Even's Dreams I

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Se está demasiado bien paseando por el instituto mientras te cojo de la mano...

¿Espera que? ¿Quien? ¿A quien le estoy cogiendo la mano? ¿Y lo peor de todo por que?

Intento mirar hacia la persona que hay a mi lado pero no consigo reconocer a nadie, solo hay un "alguien", una sombra, una sombra vacía y negra que me da miedo al principio. Desprende una frialdad y una tristeza que me da ganas de llorar y la depresión se hunde en mi ser desconcertado.

Lo raro es que cada vez que dejo de ponerle los ojos encima esa tristeza desaparece al instante y surge el efecto contrario en mi, me pongo feliz, demasiado feliz. No sé a que viene esa alegría, y las mariposas en la barriga me preocupan cada vez más pero me hacen sentir como un tonto enamorado.

La respiración se me empieza a agitar básicamente porque no sé nada, y no entiendo nada de lo que esta pasando, no puedo ver su cara, su pelo, incluso ni sus manos, no tengo ni idea de quién son esos dedos que se entrelazan con los míos.

Sin pensarlo salgo corriendo pasillo arriba hacia... ¿mi casa?

Llego a mi habitación en 3 segundos sorprendiéndome a mí mismo y de repente encuentro a Emma sentada en mi cama, ¿espera que? ¿A Emma?

-¿Que haces aquí?

-Esperando a Sana – frunzo el ceño al oírla y sin saber por qué la echo a gritos.

Me dejo caer en la cama ya que me siento completamente agotado, agarrando mi almohada noto húmedas mis mejillas y me doy cuenta de que he empezado a llorar frustado, no sé quien es esa sombra que me hace sentir tan y tan bien cuando dejo de mirarla, pero a la vez tan y tan mal cuando vuelvo a hacerlo.

Aun con la cara pegada a la almohada oigo la puerta cerrarse y la habitación se llena de un ambiente frío y solitario, un vacío que me llena por dentro e intensifica mi tristeza haciendo que vuelva a llorar esta vez sollozando. La temperatura que acaba de implantarse en la habitación hace que me tape con la manta hasta el cuello intentando coger calor.

Unos dedos se cuelan por detrás de mi oreja colocándome el mechón de pelo despeinado, unos dedos cálidos y ardientes, como una solitaria llama de fuego en medio de la fría Antártida. El tacto me provoca un escalofrío que me llega a los pies haciéndome despegar la cabeza de la almohada.

Unos ojos verdes me miran como si acabaran de descubrir América. Ahí está, dios es tan tremendamente hermoso. Even, ¿qué narices acabas de decir? Es guapo, pero no para tanto, ¿no?

Me incorporo frente a él y mis manos congeladas se posan en sus mejillas quedando así más cerca el uno del otro. Sonríe. Me sonríe a mí, sus labios se curvan regalándome esa preciosa sonrisa que me vuelve loco.

Lo único que quiero hacer es quedarme en esos ojos verdes un rato más, acaricio su suave mejilla con el pulgar y me acuerdo de algo.

-¿Cómo te llamas?- le susurro ahora que estamos a pocos centímetros.

El silencio se hace en la habitación y mi paciencia se pierde con los segundos que pasan.

Se dispone a acercarse a mi oído poniéndose de puntillas y musita algo muy bajito que no soy capaz de entender. Frunzo el ceño y vuelve a repetirlo.

Es como si hablara en otro idioma. Me esta chillando, no sé si es porque soy tan imbécil que no consigo entenderlo o por su frustración de que las palabras no salgan de su boca en este instante. No emite ningún sonido y las lagrimas empiezan a derramarse por sus ojos, gesticula pronunciando su nombre pero me es imposible comprenderle.

Su insistencia y perseverancia en ello hace que se derrumbe cansado en el suelo apresando sus rodillas entre sus brazos sollozando.

Me agacho e intentando consolarle paso mis dedos entre los mechones que sobresalen de su gorra y le levanto la barbilla. Tiene los ojos rojos e hinchados y puedo sentir el nudo que se encuentra en su garganta y la presión en el pecho.

Las palmas de mis manos le rodean las mejillas retirando con el pulgar las lágrimas que caen sobre estas. Junto mi frente con la suya intentando calmarle, intentando que deje de llorar y que la ansiedad aminore.

Cierro los ojos por un instante y mi espacio tiempo se detiene por unos segundos intentando disfrutar de aquél leve roce y deseando que deje de llorar.

-Me...- susurra- Me llamo... Is...

Mi despertador marcando las ocho en punto hace que abra los ojos bruscamente y me incorpore en la cama desconcertado. JODER.

La furia me invade pensando en que hubiera pasado si lo hubiera programado diez o quince minutos más tarde. Lo pago con el teléfono ya que lo primero que hago es cogerlo y lanzarlo a la mierda, oigo que estalla contra la puerta del armario y cae al suelo, no sé si se ha roto.

Me levanto maldiciendo a todos los demonios por haberme hecho esto a mi. Dios, de verdad que quería saber su nombre, necesito ponerle un nombre a esa cara tan preciosa.

Joder esto es tan... ¿por qué siento esto?

Yo salgo con Sonja, estoy ¿enamorado? de ella, me gusta su cara, la forma en que me mima y me besa, ella es perfecta. Entonces, ¿por qué tengo estos sentimientos por este chico? Dios estoy hecho un lio. Tengo que dejar de pensarle. 

Estoy deseando verlo cuando llegue al instituto.


Esto es algo que se me acaba de ocurrir, son las 3 am y necesitaba ponerlo, si os gusta escribiré más sueños de Even, irán destapando más secretos de la historia. ❤

JUST EVEN by MaybehappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora