Enfocó, esperó y, justo en el momento preciso, hizo "click" al botón de su cámara de fotografías instantáneas. La foto salió y él la tomó antes de que cayera al suelo, la sacudió por algunos segundos, mientras aún tenía la mirada perdida en su modelo, cuando la foto estuvo lista sonrió al ver lo perfecta que esta había salido. El chico al otro lado de donde él se encontraba; tenía sus audífonos puestos, estaba sentado apoyándose en el tronco de un árbol y con los ojos cerrados. Sintiendo la música.
La iluminación que creaba el sol que apenas y podía traspasar de la voluminosa copa del árbol, le daba un toque mágico a la escena que ahora tenía retratada. Del bolsillo de su pantalón sacó un marcador permanente negro y en la parte trasera de la foto, en el borde superior escribió la fecha de ese día y una resumida descripción al centro, con su fea letra toda torcida semejante a la de un estudiante de medicina.
Viernes 12 de Julio.
Portabas tus audífonos blancos mientras escuchabas algo que te hacía lucir en paz. Sentado en el pasto, ensuciando tu ropa. La luz que se filtraba por las hojas del árbol hacía relucir tu hermosa piel color canela.
Era su modelo favorito. Kim Jongin; Facultad de Artes al igual que él, tres cursos más abajo y en el campo de Danza y expresión corporal.Lo vio por primera vez en el campus dando piruetas de Ballet en el amplio jardín mientras hablaba con otro chico de su mismo campo. Él no pudo escuchar esa conversación, pero quedó fascinado con la belleza de los movimientos del otro chico quién hablaba y bailaba con tanta naturalidad y facilidad, que no esperó ni un sólo segundo antes de tomar la primera de muchas fotos polariod, sus favoritas, que tomaría a lo largo de un extenso y agotador año.
Su teléfono sonó, al ritmo de una pegajosa canción de un grupo de chicas que era muy popular actualmente y que él odiaba, siendo ese molesto tono la alarma que indicaba que debía volver al lugar donde vivía. Después de guardar sus cosas y suspirar pesadamente dando un último vistazo a su musa, se levantó del suelo, sacudió su ropa y emprendió camino hacia el departamento que compartía con su actual pareja ó algo así. Últimamente ya no sabía si todavía andaban o no.
Se puso sus auriculares, puso play a su lista titula "lo qué sea" mientras sus oídos se llenaban de esa dulce y pegajosa melodía de piano, caminaba por la calle mientras el sol se ponía, usualmente tomaría una foto pero no estaba de humor, encendió un cigarrillo con su encendedor, ambos los sacó del bolsillo de su pantalón. Daba largas y profundas caladas, sintiendo el sabor del tabaco y el petróleo llenarle la boca y calmar sus ansias.
"La vida es bella."
Sonrió irónico ante la contradictoria letra desaminada mezclada con ese ritmo tan entusiasta. Dando pequeños pasos torpes, medio bailando al ritmo de la melodía mientras las personas que le veían lo tomaban por loco.
Cuando hubo acabado su cigarro y llegaba la parte más intensa de la canción empezó a cantar en voz baja, haciendo muecas demasiado exageradas cuando la canción estaba por terminar y repetía la misma frase una y otra vez.
Un suspiro finalizado con una pequeña sonrisa salió de sus labios en los últimos segundos de pista.
Llegó a su edificio y subió al elevador, aún no quitaba los cascos de sus oídos y es que odiaba la música de elevador, y tampoco quería lidiar con la fastidiosa voz chillona de su novio, que de seguro le reclamaría por el hecho de seguir vivo. Antes de llegar a su piso buscó sus llaves en su mochila que estaba cruzada en su pecho.
Tomó el juego de llaves del llavero de un teru teru con expresión drogada como si fuera el logo de la banda Nirvana, que él mismo había hecho y al llegar a la puerta del apartamento que marcaba con números dorados 7-B incrustó la llave en la cerradura, rezando porque esta no haya sido cambiada, y girandola exitosamente entró al departamento quitándose un casco.
La primera visión que tuvo del interior fue a Baekhyun sentado en el piso frente a la pequeña mesa para cafe repleta de papeles y escribiendo algo en una hoja que segundos despues termino hecha una bola en el piso, siendo víctima de ira frustrada del mayor. Era uno de esos días y la verdad no estaba para tolerar al castaño.
Sin dirigirle la palabra cerró la puerta en silencio, guardó en su mochila las llaves y de ella sacó un paquete envuelto en papel blanco, se agachó para ponerlo sobre la mesa y luego de fue a la cocina para prepararse un ramen instantáneo, la música aún sonaba en su oído y cuando empezó el redoble de tambor de la siguiente canción lo imitó con los cubiertos sobre la encimera de concreto a mitad de la diminuta cocina que se conectaba con la sala.
Un grito emocionado llegó a sus oídos y se puso el otro casco. Baekhyun había abierto su regalo de aniversario, que era un par de audífonos nuevos ya que los anteriores se habían roto y no compraba unos todavía. Había tenido ese "detalle" por que un Baekhyun sin música era un Baekhyun sin inspiración y un Baekhyun sin inspiración era uno frustrado y eso sólo significaba peleas hasta por el sonido de su respiración, y odiaba eso, así que esperaba valiera la pena haber gastado su dinero.
La música estaba teniendo un efecto relajante en él, tanto que se desconcertó un poco al escuchar el pitido del microondas indicando que su cena estaba lista.
Cambió de canción cinco veces hasta encontrar una adecuada y se sentó en el suelo de la cocina a comer su sopa, en silencio, sólo sintiendo su cuerpo vibrar y erizarse por el efecto que la música producía en él.
Cuando terminó sólo dejó el plato en el suelo y se quedó ahí sentado con los ojos cerrados y sin hacer nada, hasta que sintió el peso extra sobre él y abrió los ojos molesto cuando la música se escuchó distanciada gracias a que el más bajo había retirado sus audífonos en su parte favorita.
-Gracias por mi regalo. Ahora toca el tuyo -dijo antes de empezar a comerle la boca en un beso demandante, y él sólo se pudo dejar llevar, rodeando sus brazos a las caderas del mayor para acercarlo más...
Está de más mencionar que esa noche tuvieron sexo, que ya era lo único que podían hacer juntos sin terminar peleando.
Al día siguiente su alarma sonó, molesta y estrepitosa, y era hora de empezar otro día.
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Polaroid.
FanfictionChanyeol es un estudiante de Fotografía en la Universidad de Seúl, está en su último año y adora tomarle fotos a paisajes y a desconocidos a escondidas, vive con el chico con el que sale desde la secundaria aunque su relación no esté en su mejor mom...