CINCO

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Me tiro al suelo agotada, luego de una sección de mas de dos horas bailando, sacando todo el estrés.

Tenia que comportarme, no hacer un berrinche, solo es una casualidad de que halla soñado con el. Talvez si lo halla visto de vez en cuando y por eso es que habia dado en mis sueños.

Todo tiene su logica, nada en el mundo es porque si, hasta lo mas ilógico que pueda parecer tiene su lado.

Son como los cubos, crees que es imposible hacer todos los colores, lo tomas, luego de solo intentarlo un rato te rindes...

¿así no somos todo en algún momento? Somos humanos es normal, tener miedo pero lo que no esta bien es vivir con ello, disfrazarlo...

Pero siento que si me acerco mucho a él descubrirá hasta mi mas mínimo secreto como si fuera un libro abierto para él.

¿que tiene el? ¿porque sueño con el? ¿porque no lo recuerdo? No me olvido lo que me dijo en ese sueño.

Yo lo olvide y al pensar en eso me pone muy triste, no se porque.
Siento que debo recordarlo pero ese maldito dolor de cabeza sigue ahí.

Llego ha mi departamento, distraída hasta el momento que siento la presencia de alguien más.

-Necesitamos hablar Khristeen...

***

-¿le devolverás sus recuerdo?-al entrar a mi casa, sentada en la cocina veo a mi hermana menor con su dulce en una mano mientras mueve sus pies y me mira fijo con sus ojos rojos.

Ella habia heredado los ojos de mi madre, un demonio que tenia el poder de manipular a la gente.

Despues de que mi padre la escogíera para que fuera su mujer, dejo su lugar, su vida para estar al lado de mi padre.

Al ser demonio fue más fácil para ella poder tomar el rol de un ángel de la muerte. Eso no significaba que tendría lo mismo poderes o el mismo cargo que uno de nacimiento.

Significaba que tenia ciertos privilegios, cuando solo era un demonio solo podia salir de su mundo una vez.

Con ser esposa y solo eso, tenia el privilegio de ir a donde quisiera, poder ver la fecha de muerte de cada persona pero no podia quitar la vida de nadie, ni alargarlo.

Al tenerme a mi, tenia que cuidarme, dice que desde que supo de mi hermano ese aire maternal, aunque no es común en los demonios, en su caso fue diferente.

Lo agradezco bastante porque, lo que me ha contado mi padre, su madre, mi abuela era una mujer estricta que no le dejo disfrutar de su infancia más que para ser el mejor de su especie.

Sus castigos eran de los peores y nos habia mostrado las marcas de eso. Se que ellos dos se aman. Talvez su comienzo no fue el mejor pero con el tiempo mamá lo empezó a amar.

En los ojos de mi padre que son idénticos a los mios, puedo ver esa devoción que le tiene. Nunca me pregunte de eso del amor.

Lo veía algo obsoleto, el único cariño que tenia era a mis progenitores y hermanos.

Hasta que ella apareció en mi vida...

-Tierra llamando a Castiel-salgo de mis pensamiento al ver a mi hermana frente a mi chasqueando sus dedos.

-¿que es lo que necesitas Agatha?-suspiro y enarco una ceja al ver su sonrisa mostrándose cómo una niña buena.

-¿sabes que si le devuelves todos sus recuerdos de golpes podría perder la cordura no? Esto no es un simple ¡pum! Recuerda y ya. Es humana Castiel-se sienta de nuevo en un taburete mientras sigue comiendo de su dulce.

-¿Crees que no lo se Agatha? Estoy muriéndome lentamente, extraño ver ese lindo brillo en sus ojos, su sonrisa y con una mierda que hasta extraño sus malditos panqueques deformes y quemados.

Frustrado tomo mi cabello jalandolo tratando de tomar la paciencia que en estos momento me faltan. Cierro los ojos mientras un recuerdo invade mi mente

-¿porque siempre tienes chocolates y no comida por lo menos un fruta?-observa todo lo de mi alrededor con curiosidad.-

-El chocolate es mi vida Khris, me ofende tu pregunta-tomo uno de la heladera y lo acaricio-mi preciosa

-¡Estupido, te morirás de diabetes!-me mira severa y la observo-¿crees que quiero ser yo la que tenga que gastar de mi gasolina para buscar un ataud?-río con ganas al escuchar sus quejas, sin saber que la realidad era muy diferente a ello.

-Pues tranquila, dejare todo listo para que solo recogas-digo divertido por las ocurrencias que tenía-te pagaré la gasolina, le dire a mi abogado que te deje 1 dólar por la gasolina.

-espera ¡solo 1 dólar! ¡se van a desgastar mis llantas!-me tira uno de mis chocolates en mi cara, abro mi boca aun impresionado de que lo halla hecho.-

-oh no khristeen dime que no lo has hecho-me saca le lengua y sale corriendo, puedo escuchar su corazón acelerado, sus nervios y río sintiéndome vivo, alguien normal.

Al atraparla me tiro encima de ella mientras la otra se queja de mi peso y de que estoy gordo, obeso.
Sabía que lo decía todo jugando y me parecía divertido sus ocurrencias.

-Nunca habia probado un dulce...mucho menos un chocolate.-me sincero por primera vez desde que la conozco despues de que risa se habia acabado, sentía que debía decirselo despues de todo no es nada malo.-

-¿si? ¿porque?.-se sienta de lado en la cama y me mira con esos dulces ojos que habia empezado a gustarme poco a poco. A volverme loco y no poder dejar de pensar en ellos.

-mi hermano tenia problemas con ellos por lo que a mi, lo prohibieron estrictamente.-le dije una verdad y ahora una verdad pero a medias.

Se que aunque quiera no puedo ser completamente sincero con ella, no por ahora...

***

Cuanto me arrepiento de no haberle dicho la verdad, de no poder haber sido sincero con ella. Talvez si así hubiese sido...jamás la habría perdido de esta manera...

CastielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora