Un Nuevo Camino Cap. 17 Bebes

167 9 0
                                    

Narradora. La gran ovación se hizo presente, al ver a Bankotsu cargando a esa mujer que los dejaba sin aliento, la felicidad de ella era sin dudas una sonrisa de oreja a oreja, y era todo un éxito pues se le notaba que de cada poro de su piel, solo podía irradiarla todos los partícipes, ovacionaban llenos de júbilo de conocer a sus nuevos gobernantes, el único que se negaba a ver feliz a Aome era Inuyasha que no tenía piedad de las copas que aprisionaba en sus manos, lo que en su mente se formaba era tomar a Aome y salir huyendo donde según el hacia el ridículo bailando con ese tipejo, pero fue sacado de sus pensamientos por quien menos se lo esperaba.

¿?. Hermosa no crees.

Inuyasha. Quien eres.

¿?. Vaya veo que no me recuerdas incluso cuando te perdone la vida, Inuyasha.

Inuyasha. No sé de qué hablas.

¿?. Soy Naraku, el primo de Aome, veo que te molesta ver esa sonrisa y que no sea causada por ti, pero vamos viendo tú no eres como se dice, el indicado, más te vale que te comportes en serio planeo matarte, si te atreves a arruinar este evento con el que ella soñó toda su vida tú fuiste el idiota que la perdió nadie más que tú Inuyasha, déjala vivir su vida siendo feliz con quién ella ha elegido

Inuyasha. Pues ya se casó no, tomando de golpe el líquido en su caso.

Naraku. Estas advertido.

Narradora. La chica de cabellos ondulados azabaches se dirigió al centro del jardín, tomando el micrófono en su derecha y en la izquierda sosteniendo su copa la elevó hacia el cielo.

Aome. Esta noche brindo por aquellas personas que me permitieron estar en este instante maravilloso, por mis padres, si bien mi madre me hizo falta, no puedo negar que la siento aquí a mi lado, brindo por mis amigos y por lo más importante que pude llegar a conocer a mi amado esposo al cual, le debo cada instante de felicidad, sin más que agregar salud.

Bankotsu. Brindo por mi amada esposa, deseando que muy pronto tengamos frutos de nuestro amor, sin más salud, por cierto disfruten de la fiesta llegó el momento de despedirnos nos vemos en 2 meses. Hasta pronto.

Sesshomaru. Es que acaso ya se van.

Aome. Si cuñado pero pueden seguir disfrutando nos llevará un helicóptero, al yate de Bank, de ahí estaremos visitando diferentes lugares,

Lemon.

Narradora. La pareja se tomó de las manos emprendiendo la huida, hasta el helicóptero, se tardaron alrededor de 10 minutos, en llegar al yate de Bankotsu, su tripulación les dejos solos, el novio de un solo movimiento tomo a su bella esposa cargándola en forma nupcial. Al llegar era una hermosa habitación, con una botella de champagne del mejor, Bankotsu bajo delicadamente a Aome y cerrando las puertas detrás de él, abrazo a la chica por detrás de la cintura aprisionándola con su cuerpo, ella sintió esa acción, volteó a mirarlo sonrojada por qué sus ojos azules la ponían nerviosa, pues ella sentía que podían atravesar su alma, sin perder el tiempo más lo abrazo por el cuello haciendo que bajara la mirada se besaron en un principio tiernamente pero Aome al entreabrir los labios un poco más le permitió al moreno empezar con una danza insaciable que pedía a gritos hurgar en ella, la boca de la chica fue sustituida por el cuello bajando desde su lóbulo hasta el nacimiento del cabello, ella soltó el agarre del cuello, para posteriormente quitarle el saco, y la camisa a su esposo, al simplemente tacto desde el pecho de su amado se podía notar lo bien trabajado de su cuerpo ella jugaba haciéndole círculos imaginarios cuando de repente volteó a su espalda para que le diera la espalda, el ágilmente desabotono el vestido soltando el moño detrás, ella solo vio cómo su vestido caía dejándola solo con un camisón de encaje por parte de Bank, el ya solo le estorbaba el pantalón para estar en igualdad de condiciones de su esposa, Aome tomo nuevamente el rostro de Bankotsu, para besarlo con más pasión que antes pues sentía un extraño calor que la recorría desde la nunca hasta sus caderas, el no opuso resistencia alguna, pues sentía lo mismo ardía de pasión por su mujer, Aome sin perder ese beso despojo de los pantalones a su esposo, pero como en esa ocasión en la playa, perdió el equilibrio se soltó del beso cayendo sobre él, la miraba divertido en un susurro poco audible le dijo "esta vez estamos solos serás mía". Diciéndole eso se levantó pero la chica enrollo sus piernas en el bien trabajado dorso del chico, sonriéndose ambos, la cargo depositándola en su cama, lo que siguió fue que la intensidad de los besos ya no solo se concentraban en la boca, Aome lanzaba pequeños gemidos que aún más lograban excitar al moreno, después le quitó el sostén arrojándolo lejos y se centró en los redondos y enormes pechos de Aome sus manos le parecían insuficientes para poder lograr abarcarlos con una mano acariciaba la intimidad de la chica mientras su boca se deliraba con el sabor de los pechos pues intercalada la succión en cada uno, ya sin ningún detenimiento le quitó lo que aún le quedaba de ropa, en un impulso Aome tomo con sus manos el miembro erecto del joven, acariciándolo logrando que esa excitación no bajará, el sentía una inmensa necesidad de estar dentro de ella abrió lentamente las piernas más de la chica y colocándose suavemente sobre ella, inicio a penetrarla suavemente, no sabía por qué pero ella pedía que la velocidad aumentará de repente, conforme a la velocidad aumenta el chico sentía que podía estar disfrutando de su mujer así siempre, en un hilo de voz le pidió que se quitará de encima de ella, el de frustró pues pensó que la había lastimado y cuando le iba a pedir perdón lo tumbó en la cama, susurrándole "no es justo que solo disfrute yo te amo Bank" ella se colocó encima de él tomando su miembro se colocó sobre él, haciendo que Bankotsu, se quedará boquiabierto pues con el sube y baja de las caderas de la chica podía ver sus perfectos senos en una danza que lo estaba volviendo vicio, ella tomó las manos de él y las coloco en su trasero el no comprendía el por qué se habían privado de ese placer el ritmo de las penetraciones les aumento, volviéndose un éxtasis completo, cuando de repente, él también le dijo "Te Amo Aome, valió la pena cada minuto de espera" ella sonrió cuando sintió que ninguno de los 2 aguantaría más comprendió que los 2 habían logrado llegar al mismo tiempo pues ella sentía claramente las palpitaciones del dentro de ella, él se sentía pleno, pues había dejado su esencia y semilla dentro de su mujer, su amiga, si esposa su amada Aome.

Aome. Te amare siempre, te encuentras bien.

Bankotsu. Si lo mejor de mi vida ha ocurrido.

Aome. Exagerado, no te lo creo.

Bankotsu. Por qué lo debía ser, te adoro, nunca dejes de ser tu misma, por cierto cansada.

Aome. Para complacerte nunca mi amor. Solo deseo estar sobre tu pecho mi vida, verte a los ojos y decirte que me perdones por hacerte esperar.

Bankotsu. Perdonarte que me has hecho sumamente dichoso estás lista.

Narradora. Nuestra pareja se volvió a entregar noche tras noche, en cada momento que sentían la necesidad de demostrarse de manera física su amor 2 meses estuvieron alejados de sus seres queridos, a su regreso se encontraron la sorpresa de que Rin estaba esperando a unos mellizos, pues tenía 4 meses de embarazo, Sango esperaba a su primogénito con solo 3 meses de embarazo, todo indicaba que su boda había tenido efecto incubadora pues hasta Kouga y Naraku serían padres la azabache tenía un cierto temor que después de su aborto no le pudiera dar un hijo a su amado, Bankotsu se tuvo que reincorporar a sus obligaciones propias del gobierno, su esposa había decidido salir de compras para tener algún tipo de obsequio para los bebés que se encontraban en camino, pero en cierto local, paso algo sumamente extraño, pues Aome se encontraba viendo una estantería cuando sin más perdió el conocimiento cayendo, pero antes de tocar el suelo su grupo de seguridad uno de sus 7 guardaespaldas la sostuvo de inmediato la cargo pero la chica te la demasiado suelto el cuerpo.

¿?. Mi señora, no se muera el señor la necesita resista por favor.

¿!?. Qué le pasó a la señora.

¿?. Yo que voy saber vete deprisa al hospital o nos matará el Señor Bankotsu.

¿!?. Y que crees que hago.

10 minutos después.

Doctor. Deben avisar a su esposo.

¿?. Es grave.

Doctor. El desmayo no, pero debemos hacerle unas preguntas a el.

Narradora. Los guardaespaldas se dividieron quedándose unos en el hospital, mientras otros iban por su jefe, entraron sin ser anunciados interrumpiendo una junta entre Bankotsu y Naraku.

Bankotsu. Qué demonios hacen aquí ustedes deben de estar al pendiente de mi esposa.

¿?. Señor, su esposa está en el hospital.

Narradora. Ni Bankotsu ni Naraku, pudieron pronunciar palabra, se levantaron como resortes, de un solo movimiento se encaminaron a la salida, no podían salir de su asombro se dirigieron a toda velocidad hacia el nosocomio, al llegar la angustia de Bankotsu era palpable pues su rostro se encontraba desencajada.

Bankotsu. Cómo está mi esposa.

Doctor. Por el momento estable, necesito saber si usted tiene conocimiento de algún trauma o contusión que tuviera la señora de antaño.

Bankotsu. No lo sé dígame el por qué.

Doctor. Su esposa está embarazada, pero lo realmente grave es que tiene un coagulo en el cerebro lo que causó el desmayo, y en si el estado en el que ahora se encuentra.

Narradora. Bankotsu se había quedado mudo, no sabía si se atrevería a preguntar una consecuencia de ese coagulo.

Naraku. Y ese coagulo le puede causar daños permanentes.

Doctor. Por su localización, pero hasta que no se sepa la naturaleza que lo originó el daño que está causando en la señora es que este en un sueño profundo. 

Un Nuevo Camino (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora