Un Nuevo Camino (Finalizada)

Un Nuevo Camino Cap. 19 Días Tristes

Bankotsu. Tus antojos son sumamente extraños no crees amor.

Aome. No sé un poco tal vez. Y cómo va todo amor.

Bankotsu. Muy bien en cuanto salgas de aquí terminarás el vestido de Fadhila no amor.

Aome. Claro que sí te noto algo preocupado estás bien Bank.

Bankotsu. Si es que me preocupo mucho lo que dijo Inuyasha.

Aome. Pues que te dijo para que estés así.

Bankotsu. Pues que si no te hubieran operado hubieses muerto, por cierto amor, cómo está eso de que sufrías amenazas de muerte.

Aome. Verás eso fue por qué me encontraba muy triste por lo de mi bebé y no quería ni el más sentido de lastima por mi situación por eso además aquí te conocí no, ya que puede importar ese pasado en este momento. Por cierto nunca te eh visto que vayas a visitar las tumbas de tus padres, las cenizas de mi madre ahora están mi casa pero tus padres.

Bankotsu. Una larga historia mi amor, cuando estés mejor iremos a sus tumbas, Aome, quiero preguntarte algo.

Aome. Si amor claro, dime que sucede.

Bankotsu. Qué harías si te enteraras de un secreto que podría arruinar tu matrimonio.

Aome. No me asustes, no me digas que me has dicho mentiras.

Bankotsu. Por supuesto que no.

Narradora. Pasaron seis meses después de la operación de Aome, Inuyasha se había casado con Fadhila, y a pesar de los múltiples intentos no lograba embarazarla, mientras que Aome lucía un abultado vientre de 8 meses, después del incidente del centro comercial, Naraku, se hacía cargo de la seguridad de su prima, pues en el ciertos aspectos lo hacían desconfiar del ahora esposo de Aome, pues algo en sí no le cuadraba, y realizando una investigación de los antecedentes de Bankotsu de a poco descubrió algo que lo enfurecía pero a pesar de todo no quería ver mal a su prima suficiente era para él saberla que había sufrido la pérdida de su bebe sola, sin apoyo, también tenía un cierto tipo de coraje hacia Inuyasha, pues él era uno de los principales culpables del sufrimiento de Aome, pero a pesar de sus preocupaciones cierto martes 25 de noviembre, Aome se enteraría de toda la verdad pues esa mañana llegaron visitas inesperadas pero perfectamente conocidas para la azabache.

¿?. Aome, ¿Qué haces aquí?

Aome. Esa misma pregunta ronda por mi cabeza.

¿?. Tú no sabes con quién hablas verdad estúpida

Aome. Perdón que yo sepa tú no eres de la realeza o si Kikyo.

Kikyo. No pero soy la esposa del embajador de Japón.

¿?. Basta Kikyo, Aome, trabajas aquí.

Aome. (Medite mi respuesta pero no le diría a Kikyo, que hacía en ese lugar al menos no por ahora). Así es Suikotsu, buscan al Emir.

Suikotsu. Si a él lo busco, me podrías decir donde esta

Kikyo. Como le hablas así y te rebajas al nivel de una criada

Suikotsu. Cállate Kikyo si no quieres que me arrepienta de haberte traído, una disculpa Aome.

Aome. No te preocupes sé que no soy del agrado de tu esposa con tu permiso me retiro, (la verdad deseaba callarle la boca a la presumida de kikyo, pero me pronto me las pagaría, desde que llegue aquí cambie para mal, me volví una chica valemadrista, ya no era tan idiota, o al menos eso me creía y abusaría esa tarde para humillar a kikyo). Él está en su despacho al fondo.