La Bolita De La Amistad

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Después de aquél encuentro para nada amigable me dirigí dentro de la escuela, por lo visto me quedé dormida en algún salón, al despertar de golpe gracias al sonido de mi celular, una llamada de mi mamá me hizo mirar la hora, eran las 11 de la noche, decidí irme a mi casa, pues tendría escuela mañana y al parecer el juego aún no terminaba.

Llegué luego de 20 minutos, mi casa no estaba tan cerca, abrí la puerta con mis llaves y subí a mi cuarto, no sin antes encontrarme con mi mamá enojada.

-!¿Qué son estas horas de llegar? Aquí no es hotel¡. Lo sabes muy bien Alissa.- miré su cara, estaba preocupada, me sentí mal al instante y traté de resumirle lo que pasó.-

-La verdad es, que pues mi día fue de lo más normal, conocí a una chica que terminó siendo mi amiga y me dijo que habría un partido hoy, así que decidí quedarme a verlo, era hasta las 9, pero como casi nunca hay nadie en la casa, decidí quedarme en la escuela, fui al campo y empecé a jugar y justo cuando ya me iba un chico me tropezó y no fue nada amable y digamos que fuimos groseros el uno con el otro y me fui de ahí, luego fuí a un salón y me quedé dormida, luego tú llamada me despertó.- dije nerviosa, sin ninguna interrupción, y tomé aire.- lo siento, no pensé llegar a esta hora.-

-ay, hija, hubieras empezado por eso, de seguro tienes hambre, ven, ¿Quieres algo?- me sorprendí al ver que actuaba de esta manera, normalmente me castigaría pero acepté lentamente y la acompañé a la cocina.-

-y bien... - sabía que quería saber algo.- ese chico de hace momentos.. -¿Esta guapo?- abro los ojos rápidamente, recordando aquella escena.
- ¡Mamá! Por favor, no ahora.- dije sirviéndome agua en mi termo que dice "I need my coffee" riendo por estas palabras, pues me estaba sirviendo agua en lugar de café.

-¿¡Qué!? ¡Quiero saber! por lo menos merezco saber qué pasó exactamente. - se cruzó de brazos, exigiendo una respuesta.-

-Bien.- dije rendida.- El tipo era alto y por su complexión física, supongo que practica deporte, lo cual es asombroso, al parecer no le importa arruinarle el día a una chica, eso sí, es muy guapo, pero no nos centremos en eso.

Yo estaba cansada, mi ida a la cocina para cenar era más que una mentira de mi mamá para hacerme hablar, así que me despedí de ella al ver su cara de triunfo, dejé la taza en el lavabo y me dirigí a mi cuarto.

Abrí mi puerta y ese olor a canela inundó mis fosas nasales, me encantaba ese olor.

Me tiré a mi cama y puse mi celular en la mesita de noche, después de unos minutos tratando de dormir pensé en aquél momento, en el tipo que arruinó mi día.

¿Quién era?, Deduje que era alguien popular, se notaba, ropa perfecta, facciones perfectas, cuerpo perfecto, eran como los requisitos para ser alguien importante y el tenía todos.

Pero tenía ese lado irritante, ese lado que a nadie le gusta encontrar, era grosero, con mucho ego, y sin duda, no le importaba nada más que él.

Luego de unos minutos pensando quién podría ser, finalmente me quedé dormida, y así desperté a la mañana siguiente, hice lo mismo que el día anterior, solo que cambie mi vestimenta.

Hoy me fui sola caminando a la universidad, por lo que salí más temprano, llegando traté de ubicar a Gisselle para contarle sobre mi incidente, la encontré en su casillero.

-Gisselle. Tengo que contarte algo.- aparecí de la nada a un lado.-

-Cuenta ya.- cerró de golpe su casillero pero antes guardó sus libros.-

-Bien, ¿recuerdas que ayer me quedé aquí para ver el partido?- frunció el ceño rápidamente- bueno, después me puse a jugar con los balones que me encontré en el campo porque estaba sola y pues.. ¿Por qué no?- reí suavemente mientras mi amiga escuchaba lentamente- en fin, al irme no estaba viendo y un chico chocó conmigo, pero el si me había visto, y encima él se enojó porque yo no iba mirando, y empezamos a pelear, y finalmente dejé el lugar.- noté como mi amiga formaba con su boca la letra "o" y yo solo me limité a sonreír.-

-Amiga, eso es de locos. -asentí- ¿Viste a él chico? ¿Quién era? -preguntaba eufórica.-

-tranquila, no sé quién era ese chico. Solo te puedo decir que era alto y guapo, más no lo reconocí.- vi la cara de decepción de mi amiga y reí bajo.

-Tenemos que encontrarlo, así sabrás quien es, y no lo sé, puede que ustedes dos tengan
algo.- se encogió de hombros y yo negué lentamente.-

-no gracias, no busco novio.- dije rápidamente y la ojicafé borró aquél rastro de felicidad que tenía en el rostro.-

-¿Cómo que no? ¿Te piensas quedar soltera hasta que mueras, chica? ¡Te vamos a encontrar un novio! Es por tu bien.- sonrió algo maliciosa a lo cual me puse un poco nerviosa.-

-Te digo que no estoy interesada, pero ya después veremos, por ahora no.- fuí testigo de cómo Gisselle rodó los ojos, por mi parte se ganó una sonrisa triunfadora.-

-Nos espera un largo día de clases, que flojera.- Mi única amiga hasta ahora apuntó sentándose junto a mí en nuestra primera clase.- lo sé, acabamos de entrar y ya me quiero ir.- las dos reímos.-

Al entrar, todo transcurrió normal, hasta que siento una bolita de papel golpear mi cabeza, giro rápidamente hacia atrás, donde provenía aquél objeto, y me encuentro con un muy apenado chico completamente rojo por la vergüenza.

-Di-disculpa, no era para ti.- dijo apenado, y un poco sorprendido.-

-Descuida, me vengaré.- jugué un poco y después sonreí.-

El chico se puso nervioso y estaba listo para hablar, pero el maestro nos interrumpió.

-¿Tienen alguna que compartir con nosotros?- toda la clase nos volteó a ver y de inmediato negué con la cabeza y me voltee a mi lugar, y el chico hizo lo mismo.-

Después del incidente salimos de clase y me dirigía a mi casillero, pero una mano en mi hombro me lo impide. Era el chico que me aventó un papelito a la cabeza.

-Hey, solo quería pedirte perdón.- Lucía preocupado así que intenté tranquilizarlo.

-No hay problema, de verdad.- sonreí cálidamente.

-Pe-pero dijiste que te vengarías, ¿Lo harás?- se notaba el miedo en sus ojos y no pude evitar sonreír, era tierno.-

-Claro que no, era solo una broma, además, me caes bien ¿Por qué lo haría?- sonreí sin mostrar los dientes y el chico poco a poco fue relajando sus músculos.-

-Oh, gracias, verás intentaba atinarle a mi amigo adelante de ti, pero claramente fallé.- el rió levemente y sonreí.

-Descuida, de verdad.- pensé un poco- ¿Quieres venir conmigo? A decir verdad solo tengo una amiga, aunque no la veo por ningún lado, y no veo por qué no podemos ser amigos, verás, soy la nueva.- reí nerviosa.-

El chico entendió y asistió, empezamos a caminar en silencio y él decidió romper el hielo.

My Sporty Love (Mi Amor Deportivo.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora