Día 5 Coqueteo

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Ya era medio día en el Santuario, Milo se encontraba entrenando en el patio del templo, era viernes el último día hábil de la semana. Lia, feliz como nunca, adoraba el fin de semana, porque significaba una cosa, dormir y no madrugar.

A pesar de ser novios, Milo era estricto cuando debía serlo, con entrenamientos arduos y agotadores pero también cariñoso en los momentos en donde se podía descansar y tener tiempo para estar juntos.

Narra Lia

Terminé de preparar el almuerzo, fideos tallarín con Pollo, dejé el queso rallado en la mesa junto a un deliciso jugo de limón, hacía calor, sólo faltaba servir, así que me fui a buscar a Milo al patio.

Cuando llegue, lo vi entrenar, sonreí ladina viendo su cuerpo bien formado por tanto ejercicio, el sudor y su polera de entrenamiento pegada a su cuerpo marcaban sus musculos, me quedé embobada mirándolo, hasta que sus palabras me sacaron de mis pensamientos.

-...¿cariño?... ¿paso algo?... -sonrío deteniendose, dándose cuenta que lo observaba, su rostro denotaba picardía-

-...¿eh?... n-nada mi vida...sólo pensaba -reí un poco sonrojada- solamente te miraba entrenar...

-solto una leve risa- asi que me contemplabas... -tomó una toalla que dejo debajo del árbol de manzano, y comenzo a secar el sudor que tenía por el rostro- y... ¿tengo buen cuerpo?

-me puse roja como tomate, a pesar de ser mi novio decirle que es toda perfección me hacia sentir nerviosa- ¡claro que si!... -le respondí- tantos años entrenando, es normal que tengas un buen cuerpo...

-... nunca dejaré de entrenar...tus palabras me motivaron aún más -sonrío picaro y se acercó más a ella y la tomó de la cintura delicadamente- sólo tú eres la única que podrá tocar este cuerpo... -habló seductoramente-

-me volví a sonrojar mientras mostraba una leve sonrisa y lo miraba a los ojos- me siento honrada que solamente yo pueda tocar tus musculos... -sonreí ladina siguiendole el juego y colocando ambas de mis manos en su pecho-

Narra Milo

Note el sonrojo en sus mejillas, pero luego ese sonrojo se transformo en picardía y coquetería, era notorío que ambos nos estabamos insinuando, pero lo abmito, me gusta rodearla con mis brazos y sentir su aroma pero también sentir sus manos cuando me abraza o me da muestras de afecto.

-... a mí igual me gusta tenerte, así, como ahora, cerca mío -llevé una mano a su mejilla y uní mis labios a los suyos mientras la apegaba a mi cuerpo acalorado, en un suave y tierno beso-

-sin dudar sonrío leve y correspondío el beso siguiendolo despacio, mientras sus manos acariciaban su rostro-

-senti su tacto en mi mejilla, su caricia suave, me encantaba, sus labios junto a los míos estaban en completa armonía, pero la falta de aire nos hiso separar, le sonreí mientras la miraba a los ojos y pasaba mis manos por sus cabellos- te dije hoy ¿que te amo?...

-soltó una leve risita asintiendo- si mi amor... así como yo te digo cada vez que te amo...

-...ahhh...pero no me canso de decirlo -reí un poco-

-...ni yo...siempre te lo diré... -sonrió mirándole- bueno...la comida se enfría, ve a cambiarte...

-volví a reir, parecía mi esposa, aunque la idea me gusta demaciado y debo abmitirlo, atenta en las cosas del templo, aunque ella dice no ser buena cocinera, cocina mucho mejor que yo- como digas linda... te veo en el comedor... -bese su frente y me separe de ella en direccion a mi habitación-

Narra Lia

-...claro, apurate que se enfría... -reí un poco y camine hacia la cocina-

-¡Hola!... -la voz de un vecino muy conocido se escucho-

-esa voz animosa, ya sabía de quien de trataba- ¡hola maestro Dohko!...- sonreí entrando a la cocina-

-pense que no habia nadie, el olor del espagueti me atrajo... -rie el de libra-

-jajajaja.... ay maestro, se nota que le gusta...pero pase, sientese a comer con nosotros -rei por su carita y le invito a sentarse-

-oh se nota que ya me conoce... y gracias, es un honor almorzar con ustedes... -camina y se sienta en un espacio vacio- ¿y Milo?...

-está cambiandose... estaba entrenando... -comenté poniendo otro plato y cubiertos en el lugar del maestro- ya debe estar por venir

-jajaja con razón, me alegra verlos asi de armoniosos, son una linda pareja... -sonríe mirado como termina de poner los cubiertos para él-

-me sonrojo un poco- gracias por sus palabras...

-nota el sonrojo y ríe un poco- oh te pusiste rojita...pero es verdad jajaja...

-... oh maestro Dohko... -entra Milo a la cocina, cambiado- nos hará el honor de acompañarnos...

- Milo... ¿que tal?... -se pone de pie y le estrecha la mano- Lia me invitó...no pude decirle no a tu novia...

-solte una risita- oh maestro, nunca puedo negar un plato de comida a nadie... tomen asiento que les sirvo la comida

-Milo sonrié indicando a Dohko a tomar asiento y mira a Lia-  bien hecho mi amor...

-simplemente le dedique una sonrisa y tome el plato de mi amado para servirle la comida-

Narra Milo

-yo me serviré amor... -sonreí y tome mi plato de su mano-

- claro mi vida... -sonrío y estaba por tomar el plato del maestro para sevirle, pero el invitado se negó-

-tranquila Lia, me servire yo, no te preocupes -ríe y toma su plato- apúrate Milo... que se enfría...

-¡oh maestro!... -reí un poco  terminando de servir y deje el plato en el lugar de Lia- te serví cariño...

-miró el plato y sonrió- oh no deviste molestarte mi amor...pero, muchas gracias...

-tranquila, cocinaste tan rico, que seria injusto que te quedes sin comer bien, ya sabes al maestro le gusta comer... -río un poco-

-¿espera...espera?... ¿que dijiste Milo? -pone una cara cómica a medio servirse-

-jajajaja...que ud se acabará la comida, como si no supiera que le gusta ese platillo... -río un poco al ver su cara-

-Dohko arqueó una ceja y se puso un poco más de fideo- ahora si te dejo sin comida... -y ríe fuerte-

-¡ahhh maestro! No sea tramposo que yo igual quiero... -agarre mi plato y me dispuse a servirme-

- alcanzará para todos no desesperen... -soltó Lia una pequeña risa al ver como discutian un poco por la comida-

-¡nada! ¡Yo me lo acabaré! -sonrió el maestro sirviendose más-

-¡ehhh... eso es injusto maestro, yo le decía de broma!... -reí quitandole la el cucharon-

Y así, ambos se pusieron a competir quíen comía más, obviamente la comida si alcanzó, había suficiente para ambos, pero era bonito ver que siempre existía el tiempo para pasarla  bien con los amigos, sin importar que sea hora o no de almuerzo.

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Aquí el día cinco, espero que haya sido de su agrado, me tardé mucho pero lo hise, nos vemos en próximo día.
Un fuerte abrazo a todos, con cariño
Lia🌹

Saint Seiya 30 dias (+18) LiaxMilo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora