voz hubiese abandonado aquellos labios. Incluso si el demonio no se lo hubiera pedido él jamás permitiría que aquella mujer se lo llevase de nuevo, no pensaba perderlo una tercera vez.

- Déjalo ir bruja. - amenazo Red Hodd con sus armas desenfundadas y listo para matar a la serpiente traicionera si era necesario; lo que fuera con tal que Damián estuviese a salvo.

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