Carta No. 3

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Tal vez mi ausencia te sea indiferente, realmente tengo miedo de que así sea.

Los días van pasando tan lento desde que me fui y te deje de escribir.

Esta semana se me hace una eternidad, realmente odio dejarte así. El olvido se que no es una opción, me siento peor que no me hayas buscado aún como los buscas a ellos. En que momento me puse a dieta de ti o en qué momento te desagrado mi platillo. Las horas parecen estaciones de tren tan profundas y oscuras a la simple vista. Hoy es viernes de un tal día a una tal hora en la que te escribo sin enviarte nada, a quien más puedo escribir si no es a ti y a tu recuerdo que a cada momento me mata. Mire de nuevo una de tus fotografías en la mañana, mi corazón no se detuvo hasta después de un rato. El calor que viene de mi pecho es más caliente que el del sol. Si no es amor no se que sea ¿Obsesión? ¿Verdadero amor? ¿Arrepentimiento? No lo sé, hay mil y un preguntas que se me vienen a la mente y no tengo más que una respuesta en ellas que eres tú. Te extraño, dios no sé cuántas veces lo he dicho esta semana, me he aguantado las ganas de llorar cuando lo digo. Tal vez el amor se vaya en días, semanas o años. Ya no lo sé, cada vez pienso más en ti que en cualquier otra persona. Me odio, me siento tan débil a escuchar tu nombres, no sé cuál que es mi mejor motivo para seguir con este amor. ¡Duele! ¡¡¡Duele de puta madre!!! No quisiera despertarme y saber que me haz olvidado. Tengo tanto miedo, hoy y siempre que trato de no revisar las horas en las que he pasado sin saber de ti.

PD: Quiero volver a tí. . .

CorrespondencíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora