Castiel

TRES

Demonios, según la Biblia son Ángeles caidos como indica Apocalipsis 12:9
"Y fue lanzado fuera el dragón, las serpientes antigua, que se llamaba diablo y Satanás el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con el"

Ellos alguna vez fueron ángeles, pero ellos pecaron y faltaron la ley de Dios...

Tu vecino podría hacer uno, tu compañero y uno no se da cuenta, talvez no quiere, porque cada uno esta sumido en su propia burbuja.

Algunos viendo solo su dolor, otro sus alegrías pero nunca se dan cuenta que hay más allá.

***

Dejo de respirar, mi pulso se acelera tanto que lo oigo retumbar en mis oídos.

El esta aquí, ya no es un sueño, ni un juego de mi imaginación...toca timbre y todos salen excepto el y yo.

Pienso que se me va a acercar, una parte de mi añora que lo haga pero otra no...
Sus ojos muestran un frío impenetrable.

El se levanta y camina hacia mi, el miedo me gana, las piernas responden mas rápido saliendo como puedo de ahí.

Jason mi compañero, quien estaba a lado de él en clases, me saluda. Trato de controlar mis nervios saludando, preguntándole con disimulo sobre el chico.

-¿Y recién te das cuenta de el khris?-me mira divertido a lo que yo atino a sonreir.-es nuestro compañero hace ya una semana, me sorprende que aun no lo sepas, siempre eres de las primeras en enterarse.

Asiento y le doy una sonrisa de agradecimiento ante de tomar mi camino hacia la biblioteca, me sentía sofocada, asustada.

Voy al único lugar que nadie entra de la biblioteca, el lugar de los libros perdidos, esos que no tienen nombres, que no tenían que estar ahí.

La señora bibliotecaria me deja entrar pues ella sabe que yo solo vengo a ese lugar a descansar, no a molestar.

Recargo mi cabeza en la mesa que habia ahí y me duele la cabeza. Lagrimas salen de mis ojos y decido dormir ahí. No es cómodo y talvez no me duerma pero necesito que este dolor de cabeza pare.

-Tienes que alejarte de ella Castiel-estoy viendo detrás de una rendija a dos hombres, uno lo logro reconocer perfectamente, el chico de mi sueños.

-¿porque? ¿porqué ustedes pueden estar con cualquier mujer y yo tengo que estar ahí sin nadie?-veo como sus hombros se tensan.

No escucho nada más, trato de irme de ese lado lo mas cuidadosa que puedo hasta que escucho su voz.

-Khris...¿escuchaste todo no?-sigo de espalda, aun en mis sueños o donde sea no puedo verlo-No hagas caso, tu sabes que jamás te dejaría.

Abro mis ojos al sentir una mano acariciando la mía, lo veo ahí, mirándome, su mirada no es fría, me roba el aliento.

-Hola-me sonríe, agachando un poco la cabeza y suelta mi mano. No digo nada, no puedo, los nervios me dominan.-vine aquí pues en la clase te olvidaste esto...

Me entrega mi collar, mi amuleto y yo lo miro sorprendida ¿en que momento lo deje? Sigue intacto por lo que descarto que se halla roto.

-Gracias...-susurro tratando de no tartamudear pues creo que a su lado la probabilidades que lo haga aumenta y mucho.-¿cómo te llamas?

-Daniel-dice de inmediato, sin pensarlo y mi corazón se desiluciona, creí que me iba decir ese nombre que ya tengo guardado "Castiel".

-oh...-logro asentir-bueno Daniel, me tengo que ir, fue un placer conocerte-le sonrío y cuando ya estoy por salir de esa habitación lo escucho hablar.

-no tienes que fingir conmigo khris-me quedo helada, sintiendo como se ponen de pelo mis vellos al escuchar decir mi nombre, ¿de donde me conoce? ¿cómo supo mi nombre?

Salgo de ahí despavorida, como si el fuera capaz de hacerme daño ¿y es así? ¿porque soy la única que no se dio cuenta que estaba aquí?

Era cómo si todos supieran de su existencia menos yo, todos lo tomaban como si fuera compañero de ya varios años.

La locura me esta agarrando, talvez es el estres, estar alejado de mi familia...
Eh oído que los estudiantes de universidad siempre tienen mayor estrés.

Solo tengo que aclarar mis ideas pensar claro en lo que hago.

***

Lamento tanto que te halla quitado todo nuestros recuerdos juntos jamás quise hacerlo...

Te cuidaré desde lejos, protegerte aunque se que eso no podrá ser las 24 horas del día.

Aun recuerdo el fatídico día en el que abandone, en el que perdí mi sonrisa, mi corazón, lo poco que me quedaba.

-no puedes ocultarla para siempre del mundo Castiel ¡mirala! ¡no es de nuestro mundo!-el ángel miguel quien era mi amigo y supervisor me dice desesperado que la deje en paz.

-es que no lo entiendes miguel...nunca lograrás hacerlo, tu no amas, los angeles no aman, tampoco los demonios...-susurro tratando de que vea como estoy.-

-Si, por eso mismo no tenemos esos sentimiento tan humanos...-niega serio-no sentimos esos, pero si queremos que los humanos vayan por el buen camino.

-¿cómo? ¿atrapando y asesinandolo a todo a aquel que trate de proteger a un ángel caído? ¿Ya te olvides de Chasen?-aprieto mis manos en puños tratando de no perder el control.

-Ese fue un caso diferente...los demonios lo quieren a ella, tu sabes porque, tu no puedes protegerla, sabe mucho y tu sabes que pasa en estos casos...son las reglas Castiel

-s-si hago que ella olvide todo...¿la dejaran en paz?-haría todo ella, daría todo por ella y hasta me entregaría por su bienestar.

-Tendrás que hacer que tambien se olvide de todo y que...se olvide de todo lo relacionado con lo de nuestro mundo Castiel...eso te incluye.-me doy la vuelta y aprieto mis puños debatiendo en que hacer.

Tengo que hacerlo, no hay otra salida...

-lo haré pero con una condición Miguel.-suelto un suspiro calmandome.

-Dilo.-directo, nunca va de liana en liana.

-Yo seré quien la cuide para que ni un demonio ni Ángel se acerque.-