• Capítulo 1 •

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Estaba volando, volando en suaves y hermosas nubes rosas. Sentía el viento mover mis cabellos y sentía como acariciaba mi piel. Escuché el ruido de uno de esos aparatos en donde puedes oír tus latidos, típico ruido de hospital, rayos.
Abrí los ojos lentamente, me encontraba nuevamente en el hospital, en la misma habitación que la semana pasada, con el doctor Min y mi estúpida hermana otra vez.

ㅡ¡Hey! Miren quién despertóㅡdijo el doctor Min.
ㅡAgh otra vez aquí.
Era como la décima cuarta vez que regresaba una y otra vez al mismo lugar, creo que era igual de agobiante para mí como para ellos.
ㅡYa niñita, eres nuestra paciente estrella.ㅡBromeó el doctor.

Cada semana volvía a ese lugar. Cada semana escuchaba las mismas oraciones de mi hermana y cada semana fingía aprender la lección. Pero lo volvía a intentar.
No me importaba seguir probando, tal vez algunos dirían que no era lo suficientemente valiente como para llevar a cabo la acción completa. Tal vez sea eso.
Creo que todos vivimos una vida complicada pero yo no era lo suficientemente fuerte para enfrentarla pero tampoco era lo suficientemente débil para dejarla.

Era huérfana, literalmente huérfana, aunque realmente lo literal de la palabra misma lo dice, mis padres murieron, ya eran esqueletos dentro de un baúl horrible de madera que costó fortuna, dinero desperdiciado (un chiste, humor negro).
La muerte de ellos no era una ocasión bonita que me gustaba recordar, claramente no lo era, pero cuando lo hacía, mi corazón dolía tanto que sentía que me moriría, todo por un acto de rebeldía que había tenido, me escapé de mi casa, quería ir a una fiesta, y a los 12 años eso es medio complicado, mis padres fueron a buscarme y tuvieron un accidente automovilístico, allí empezó todo.

En sí yo no era alguien popular, qué vergonzoso, solo dos que se alejaron con el tiempo, realmente intentaba de todo por poder encajar, pero no, nunca me admitían en ninguno grupo, recurrí a cosas realmente absurdas, a veces trataba de llamar la atención para que alguien se acerque, pero siempre estaba sola.
Mi madre era mi mejor amiga y mi padre mi mejor amigo.
La relación con Jia, mi hermana, no era de las mejores, pero la toleraba, ella era mayor que yo, un poco, pero por eso peleabamos mucho, yo era la niñita consentida y la más caprichosa.
Al recordar toda mi vida pasada se me estrujaba el corazón, me sentía culpable de todo, de que mi hermana tenga que crecer demasiado rápido para poder ocuparse de mí, de la muerte de mis padres, de cómo los estaba haciendo perder tiempo a los doctores, de que estaba ocupando un lugar en ese estúpido hospital, lugar que podría ocupar alguien que realmente lo necesita. Mi mente no paraba de analizar las situaciones, pero ni por un segundo.

Luego de la tragedia, en el colegio comencé a ser una rarita, comenzaron a haber rumores sobre lo que me pasaba, incluso dijeron que mis padres habían sido asesinados, otros dijeron que los asesiné yo. En cierto punto.
Nunca jamás pensé en cómo sería ir a una fiesta, la palabra fiesta y el nombre Yeonhee no iban de la mano, pero a los 15 años de edad fui al cumpleaños de una chica del colegio, yo sabía que me había invitado sólo porque sus padres la obligaban a hacerlo, aún así fui, estaba acostumbrada a que me tengan lástima. Lo más sorprendente es que un chico fue muy amable conmigo, estuvo conmigo toda la noche, bailamos, él no paraba de decirme lo linda que era y puf, sí que me gustaba, me hacía sentir tan bien. Al final, antes de irnos, me dio un beso, ese fue mi primer beso, en ese momento había olvidado todo. Se sintió lindo.
Luego de que nuestro beso terminara él se dio la vuelta dirigiéndose a sus amigos y dijo...
ㅡ Gané, besé a esa fracasada. Páguenme.
Algo en mí se rompió, no es que el chico me gustara, nada de eso, es que por primera vez en mucho tiempo sentí que alguien se fijaba en mí, me notaba, notaba que yo estaba allí sin soltar un "pobrecita", sin tenerme lástima, toda una mentira claramente. Tenía ganas de romperle toda la cara, estaba avergonzada, mis mejillas pálidas se tornaron del color de un tómate.
Luego de eso, no fui nunca más a ninguna fiesta, en el colegio hablaba poco y nada por lo que no hacía amigos, comencé a tener hábitos horribles que me hacían descargar toda la ira, se sentía satisfactorio.
Se sentía bien tengo que admitir, a mi hermana mucho no le importaba, ella se metía en sus estudios y el mundo le daba igual.
No podía evitar sentir que todo el mundo hablaba mal de mí, o que siempre me atacaban de alguna forma, cuando realmente al mundo no le importaba mi existencia y eso era lo que más me dolía.
Las noches eran las más duras, las voces en mi cabeza aumentaban "TÚ MATASTE A TUS PADRES" "ASESINA" "ELLOS DEBERÍAN ESTAR AQUÍ Y TÚ ALLÁ" así estaba toda la noche, básicamente no dormía nada, por lo que tuve que tomar medidas y me compré unas pastillas para poder dormir.

Devuelveme a la Vida | FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora