Narra Samantha
Después de eso ultimo la habitación se encontraba en completo silencio, Edward al parecer meditaba cerca a la ventana
Me levante de la cama y camine a paso decidido hacia el
-No me importa – Pronuncie con suavidad cuando lo vi con los ojos cerrados, creo que fue mala idea decir eso
Sus ojos se abrieron de golpe mirándome sorprendido
-¿Qué? – pregunto casi en un susurro sin salir de la sorpresa, sonreí levente al verlo en ese estado
-No me importa – volví a repetir, el evito mi mirada observando el estante lleno de libros frente a nosotros
-Soy un monstruo, Samantha – lo mire incrédula, ¿Enserio pensaba eso de el mismo? , tome con mis manos su rostro haciendo que volteara a verme
Vi como suspiro ante mi toque, como sus ojos se suavizaron al verme, era tan...hermoso
-Monstruo son esas personas que toman un arma para matar a otra, monstruo son los que violan la inocencia de un infante, Monstruo son las personas que producen guerras, estoy segura que tu no hiciste ninguna cosa de esas, así que dime ¿Qué significa para ti ser un monstruo?
-Yo mato animales para vivir, ¿Te parece poco? , hace unos cuantos años también llegue a matar humanos para alimentarme de ellos, ¿Eso no lo hace un monstruo? - sus ojos buscaron algún rastro de miedo en mi rostro y pude ver desconcierto al no entrarlo
-¿Piensas que escapare por lo que me acabas de contar? – tome su silencio como una respuesta afirmativa – Yo también me alimento de animales para vivir , sé que lo hacemos de distinta forma pero igual lo hago, Dices que te alimentabas de humanos pero ya no lo haces , cambiaste ¿Por qué? – No respondió, solo se dedicó a observarme directamente a los ojos - porque sabias que eso era incorrecto, eso es lo que vale – sonreí
-¿Porque tienes una respuesta para todo?
-Hay que siempre ver el lado positivo de las cosas, si no lo hiciera posiblemente no estaría aquí ahora – sonreí recordando a mi padre, él siempre decía eso, el me ayudo a ser la persona que soy ahora
-¿Quieres dar un paseo en el bosque? – su pregunta me saco de mis pensamientos, fruncí el ceño pero igual asentí
