Sin pensarlo me anime a escribirle, no perdía nada enviándole un mensaje, poco tiempo me tomo para pedirle su Whatsapp.
Se llama Paula y la conocí por Facebook en un grupo lésbico.
Era un 26 de febrero, le marque para guardar su número, pero hablamos por horas, no me pregunten cuantas ¡no lo se! Solo se que me movía como quinceañera enamorada de un lado a otro por toda la cama sosteniendo el teléfono en mi oreja, nos reíamos de cada cosa y no pude evitar coquetearle muchas veces, ¡mierda! Su voz es tan dulce, suave y delicada, como de esas princesas de Disney, me derretía el alma y por primera vez sentía tanta atracción por alguien, y esta atracción no era sexual como cuando alguien mas me atraía, me atraía su simpatía, su inteligencia, su alegría, la manera que tenia de hablarme ¿o así lo hacia con todas? No lo se, solo se, que me encantaba hablar con ella, se hizo tarde así que me despedí.
(Paula Quintero) la guarde.
No podía dejar de pensar en ella después de esa charla animada y llena de ternura...