Cap 8: De rosa a negro.

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En verdad esto es el amor.

Di un sorbo a la pequeña taza mientras apoyaba mi rostro en una mano, aburrido. Kai esta noche estaba más ocupado de lo normal, e incluso me pidió que fuera a casa por mi cuenta, al parecer le habían pedido que se quedara más tiempo en su turno.

Sin embargo, me negué, quería esperarlo fielmente  como todos los días.

Pero.. Tan pronto como dieron las 2:50 de la madrugada, yo ya estaba que me desmayaba del sueño y conforme los segundos pasaban, mis parpados empezaban a cerrarse, estaba al borde del paraíso gato-saurio.

- Chen, pequeño. -Escuché a lo lejos la voz de un ángel, que poco a poco fue haciendose más clara- Anda, despierta.

- Mmh...No.. Quiero seguir durmiendo. -Me removí volviendo a morir a los segundos, Kai dió un pequeño quejido y se acercó a una de mis orejas.

Con el solo sentir de su respiración en mi piel, mis orejas y cola se erizaron de sobremanera, despertando de golpe.

- Tan lindo, Chen Chen -Me dijo entre risas juguetonas y pícaras en cuánto me miró estampado en la pared con mis mejillas rojas.

- ¡JongIn! ¡¿Me quieres matar de un susto?!. -Repliqué mientras trataba de calmar mis hormonas locas, agarrándome del pecho exageradamente.

- Solo fue una broma, gatito. -Sonrió coqueto al tomar mi cintura para levantarme.- Ven, vamos a casa, es bastante tarde.

Y sí, eran las 3 y media. Noviembre estaba comenzando y ya se sentía harto frío, las lluvias en la madrugada anunciaban que pronto estaría por nevar, y justo esa noche desafortunadamente en medio de nuestra tranquila  caminata, el cielo empezó a gotear.

Miré hacia arriba y una gota de agua se me metió al ojo.

-¡Ah! Demonios -Me llevé una mano a la cara, reponiendome en segundos, sin embargo, Kai ya estaba en frente mío.

- ¿Estás bien? ¿Qué te pasa?

- N-nada.-El dolor pasó en segundos, pero el rostro de Kai estaba tan cerca que mi corazón empezaba a latir con fuerza, tanta, que me daba terror al pesar que el podría escucharlo.
Él suspiró levemente y se quitó el abrigo que traía, estirandolo tan cuál como si fuera una manta para cubrirnos de la lluvia, al menos, por un rato.

- No quiero que te enfermes, Dae, mejor apurémonos. -Me sonrió.

Caminamos con cierta rapidez, la lluvia empezaba a ser cada vez más fuerte, y no encontramos otra opción mas que refugiamos bajo el techo de algún local.

- Creo que esto ya no nos servirá. -Kai exprimió el pedazo de tela que antes era su abrigo, dejando caer bastante agua.- Es muy tarde, y no podemos quedarnos aquí ¿Corremos?.

Con una mirada retadora, enredó la prenda en su cintura.

- Será divertido. -Sonreí sin analizar todo lo malo que podría salir mal en ese momento, siendo yo, seguro iba a ser algo más que un buen resbalón. - ¿Qué me gano si llego primero?.

- Ummh... Mi corazón. -Sonrió divertido apoyando una mano en su pecho, quizás eso fue por no saber que decirme, pero yo sentí como si una ráfaga de mariposas estuviera estrellándose contra las paredes de mi estómago.- ¿Y yo?.

- Lo mismo. -Dije con voz algo temblorosa, esperando que no se notara por el sonido del agua cayendo.

- Trato hecho, ahora, menos palabrería y...- Me guiñó el ojo antes de salir corriendo a carcajadas, sin previo aviso.

Best Luck ~KaiChen~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora