Era viernes y eran la dos de la mañana, ese día no tendría clases así que podría dormir todo el día si lo deseara y lo haría de no tener proyectos que entregar la siguiente semana.
De nuevo tenía insomnio y mientras Baekhyun acaparaba toda la cama para dormir cómoda y plácidamente, él estaba en la sala viendo algunas fotos viejas.
Siempre había sido asiduo a tomarle fotos a todo aquello que captara su atención. Ya sea con la cámara que su padre le regaló una semana después de su cumpleaños número doce (cuando lo recordó) ó con el celular que compró con sus ahorros un año después. Antes de eso hacía horrendos dibujos e intentos de retratos que cuando tuvo una cámara en manos por primera vez quemó.
Su abuela tenía un diario en el que escribió desde su adolescencia hasta cuando perdió la fuerza en sus manos para escribir, eran cinco libros en total de toda una vida. Él no era bueno con las palabras, así qué, tanto en sus viejos dibujos como en sus fotos impresas ó en las notas de su teléfono, escribía pequeños datos y la fecha del día en qué la fotografía fue tomada. Así era la forma en qué quería fuera su diario. Retratos fotográficos con pequeños datos sueltos y que con sólo leerlos él supiera de qué hablaba o recordará el momento en el que esa foto se había tomado.
Suspiró pesadamente, sintiendo la nostalgia golpearle el corazón; cuando encontró una foto en particular.
Era una fotografía de él y Baekhyun, el mayor se veía feliz a su lado, sonriendo sinceramente. Ambos se veían más jóvenes, Baek tenía su cabello de color natural castaño claro y lucía menos amargado y él simplemente tenía el cabello corto y, como siempre, alborotado. Con su típica expresión desanimada pero con una sonrisa leve.
Él tenía quince años cuando tomó esa fotografía. Era un mocoso estúpido y enamorado, la foto la había tomado el mismo día en qué él y Baekhyun se besaron por primera vez, en su cuarta cita como novios oficiales.
Lunes 14 de Febrero.
"Baekhyun-hyung: usted me hace realmente muy feliz, en verdad lo quiero y no me quiero separar nunca de usted. Nuestro primer beso fue más perfecto de lo qué pude llegar a pensar. Aún siento las mariposas en mi estómago. Espero ésta sensación no se vaya nunca."
La inscripción se le hacía tan ridícula ahora. Le hacía pensar en lo estúpido e inocente que era en ese tiempo. Tan solitario, tan patético y tan miserable... bueno, se seguía sintiendo miserable y ya no era inocente y tampoco un niño pero la estupidez era algo que aún conservaba, al menos.
Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y se levantó del suelo, en donde estuvo todo ese tiempo y luego de lavarse la cara y guardar de nuevo las fotografías, se acostó en el sofá para tratar de dormir un poco. Para ese momento eran las cuatro de la mañana.
El hambre le hizo despertarse tan sólo algunas horas después, a las once de la mañana. No pudiendo dormir más; se levantó y se dio un baño, decidió qué con la paga de su trabajo el día anterior desayunaría afuera. Así que alistó todo lo qué consideró necesario, lo metió todo en su gastada mochila (llena de pins de diferentes grupos, bandas y algunos nombres o cosas en otros idiomas) y salió del departamento, bajó por el elevador y luego salió del edificio. Caminó a la parada de autobuses y se sentó en la banca mientras desenredaba sus auriculares, justo cuando logró hacerlo su bus llegó y mientras conectaba los audífonos a su teléfono se subió al vehículo, que iba medio lleno, se colocó los cascos y se sentó hasta el fondo donde todo estaba vacío. Ese día en particular se sentía tan extraño. Menos miserable y aburrido y sólo podía pensar en Jongin y lo hermoso que era. En lo mucho que le gustaría acercarse a él y hablarle. Ser un chico normal y poder dejar de acosarlo.

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Polaroid.
FanficChanyeol es un estudiante de Fotografía en la Universidad de Seúl, está en su último año y adora tomarle fotos a paisajes y a desconocidos a escondidas, vive con el chico con el que sale desde la secundaria aunque su relación no esté en su mejor mom...