Capitulo: 2

170 5 0
                                    

 Íbamos camino al consultorio de la Señorita Hanson, lo cual me puso de mal humor, no odiaba a mi psicóloga si no que odiaba el hecho de que mi madre me trajera  aquí,  prefería traerme a un psicólogo en lugar de sentarse por 5 minutos y pasar tiempo con migo o preocuparse por mí.

- Mama ya no quiero seguir yendo a terapia, ya estoy bien - dije

- No Jul, la señorita Hanson me dijo que aún no estás bien - respondió mi madre

- Claro a ella no le conviene que este bien - dije entre dientes

- ¡Jul! - dijo mi madre  con tono de regaño y mirándome

- ¿Qué?, es la verdad, porque ella no está haciendo esto sin recibir dinero de tu parte ¿O sí? - dije con un tono obvio

- Claro que si porque es  su trabajo, y no seas grosera – me miro molesta – porque no te puedes comportar,  porque no puedes ser como... – no termino la palabra y  se giró a ver a la calle

- ¿Cómo Aleisha?, ¿cómo tu perfecta hija Aleisha? – dije con odio

Mi madre solo me observo y no dijo nada solo estaciono el auto, no hacía falta yo ya sabía que era verdad,  ella quiere que sea como Aleisha, la chica perfecta. Nos bajamos del auto rumbo al edificio, entramos al ascensor y el celular de mi madre sonó

- si está bien… no, no estoy haciendo nada importante… claro nos vemos en 20 minutos… sí,  claro señor  Nelson, no vemos – termino de decir y colgó

- Jul hoy no te esperare necesito ir a presentar una casa, regresa en taxi ¿está bien? – dijo guardando su celular

- Oh! si no te preocupes, de todos modos no estás haciendo nada importante – dije irónicamente

Mi madre se quedó callada. El ascensor sonó marcando  el piso 8, Salí rápido de él y mi madre solo me grito “te quiero” yo solo la ignore y fui a la oficina de la señorita Hanson.

- Hola Julieth - dijo la señorita Hanson señalándome una silla frente a ella para que me sentara

- hola - respondí sentándome en la silla.

 Empezó a preguntar cómo me sentía como iba en la escuela lo de siempre la verdad que ya era como uno guión el cual me sabía de memoria, y yo respondía lo mismo  siempre, “me siento bien”, “voy bien” etc, etc.

Los 45 minutos pasaron rápido a comparación de otros días.

Salí del edificio y camine por un rato tenía ganas de caminar, quería olvidarme de todo por un rato, quería olvidar lo que Aleisha me dijo, llegue a un parque me senté en una banca y mire todo a mi alrededor estaba solo no había ni un alma, no pude contener más el llanto, sentía un gran nudo en la garganta me sentía horriblemente mal comencé a llorar, las palabras de Aleisha y de mi madre no dejaban de resonar en mi cabeza, me sentía estúpida, me sentía inútil me sentía de lo peor, me sentía una porquería, mi vida era horrible solo quería desaparecer, tome mis piernas y las presione y talle con frustración mientras intentaba  sacar el coraje que tenía dentro , cuando presione mi pierna izquierda sentí un ardor y me queje, no recodaba las heridas que me hice esta mañana, lo más probable es que se hayan abierto cuando las apreté.  Limpie mis lagrimar suspire barias veces para tranquilizarme,  me levante de la banca y camine a la avenida para tomar un taxi.

Llegue a casa le pague al taxista y me dirigí a la puerta,  la abrí y parecía que no había nadie, me fui directamente a mi habitación y me quite la ropa, si, las heridas se habían abierto, fui al baño y saque  un botiquín, limpie y desinfecte las heridas con alcohol y algodón, me  cambie de ropa me puse un suéter de capucha y un pants.

Sueños rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora