Y aún me atrevo a amar
el sonido de la luz en una hora muerta,
el color del tiempo en un muro abandonado.
En mi mirada lo he perdido todo.
Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay.
Alejandra PizarnikIV
La sucesión de días sólo es perceptible por la llegada de las noches, uno a uno se consumen en la rutina diaria, silenciosa y pesada. Las cuatro paredes solo se pintan de colores diferentes dependiendo la hora, mientras que siento como mi cuerpo crece... Ellas susurran secretos, son gritos ahogados de voces agudas que encuentran su fin en esta casa. Me disculpo mentalmente con mi hijo, al cual acarició sobre mi piel siendo apenas una parte de mi vientre que se siente firme.
Esa entrada triunfal con aroma metálico me revuelve las entrañas, contengo una arcada mientras se acerca a la cama. Besa a su hijo. Y apenas creo que esté lleno de sangre todavía tibia. Cierros los ojos. Quiero empujarlo y huir, sin embargo, sé que la puerta está cerrada y un esfuerzo de esa magnitud podría provocar una tragedia.
- ¿Sabes cuantos meses tienes? - me pregunta, no lo había observado con atención hasta que fije mis ojos en su mano; brilla algo a la luz de la lámpara. Un escalofrío me recorre entero, tragó saliva y niego con la cabeza. Obediente -. Según mi conteo, son tres... En un mes más - acaricia mi piel con la punta del cuchillo -. Será un poco más seguro.
Mis manos siguen temblando a pesar de que se ha ido, apenas puedo soltar el aire; no supe en que momento deje de respirar. Un par de lágrimas se pierden en mis mejillas. En silencio le hago una promesa "Nadie te hará daño.", siento ganas de reírme, pues no soy capaz de protegerme ni a mí... Toco la marca en mi cuello, apenas está cicatrizando. Los alfa son, en particular Sangwoo, violentos y territoriales. Ahora me preguntó si puede oler a mi tío en mi piel, si sabe... Me abrazo en el piso y cierro los ojos para que pase otro día.
Hay un aroma diferente, a desinfectante. Debe estar limpiando el desastre.
Los ruidos del exterior. Lo poco que se alcanza a escuchar es la vida fluyendo en las venas de una ciudad envenenada. Duerme a mi lado, que margo sabe este despertar. Como cada mañana tengo la necesidad de vaciar mi estómago en el retrete; todo estará bien, es normal que pasen estas cosas, molestias matutinas. Me tensó ante su presencia y trato de mirar atrás sin parecer aterrorizado. Muchas veces sueño, en todas mis pesadillas veo a Sangwoo devotó a mí, justo como ahora. Acaricia mi mejilla y sonríe con ternura; susurra algo que escapa de mi comprensión. Un suspiro escapa con una suave lágrima, mientras acuno mi rostro en su palma.
Es tan cálido y falso.
- Hoy vamos a salir, dado que tus piernas están mejor. Estoy seguro que quieres ver el exterior ¿no? - me habla en un tono amable, asiento con la cabeza, un poco incómodo -. Tenemos que celebrar. No lo hemos hecho. Que estés esperando un bebé, no, mi bebé.
Estoy temblando, aunque esté a la entrada con su autorización no paro de sentir un estremecimiento. Miedo, ansiedad, ganas de correr, angustia y pánico. Apenas el aire me invade los pulmones tengo ganas de huir de nuevo, con mucha más determinación que la última vez. Me ha dado un par de muletas, subimos al auto para alejarnos del terreno conocido.
Una tienda comercial, mis ojos se abren de asombro.
- ¿Qué hacemos aquí? - mi voz a salido temblorosa, me mira con algo que no logro descifrar. Me siento tan pequeño y vulnerable. Podría gritar.
- Nadie te escuchara ¿Lo sabes? - responde ante mis deseos ocultos - O quizás debería decir que nadie te creerá. Sí, eso suena más real. Tengo ganas de un pastel. Vamos...
Sus ojos se clavan en mi figura y hace una mueca desdeñosa a... ¿mí? Me cubro el vientre de manera instintiva, él no me ama, pero debe amar a su hijo, protegerlo y cuidarlo. Es su cachorro. Si su humanidad no funciona, su instinto debe salir a flote para darle la oportunidad de no asesinarlo ante el primer llanto. Lo que crece dentro de mí es la prioridad. Caminamos hasta la zona de ropa y mi mirada interrogante es suficiente para que responda sin la necesidad de hablar.
- Necesitas ponerte algo decente, no quiero ser cuestionado por la policía, mi omega - da un paso hacia a mí, y yo retrocedo con dificultad -, mi querido omega - pone su mano sobre mi mejilla y contengo el aliento - Yoon Bum. No te preocupes, ya he hecho lo necesario para que sepan de ti...
No me atrevo a responder ni cuestionar. Las cosas son más simples de lo que parecen: le debo todo mi ser, de una manera tan devota que es dolorosa llevarla a cabo hasta el final. Me guía hasta los vestidores, la ropa me queda, es como si conociera mi cuerpo, los detalles de cada hueso y fibra. Hay algo mucho más holgado entre sus elecciones y sonrió. Debe ser para un futuro cercano... Al salir del pequeño espacio no hay nadie.
Entró en pánico, mi voz lo llama, pero no aparece y me estremezco ¿Puedo huir ahora? ¿Podré irme por la puerta para correr lo más lejos que mis piernas heridas puedan darme? ¿Podrá mi hijo soportar un viaje así? Llevo mi mano hasta mi vientre, avanzó temblando, hay otra posibilidad, la sociedad no acepta un omega con un cachorro sin un alfa; me arrastraran de nuevo hasta su casa, a su lado y todo volverá a ser un caos, dolor y pena pues siento muy profundo de mi ser que mi hijo no podría sobrevivir. A punto estuve de caer cuando un brazo fuerte y firme me sostiene.
- ¡Debes tener cuidado! - me grita, tengo los ojos cerrados, los abro despacio y una imagen diferente me recibe. Hay algo en lo profundo de sus pupilas que me invita a la confianza. No puedo negarme. Quiero besarlo -. Vamos, nos queda una parada...
Deseo denegado.
- Sí, lo lamento - respondo con la cabeza gacha.
- No lo lamentes... Sigue vivo. Es lo único que debe importarte ¿de acuerdo? Recuerda...
- Lo sé, por favor... No sigas - le suplicó, me tiembla la voz.
- Ve a buscar el pastel. Necesito comprar algo en la farmacia.
Nos separamos en ese momento. Debió reprimirse ¿por qué en ese momento me recordo a mi tío? Pese a que el otro no era más que un beta. Sin autoridad suficiente para retenerme, y yo no era tan fuerte para correr lejos hasta ese día. Me quedó mirando un pastel particular, es rosa y tiene "Feliz cumpleaños" escrito. Mi mano se acerca para poder tomarlo, pero me intercepta el pasado. Reconozco esa voz, ese rostro... Los recuerdos me golpean de manera violenta y me quedó sin aire; no puedo pensar con claridad nada más allá de esas dolorosas memorias, el desprecio, lo mismo en todos lados.
Me estoy volviendo loco... Sangwoo.
- ¡Yoon Bum! ¿la tienes? - se acerca y mira con desprecio al otro. Un alfa marcando su territorio.
Me parece tan divino en estos momentos. Hay un particular estremecimiento de placer recorriéndome de felicidad primitiva cuando libera sus feromonas, me tranquilizan, respiro con profundidad y me embriago de su aroma. Detienen la maquinaria atrofiada de mi cabeza. Quiero ser su omega, por un solo momento, solo eso.

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Cadenas naturales
FanfictionBum es un omega que se ve arrastrado hasta la casa de Sangwoo; su naturaleza una vez despierta reclamaba por su alfa. Así es como se ve atrapado en esa casa. Un fanfic AU de Killing Stalking. Los invito a leer. Advertencia: Todo puede cambiar.