Dulce Milagro (ShunxHyoga)

Familia

*Meses después*

Shun: Te gustan, mi princesa? Te los compró papi!- dijo mientras le enseñaba los hermosos zapatitos

La pequeña Esmeralda tenia ya cinco meses y miraba a su papi con una hermosa sonrisa, el peliverde la vistió con un pequeño vestido azul cielo y le coloco los zapatitos

Hyoga: Me encanta ese vestido Shunny- dijo mientras salia del baño, vestido solamente con un pantalón de mezclilla y una toalla sobre su cabeza dejando su torso al descubierto

Shun le sonrió a su ahora esposo, mientras cepillaba el cabello de su pequeña, lo adorno con un lindo broche rosa que hacía juego con los zapatitos y el vestido azul

Shun: Es la bebé más hermosa del mundo- dijo a la vez que besaba la mejilla de su hija, está sonrió y acaricio el rostro de su papi

Fue en ese momento cuando Hyoga se le acercó y lo abrazó por detrás, Shun se sonrojó al sentir los músculos del pecho y abdomen de su amado pegarse a su espalda

Shun: Hyoga...

El rubio sonrió, le dio la vuelta y lo besó apasionadamente, el peliverde correspondió abrazándolo por la espalda

Sin dejar de besarlo, Hyoga lo empujo hacia la cama y ambos cayeron sobre esta, justo al lado de su pequeña

Shun: Hyoga...mh...no

El rubio sonrió y bajo al cuello, mientras metía una mano bajo la playera de su tierno conejito

Hyoga: Tengo ganas conejito, complaceme si?

Y diciendo esto, subió un poco más la camisa y comenzó a lamer su pecho, la pequeña Esmeralda los miraba con indiferencia

Shun miro esto y aparto al rubio con un pequeño empujón y sé levantó

Shun: Sabes que no me gusta que Esmeralda nos vea hacer eso!

Hyoga volvió a sonreír y lo abrazo por la cintura

Hyoga: Vamos Shunny, ya estamos casados, además hace ya tiempo que no lo hacemos

Hacía un par de meses que se habían casado. Cuando la pequeña hija de ambos tenia tres meses de edad decidieron unir sus vidas para siempre.

La boda se había hecho en la mansión Kido, había sido simple pero hermosa

El peliverde lo miro con un poco de enfado pero después sonrió y bajó una mano hasta la entrepierna del rubio para comenzar a masajearla por encima del pantalón

Shun: Lo pensare

Hyoga sonrió

Hyoga: Por eso es que te amo

Shun: Y yo te amo por ser quien eres

Fue en ese momento cuando sonó el timbre de la puerta, el peliverde se separó

Shun: Iré a atender, tú termina de vestirte

Salio de la habitación y caminó hacia la puerta, la abrió y gran sorpresa se dio cuando miro a la persona que estaba frente a él

Shun: H-hermano?

El peliazul lo miró y sonrió tímidamente

Ikki: Hola Shun